Agro
Alfalfa en etapa crítica exige decisiones precisas para maximizar calidad y rendimiento
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La producción de alfalfa atraviesa su momento más determinante del año, con decisiones clave sobre calidad, fibra, proteína y manejo para garantizar eficiencia en tambos y feedlots.
El ingeniero agrónomo Pablo Terraf analizó en Agro Radio 2.0 el momento crítico que atraviesa la producción de alfalfa en la región, una etapa que define calidad, rendimiento y eficiencia nutricional para tambos y feedlots. Señaló que esta es “una de las etapas más decisivas del año”, cuando los productores deben definir si buscan “más fibra y volumen, o más proteína y digestibilidad”, en función del estado del cultivo y de la estrategia nutricional del establecimiento.
Recordó que en la zona predominan alfalfas de baja latencia -grupos 8, 9 y 10- que permiten más cortes anuales. Con la llegada de la primavera, el aumento de temperatura y fotoperiodo acelera el crecimiento: “Pasamos de un corte cada 50 días en invierno a uno cada 25 o 30 días en primavera-verano”, explicó. Esto permite salir del bache forrajero y asegurar mayor oferta.
Terraf remarcó que la elección entre rollo o silo debe hacerse con asesoramiento profesional. Sobre el silo, advirtió que el corte directo puede ser riesgoso si se embolsa con alta humedad: “Se pierde calidad y producción”. Para quienes igualmente lo utilizan, recomendó “inocular a doble o triple dosis” para garantizar la estabilización del material. En cuanto al pre-oreo, afirmó: “Lo ideal es voltear al 10% de floración, punto exacto entre rendimiento y calidad”.
Para rollos, pidió evitar pérdidas de hoja: “Si perdemos hojas, perdemos proteína”. La relación hoja–tallo es determinante: más hoja significa mayor digestibilidad y consumo. Recomendó rastrillar con suavidad y comenzar a enrollar cuando la humedad matutina se retira lo suficiente para conservar las hojas firmes.
En lo nutricional, destacó la importancia de la fibra larga para la salud del rumen: “Si falta fibra, baja el pH y aparece la acidosis”. Comparó el efecto con algo cotidiano: “Cuando usted toma mucho fernet, al día siguiente no come por acidez; a la vaca le pasa lo mismo”. Explicó que mantener una ración equilibrada no sólo estabiliza el pH, sino que además sostiene consumo y producción. También destacó el rol de los buffers a base de calcio o magnesio.
Respecto al destino, señaló que el silo suele justificarse más en tambos, donde se aprovecha mejor la digestibilidad proteica, mientras que el rollo resulta práctico en feedlots. Agregó que muchos productores confeccionan rollos para la venta y que existe un comercio fluido, incluso con acuerdos vinculados al puerto seco de San Francisco, que exporta alfalfa a países árabes.
Finalmente, Terraf recordó que la calidad varía marcadamente según la época: entre septiembre y marzo, la alfalfa envejecida aporta volumen y floración, mientras que entre marzo y septiembre se producen tallos gruesos y fibra indigestible. Por eso, insistió en que cada decisión de manejo debe tomarse con precisión técnica y en función de las condiciones ambientales de cada jornada.
