Aquellos años locos donde nació la primera radio local

En 1928 la vieja LH8 mantuvo informados cada día a sanfrancisqueños y pobladores de la región por medio de una precaria emisora que impulsó Mario Formento.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Los locos años '20 simbolizaron la década de gran prosperidad económica en el mundo donde todos se creyeron invencibles hasta el quiebre de la bolsa en 1929, pero en este caso la frase sirve para recordar una época en la Argentina donde la radio había captado la atención de todos.
Estamos hablando de ese aparato del que salían sonidos y alguien desde un estudio podía contar noticias cercanas o lejanas, tanto como desde Europa. A veces a la noche, cuando mejor se podían sintonizar las radios las personas incluso podían deleitarse con las novedades de la BBC de Londres añorando la tierra desde la que llegaron.
La primera experiencia de radiofonía en San Francisco fue esa, la de los oyentes, pero después en este mismo período alguien se aventuró a tener su propia emisora y brindar un servicio para los vecinos de la joven ciudad y la pujante región. El impulsor fue el entonces propietario y director de LA VOZ DE SAN JUSTO, Mario Formento, joven, emprendedor que estaba a cargo del bisemanario en esos días.
Se trataba de una radio de corto alcance, pero por su innovación marcó a la ciudad puesto que permitía tener información diaria a falta de un medio gráfico (predominantes en aquellos años) que lo hiciera todos los días.
"Las primeras experiencias de radiofonía fueron como oyentes de algunas radios que llegaban de Rosario o Buenos Aires, generalmente de noche. Así fueron pasando los primeros años hasta que en 1928 Mario Formento busca la alternativa de uso de esta nueva forma de comunicación, algo muy revolucionario para la época", contó Arturo Bienedell del Archivo Gráfico y Museo (AGM) de la ciudad.
Inicios precarios
La experiencia, de acuerdo al libro de los "130 años de San Francisco" tuvo un precedente que da cuenta de la visión emprendedora de Formento. Primero había puesto en la calle de la redacción un pizarrón donde se escribía un resumen de las noticias importantes del día, pero este hombre quería ir más allá y por eso experimentó con la radio.
La emisora comenzó a trabajar el 2 de febrero de 1928 cuando empezaron los ensayos de uso en la banda 228,6 metros. El éxito llevó a que en marzo Formento lograra que se adjudicara la denominación LH8. Por supuesto que en ese momento la programación no era de todo el día, ni los estudios tenían la acústica actual, en realidad el objetivo era brindar un informativo, con contenido predominantemente agropecuario por las tardes cuando se sintonizaba mejor.
"En ese entonces en la redacción que el diario tenía en la primera cuadra de calle Colón instalan un pequeño espacio desde donde empiezan a transmitir informes agropecuarios. Era a la tarde la transmisión, para eso Formento consiguió una licencia que era LH8 y podía transmitir por un espacio más o menos de una hora cuando bajaba el sol y se podían sintonizar mejor las ondas, era una radio de baja potencia la de aquel momento", explicó con lujo de detalles Bienedell.
El modelo de 1923 permitía escuchar a una sola persona con auriculares ya que no tenía parlantes.
Final incierto
Formento aprovechó también el diario para que se pudieran publicar las instrucciones sobre cómo la gente podía armar su propio equipo de radio y eso permitió que se empezara a desarrollar la radiofonía en San Francisco y la región.
"No tenemos la fecha en que dejó de funcionar, pero después de esta experiencia se interrumpió la actividad hasta la década del '50 cuando empieza otra época. No obstante, esa radio fue influyente para la gente de San Francisco", afirmó el también ciudadano ilustre.
Sin la vieja LH8, pero con otras radios nacionales que había en el país la gente de la ciudad se acostumbró a tener uno de estos aparatos en sus casas, algunos de ellos están en el AGM como por ejemplo una radio modelo de 1923 para uso de una sola persona por medio de auriculares porque no tenía parlantes. También hay un modelo cuyo encendido y sintonización se mantiene al día de hoy y es de 1940, cedida al Archivo a través de la familia Gontero.
Este modelo es de los años '40
La propalación ganó las calles en los '50
De acuerdo al registro que se tiene en esta institución en la década de 1950 ya se encontraban emprendedores vinculados a la propalación en San Francisco, una de las más famosas era la de los hermanos José y Francisco Badella, pero también había una en San Isidro o el Cine Sarmiento, por ejemplo.
"Las propaladoras comienzan a funcionar en San Francisco en la década del '50, a finales de esos años teníamos la de los hermanos Badella (José y Francisco) que funcionaba en el edificio de la Galería Mayo en una oficina de planta alta, hacían entrevistas, anunciaban, publicitaban y publicaban en el diario a qué hora iba a ser. Su red de propaladoras estaba sobre Bv. 25 de mayo y allí la gente escuchaba", explicó Bienedell.
Los hermanos tenían una vieja estanciera donde se colocaron los parlantes y recorrían las calles haciendo publicidad, era su verdadero medio de vida y tanto ahínco había en este proyecto que incluso se llegaron a transmitir por este sistema partidos de Sportivo Belgrano por teléfono," lo cual para esa época algo muy importante que requería mucho esfuerzo".
¿Cómo eran?
En general se tenía un estudio con micrófono para transmitir a través de la red de parlantes colocados en las calles y conectados entre sí.
Los contenidos variaban de acuerdo a las zonas donde estaba instalado el propietario, Bienedell recordó que en el caso del Cine Sarmiento había una pequeña sala en el interior con un micrófono y un tocadiscos donde pasaban la música.
"Pasaban publicidad y música en el cine, en el caso de San Isidro había espectáculos y el estudio era más grande. Los Badella tenían publicidades, hacían comentarios y entrevistas - sostuvo el titular del AGM -. Entre estos precursores de la propalación estaba Biardo Vénica que tenía una pequeña empresa de grabación de discos en la ciudad".
En las calles se veían los parlantes de algunos comercios, había tres parlantes por cuadra en ocasiones. En la información recabada está también la historia de un señor llamado Rómulo Martínez que hacía propaganda en la vía pública, la particularidad era que lo hacía en bicicleta: "En el manubrio tenía el parlante y en el portaequipaje llevaba las baterías para alimentar el equipo. Tenía la propaladora en el cine Sarmiento cuando desapareció la de San Isidro".
Las propaladoras se mantuvieron muchos años en vigencia, hasta que después el tiempo las fue consumiendo dándole paso a otra novedad, sin embargo, a ellas y a la vieja LH8 de Formento "nadie les quita lo hablado" en los inicios de la radiofonía en la ciudad.
Mensajes al mundo
Hace 11 años que el Día Internacional de la Radio se conmemora por el establecimiento de la UNESCO y en base a una solicitud de un hecho acaecido en 1946 un 13 de febrero.
La historia se remonta a que en esa fecha salió al aire la Radio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La transmisión se realizó desde las oficinas institución en Nueva York y el primer mensaje fue: "Esta es la ONU llamando a todas las personas del mundo".