Amamantar un prematuro es posible: lo demuestra la historia de Camila y Erik
Su bebé nació antes de tiempo y con bajo peso. La lactancia no comenzó igual que en otros casos, como su bebé era muy pequeño, se tenía que sacar su leche y alimentarlo por sonda, pero Camila no bajó los brazos y encaró el desafío de amamantar a su hijo, Hoy lo amamanta a demanda y dice que, a pesar de todo, sostener la lactancia es posible.
Isabel Fernández|LVSJ
Cuidar y aprender a amamantar a un bebé prematuro es emocionalmente difícil para la mamá, especialmente si es primeriza. Es un desafío que puede ser difícil, pero mantener la lactancia en el caso de los prematuros no es imposible y es una forma efectiva de mejorar la salud y el crecimiento del bebé.
El apoyo emocional y también práctico del equipo de salud y de la familia es clave para lograr la meta. Como en el caso de Camila Anahí Gallardo tiene 24 años, quien es psicopedagoga, pero su título más importante en la vida lo recibió hace dos meses, con la llegada de Erik León, su primer bebé, que nació antes de tiempo, a las 30 semanas de gestación a quien hoy, ya en casa, amamanta a demanda.
La hipertensión y problemas cardiovasculares pusieron en peligro su vida y la de Erik, que nació por medio de una cesárea de emergencia pesando 1.520 kg y de inmediato fue internado en la Neonatología del Hospital "J. B. Iturraspe".
Camila pudo ver a su bebé en la Neo recién cinco días después y tras el alta se quedó en la residencia para madres del Hospital. La lactancia no comenzó igual que en otros casos, como su bebé era muy pequeño, se tenía que sacar su leche y alimentarlo por sonda.
Y ahí comenzó el desafío. Sin poder poner a su bebé en el pecho y con la bajada normal de la leche interrumpida por su internación en terapia, Camila hizo lo imposible para estimularse y sostener la lactancia, que ahora continúa con su bebé muy bien y en pleno crecimiento.
Camila contó su historia a LA VOZ DE SAN JUSTO y aseguró emocionada que la lactancia en estos bebés es posible. "Los prematuros son unos guerreros y salen adelante, por eso la lactancia en estos bebés es posible. Es importante dejarse ayudar, dejarse acompañar emocionalmente y sobre todo informarse sobre la lactancia, es muy importante, hay que insistir porque la leche no se termina, si se estimula a través de la succión del bebé se puede tener mucha", dijo.
"Los prematuros son unos guerreros y salen adelante, por eso la lactancia en estos bebés es posible. Es importante dejarse ayudar, dejarse acompañar emocionalmente y sobre todo informarse sobre la lactancia, es muy importante, hay que insistir porque la leche no se termina, si se estimula a través de la succión del bebé se puede tener mucha".
"Paciencia y persistencia"
Recordó que cuando estaba en la residencia para las mamás en el Hospital iba cada tres horas a ver a su bebé y se sacaba leche en el lactario. "Fue un desafío, al principio tenía muy poca leche y hasta llegué a pensar que no funcionaba el sacaleches, pero gracias al apoyo de las enfermeras y el personal de salud pude lograrlo", remarcó.
"Me decían que tenía que tener paciencia y persistencia y tenían razón porque finalmente lo logré, empecé a tener más cantidad de leche. El acompañamiento de todo el personal de la Neonatología y terapia del Hospital fue fundamental. Una de las enfermeras, Verónica Almada fue la que estaba a mi lado acompañándome y ayudándome siempre. También es muy importante que esté la residencia para las mamás de Neo", añadió.
Camila comentó que en la Neo "siempre nos explicaban que la leche materna es fundamental para los prematuros. Así fue que alimenté a mi bebé con mi leche por sonda y cuando estuvo más grande se prendió a la teta. Generamos un vínculo de mucha empatía con las enfermeras que siempre enseñan, porque el objetivo es que volvamos a casa con el bebé tomando teta".
Continuar la lactancia en casa
Desde hace un tiempo, Camila y Erik ya están en casa y ahí también el apoyo es fundamental para la lactancia a demanda. "En casa tengo un espacio tranquilo porque ese momento es fundamental para el vínculo con el bebé y por supuesto el apoyo de mi pareja y mi mamá".
"Además de amamantarlo también me saco leche para guardarla, como una manera de ir organizándome también para cuando tenga que volver a trabajar. Darle la mamadera pero con mi leche", afirmó.
La leche de la
mamá prematura es más rica en proteínas y un gran tesoro para el bebé nacido
antes de tiempo (Foto: Archivo)
Cómo llegó la emergencia
Los controles en el embarazo son la clave para detectar cualquier anormalidad, gracias a esas consultas Camila pudo llegar a tiempo a la guardia del Hospital donde detectaron la emergencia y se produjo el nacimiento prematuro de su bebé que afortunadamente está bien.
