Obras
Antártida acelera su crecimiento con obras clave y un fuerte impulso del fútbol formativo
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El club atraviesa un proceso de modernización que incluye nuevas instalaciones, mejoras edilicias y un salto de calidad en el fútbol infantil, que hoy reúne a más de 300 chicos. Obras, gestión y un proyecto deportivo que no deja de expandirse.
El Club Atlético Antártida vive uno de los procesos de crecimiento más importantes de los últimos años. Su presidente, Eduardo “Batato” Pedrone, detalla en diálogo con LA VOZ DEPORTIVA, que en estos últimos días llegaron reflectores y parrillas que permitirán renovar la iluminación del predio, una obra esperada que mejorará la seguridad y ampliará el uso nocturno de los espacios. En paralelo avanza la construcción de la segunda cancha de hockey, con el tejido perimetral finalizado y los trabajos de luces y pintura entrando en la etapa decisiva.
Otro frente destacado es la nueva tienda oficial del club, donde Antártida venderá indumentaria de marca propia y contará con una oficina administrativa para ordenar la gestión diaria. A ello se suma la renovación de la sede de bochas, donde se colocó piso nuevo de cerámicos y se modernizó toda la parte externa. “Son obras grandes y simultáneas, necesarias para acompañar el crecimiento del club”, señala Batato.
Ese crecimiento también se refleja en el fútbol formativo, que atraviesa un año histórico. Según David Hetzer, integrante de la subcomisión, el ciclo comenzó con 320 chicos y terminará con la misma cantidad: “Que nadie se haya ido habla del compromiso del cuerpo técnico y del sentido de pertenencia que se generó”. Hoy, el área reúne más de 300 chicos, dos equipos por categoría y un staff de profes que consolidó un ambiente de trabajo estable y muy valorado por las familias.
La obra central del fútbol es la nueva iluminación de la cancha, ya en ejecución. Con los reflectores LED comprados y la instalación eléctrica en marcha, la expectativa es tener la cancha totalmente iluminada a comienzos de diciembre. El financiamiento llegó a través de actividades como venta de pizzas y una cena especial, aportes de empresas, publicidad en cancha y colaboraciones de vecinos que aportan maquinaria, herramientas y mano de obra. “No todo es dinero: mucha gente ayuda con lo que tiene, y eso nos permite avanzar”, afirma Hetzer.
Uno de los desafíos del año próximo será ampliar el espacio propio: actualmente los entrenamientos se realizan en el predio de la UTN, un lugar cómodo pero ajeno al club. “Todo lo que hacemos ahí queda para otra entidad. Por eso soñamos con agrandar nuestro predio o conseguir uno nuevo”, indica. Paralelamente se trabaja en mejoras de arcos, cantina, vestuarios y baños, dentro de un plan anual de infraestructura que busca ordenar prioridades.
Hetzer también destaca el rol clave de Jorge Sosa, presidente de la subcomisión de fútbol, y de Oscar Ostertag, colaborador histórico. “Si ellos no estuvieran, muchas cosas no se podrían hacer. Son parte del alma del club”, asegura.
Con obras visibles y una comunidad cada vez más grande, Antártida cierra el año enviando un mensaje claro: el club crece, se moderniza y consolida un proyecto deportivo que mira al futuro.
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