Alberto J. Armando y los autos: su primera carrera, con el patrocinio de La Voz de San Justo

Antes de ser presidente de Boca Juniors y quedar en la historia del "xeneize", cuyo estadio hoy lleva su nombre, Armando -que vivió muchos años de su vida en San Francisco- se dedicó a las carreras de autos. En la primera de ellas, en 1938, representó al Sport Automóvil Club de nuestra ciudad, bajo los auspicios de este medio.
La figura de Alberto José Armando
quedó vinculada al mundo del deporte argentino, mayoritariamente, por su rol
como presidente de Boca Juniors, cargo en el cual se desempeñó por más de 20
años, siendo un revolucionario en el ámbito dirigencial. Hoy, La Bombonera
lleva su nombre.
Más allá de los flashes por su labor en la escuadra azul y amarilla, Armando siempre tuvo un cariño especial por San Francisco. En nuestra ciudad se crió y vivió la parte de su vida y antes de vincularse al fútbol, incursionó en el automovilismo, su otra pasión. De hecho, desde su actividad comercial, llegó a ser dueño de la concesionaria más grande e importante de Ford en Argentina, ubicada en el barrio porteño de Nueva Pompeya.
El 10 de julio de 1938, luego de anhelarlo por tanto tiempo, tuvo se debut en la pista. Por aquel entonces radicado en nuestro terruño, representó al Sport Automóvil Club, bajo el patrocinio de LA VOZ DE SAN JUSTO, en el "Gran Premio Ciudad de Añatuya", donde logró un récord para la competencia.
Desempolvando el archivo de este diario, recordamos aquel momento histórico en la vida de Armando, lejos del mundo del fútbol, el que lo catapultó en la opinión pública de todo el país.
Se dio el gusto
Se parte, desde adentro, de las carreras de automovilismo era su gran sueño, mucho antes de llegar a revolucionar el mundo Boca. En la previa del evento, en las páginas de este diario se publicaba: "El volante Alberto Armando de nuestra ciudad, intervendrá el domingo en la carrera automovilística a disputarse bajo la denominación de 'Gran Premio Ciudad de Añatuya', en el trayecto comprendido entre esta población y Banderas, siendo la misma, reservada únicamente para coches estándar".
"La afición local ha recibido con gran entusiasmo el anuncio de la intervención de Armando en la prueba de Añatuya, esperando que en su debut en las lides del automovilismo deportivo, el entusiasta y hábil volante del Ford, haya de tener una meritoria actuación, para lo que cuenta con una máquina veloz, capaz como las mejores dentro de su categoría", agregaba.
Cabe destacar que por entonces, era denominado con el pseudónimo "Silenzi", con el cual se lo identificaría al mundo motor.
Récord, premios y accidentes
"Cumplió una buena performance en Añatuya el volante local Alberto Armando", tituló este diario el 12 de julio de 1938, tras su debut automovilístico. Su primera incursión no pasó desapercibida, ganó las dos primeras etapas de la competencia y en la primera de ellas llegó a promediar 125 kilómetros por hora con su poderoso Ford VS 1938, la mayor marca registrada hasta entonces en esta competencia.
De la carrera, que fue organizada por el Club Atlético Talleres Central Norte, participaron 11 corredores.
"Representó a esta ciudad, el volante local Alberto Armando, que de esa forma cristalizó sus propósitos ya anunciados de iniciarse en las luchas del automovilismo deportivo a lo largo de las pruebas de 'largo aliento', como así se denominan a los certámenes mecánicos que se disputaban en caminos de carretera", comentaban las páginas de este diario.
Además, se expresaba que "Armando piloteó un poderoso Ford VS 1938, siendo acompañado por el mecánico Santiago Muzzi. La performance cumplida por el popular 'Silenzi', no pudo ser más exitosa y promisoria, ya que se clasificó tercero en los cómputos finales de la prueba, después de ganas las dos etapas iniciales, la primera de ellas al promedio de 125 kilómetros por hora, marca que supera la establecida por 'Hipómenes' en ese último tramo, con 105 de media".
Un tumbo en la tercera etapa lo privó de quedarse con la carrera. "Un vuelco dio por tierra esas presunciones (de quedarse con la carrera). El tumbo no tuvo, felizmente, consecuencias y Armando pudo continuar la marcha, finalizando la prueba en el tercer puesto, a un segundo del volante ubicado detrás del vencedor y a 2 minutos 58 segundos de éste", se escribió.
Los premios obtenidos por Armando, fueron 300 pesos en efectivo, una plaqueta de oro Copa Touring Club Argentino y la Copa YPF, correspondiente a la primera etapa, en que señaló la marca más elevada de la prueba: 125 kilómetros por hora.