"Tuve un embarazo con todos los controles correspondientes hasta que en el séptimo mes detectaron que tenía hipertensión, tenía los pies hinchados, pero además de eso empecé a sentir que no podía respirar. Me decían que era por la presión de la panza, hasta me mandaron a hisoparme por covid pero me dio negativo. Cada vez era peor, no podía respirar bien y tenía que dormir sentada", recordó.
"Una noche no pude más y fui a la guardia del Hospital -agregó-. Ahí me atendió una doctora que me auscultó el corazón y los pulmones, cuando lo hizo enseguida comenzó a llamar a otros médicos, me trasladaron en silla de ruedas a una cama fría donde me hicieron más chequeos".
Ese día, Camila llamó a su pareja, a su mamá, estaba nerviosa y asustada. "A partir de ahí no recuerdo más nada, eso fue un jueves, me internaron y me hicieron una cesárea de urgencia, me desperté el domingo. Mi hermano fue el primero que me visitó y me dijo que mi bebé había nacido el viernes, que estaba bien en la Neo. Gracias a Dios todo salió bien y nos salvamos los dos", finalizó diciendo con alivio mientras acunaba a Erik en sus brazos.
En el último
trimestre de gestación el feto acelera su velocidad de crecimiento lo que
produce una alta demanda de nutrientes que es cubierta a través de la placenta.
Los bebés prematuros deben enfrentar este período sin esta nutrición continua a
través del cuerpo materno y se le suma el estrés de la inmadurez fisiológica de
todos sus órganos y sistemas como también las intervenciones médicas
terapéuticas. Esto hace que la necesidad de nutrientes sea diferente en un
prematuro que en un bebé nacido a término. Las madres de los
bebés prematuros producen leche más alta en proteínas y minerales, como sal, y
diferentes tipos de grasa que se pueden digerir y absorber con más facilidad. La
licenciada en Nutrición, Pamela Testaferri (MP-2974) aseguró que la leche
materna "siempre debería ser la primera opción de alimentación porque se adapta
a la necesidad del recién nacido". Recordó que la
leche humana, además de todos los beneficios que tiene para todos los bebés,
mamás y para la sociedad, "especialmente en prematuros previene la
enterocolitis necrotizante, sepsis, displasia broncopulmonar, como también
favorece el neurodesarrollo". La licenciada
explicó que la leche prematura "contiene mayor concentración de proteínas,
calcio, sodio, cloro, zinc, cobre y folatos que la leche de una mamá con parto
a término". Asimismo
Testaferri explicó que la composición de la leche "se modifica muy poco con la
alimentación materna, por lo tanto la recomendación para una madre lactante
sana es la misma que para cualquier persona, consumir frutas, verduras,
cereales integrales, legumbres, carnes, lácteos y beber agua en función de la
sed. Las personas con dieta vegana y vegetariana deberían suplementar la vitamina
B12". ¿Siempre es
necesario combinar con la leche de fórmula en el caso de los prematuros?.
Testaferri remarcó que la primera opción "debería ser la leche extraída de la
propia madre. De acuerdo a la edad gestacional y el peso del bebé prematuro puede
ser necesario fortificar la leche extraída con algunos nutrientes críticos". "En caso que la
mamá no llegue al volumen de leche necesario, la opción sería completar con
leche humana pasteurizada de banco de leche, en caso de tener acceso, o con
fórmula para prematuros", añadió. El apoyo a las
madres es esencial para sostener la lactancia, en el caso de las madres
prematuras debe ser aún más cuidado, ya que el estado emocional está más
afectado que en cualquier puerperio. "Esta mamá
generalmente no tiene a su bebé en brazos, no puede ponerlo al pecho, esta
angustiada, preocupada, con miedos, muchas veces frustrada", indicó la
nutricionista. Remarcó: "Acompañar
a estas familias desde lo humano, lo empático favorece el estado de la madre y
con eso la producción de leche. Es importante que la mamá comience a extraerse
leche de forma precoz y frecuentemente para aumentar el volumen. Y a medida que
se pueda, administrarle ella misma esa leche a su bebé". "Además,
prácticas como el Método Canguro, en el cual se coloca en contacto piel con
piel al prematuro con su madre (padre u otra persona) de forma contínua o
intermitente y permitirle mamar aunque la succión sea no nutritiva acelera el
aumento de peso, estabiliza la frecuencia cardíaca y respiratoria; y ayuda a la
madre a sentirse más segura y confiada para cuidar a su bebé, lo que permite
también el alta precoz", finalizó.Leche materna:
siempre la primera opción de
alimentación
Lic. Pamela Testaferri
Apoyo a la mamá