Día Mundial de la Medicina de Emergencias
"Saber que tus decisiones y acciones pueden salvar una vida genera enorme adrenalina", afirma una médica de emergencias

Cada 27 de mayo se reconoce a quienes, como la doctora María Eugenia Sobrero, enfrentan diariamente situaciones críticas en la guardia hospitalaria, combinando profesionalismo, humanidad y una incansable vocación
Por Isabel Fernández | LVSJ
En el corazón de cada hospital o clínica, donde los minutos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte, la medicina de emergencias se convierte en el primer escudo ante lo inesperado.
En la sala de emergencias se vive alta presión y demanda constante y los profesionales que reciben a los pacientes deben tener no solo conocimientos médicos y técnicos actualizados, sino también fortaleza emocional, la capacidad de tomar decisiones rápidamente, de adaptarse a cada urgencia y habilidades interpersonales para trabajar en equipo, el eje fundamental de la atención.
Cada 27 de mayo se celebra el Día Mundial de la Medicina de Emergencias, con el objetivo de visibilizar y valorar el trabajo de los médicos en esa área, además de concientizar sobre la importancia de contar con sistemas de urgencias bien organizados.
En ese marco, celebramos a quienes, como la doctora María Eugenia Sobrero, dedican sus jornadas —y muchas veces sus noches— a atender urgencias, calmar angustias y tomar decisiones cruciales bajo presión.
Con gran vocación y templanza, la doctora Sobrero nos abrió las puertas de la guardia del Hospital “J. B. Iturraspe” para compartir cómo vive día a día al filo de la urgencia, en un trabajo donde el compromiso y la humanidad son tan vitales como el conocimiento médico.
“Trabajar en emergencias es la posibilidad de marcar una diferencia real e inmediata en la vida de las personas. Cada guardia me deja un aprendizaje, desde lo médico y sobre todas las cosas en lo personal, el nutrirse de otros saberes, la empatía y las historias de muchos pacientes. La manera imprevista en que puede cambiar la vida en cuestión de minutos, hace que uno valore la vida, las cosas simples, de otro modo”, aseguró Sobrero a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Agregó: “Saber que tus decisiones y acciones pueden salvar una vida en cuestión de minutos genera una enorme adrenalina. Cada situación es única lo que desafía constantemente a mantenerse alerta, pensar rápido y sobre todo trabajar en equipo. Esto marca una diferencia en los profesionales que nos desempeñamos en el Hospital donde somos un verdadero equipo de guardia”.

“No es una tarea sencilla la que realizamos, la alta demanda de pacientes, casos complejos y variados, la comunicación de diagnósticos difíciles y el acompañamiento de momentos críticos de familiares hacen de nuestra tarea un desafío constante”, destacó la médica.
Las guardias suelen estar desbordadas, lo que Implica atender muchos casos en poco tiempo, priorizando los casos graves donde hay compromiso real de vida del paciente como accidentes o infartos, entre otros. Sobrero afirmó que diariamente se enfrentan distintos casos “desde trauma por accidentes, eventos cardiovasculares y hasta situaciones sociales críticas que requieren versatilidad y capacidad de adaptación”.
Manejar el estrés y trabajar en equipo
La médica –quien es jefa de la guardia del Hospital los días jueves– contó que el principal desafío es manejar el estrés. “En cada guardia el cuerpo y la mente están al límite, a veces con pocas horas de descanso. Todo puede cambiar en segundos, llega un paciente grave, una familia angustiada”.
“El corazón se acelera, la mente tiene que estar clara y uno siente el peso de saber que cada decisión cuenta. Con el tiempo se desarrollan herramientas para afrontarlo, la experiencia, el entrenamiento, la capacitación continua, pero por sobre todas las cosas el trabajo en equipo. Confiar en tu equipo y la vocación ayudan a mantener la calma, tomar decisiones rápidas y seguir adelante incluso en los momentos más duros”, manifestó.
“Nada se logra en soledad”
Sobrero remarcó que el trabajo en equipo “es esencial, nada se logra en soledad, somos engranajes de una misma maquinaria que funciona mejor cuando hay comunicación, respeto y compromiso compartido”.
“Saber que se puede confiar en el otro, que cada uno da lo mejor desde su lugar, que hay una red que sostiene, es lo que marca la diferencia desde la decisión clínica del médico, la enfermera que cuida con paciencia, el bioquímico que analiza una muestra o el radiólogo que aporta precisión en los diagnósticos, todos ellos forman parte del equipo”, dijo.
La medicina de emergencia es un área donde los avances y cambios son continuos. “No podemos quedarnos atrás y es importante la capacitación continua. Realizamos capacitaciones médicas, de trabajo en equipo, empatía y reuniones de grupo. El impacto emocional de nuestra tarea existe y es importante aprender a reconocerlo y encontrar espacios para procesarlo y cuidar la salud mental. Hay días que duelen más que otros y ahí estamos para apoyarnos”, finalizó Sobrero.