Agustín y una vivencia inolvidable

Agustín Barberis habló de la participación en el Ironman de Florianópolis que significó su debut en la prueba de larga distancia.
Hace una década que incursiona en el triatlón, pero recién unos días atrás tomó la decisión de participar en un Ironman, sabiendo que constaba con la preparación necesaria para llegar a la meta, como verdaderamente ocurrió en la brasileña Florianópolis.
Un recorrido de 3800 metros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42 kilómetros de pedestrismo que el atleta sanfrancisqueño Agustín Barberis completó con un tiempo de 11 horas, 26 minutos y 21 segundos, rendimiento que lo satisfizo por tratarse de su debut en la especialidad.
Un desempeño que se vio premiado con la medalla de "finisher", testimonio tangible de su aventura deportiva que guardará con orgullo, aunque el representante del Sport Automóvil Club, haciendo honor a su bajo perfil, prefiere atesorar en su interior la gran experiencia vivida a la vez que destacó el respaldo de su entorno.
-¿Corriste tu primer Ironman, era un desafío que te propusiste cumplir?
-Sí, fue mi primera experiencia en esta modalidad. Cuando comencé a practicar triatlón, no imaginaba que podría llegar a completar una carrera de tan larga duración. A medida que fui sumando horas de entrenamiento y competencias en distancias cada vez mayores, empecé a ver el Ironman como un objetivo alcanzable, y este año tomé la decisión de participar.
-Tuviste que hacer una buena preparación...
-La preparación no fue muy distinta a lo que ya venía haciendo en los últimos tres años con los entrenamientos que planificaba primero Gastón Montenegro, y luego Aníbal Gaviglio, quien me acompaña desde el comienzo del año pasado. En los últimos dos meses se fueron sumando horas de manera progresiva, pero en esencia no cambió mucho el tipo de entrenamiento.
-¿Se trató de una experiencia única por la exigencia que demanda la prueba?
-Es una carrera distinta en muchos aspectos. Por la exigencia, por los detalles de la organización, por la cantidad de participantes y de público.
En general me sentí muy bien. Algo incómodo en el ciclismo porque llovió mucho todo el día, hubo viento fuerte y un poco de frío. Pienso que eso, sumado a la falta de experiencia, hizo que no consiguiera el ritmo que quería en la parte de pedestrismo.
-¿La concentración es vital en este tipo de competencia?
-Sin dudas la concentración es un factor importante. Para llegar, creo que hay que cumplir con un plan de entrenamiento acorde, y con una correcta nutrición e hidratación durante la competencia. Con eso, y con mucha paciencia, cualquiera puede completar la prueba. Se podrá ir más rápido o más lento, esa ya es otra cuestión.
-¿Quedaste conforme con tu rendimiento?
-Sí, el objetivo era estar cerca de las once horas. Sabía que iba a ser difícil bajar ese tiempo, y que en mayor medida iba a depender de cómo pudiera correr los 42 km. Esa parte no salió como esperaba, pero en general estoy muy conforme con el registro final.
-¿Esta medalla pasará a ocupar un lugar especial en tu casa?
-No tengo un lugar especial, y tampoco le doy mucha importancia. Creo que las vivencias son las que valen, no tanto los objetos o los símbolos. De todos modos este es un recuerdo distinto, que seguramente voy a atesorar.
-¿Vas a seguir incursionando en los Ironman?
-No sé cuándo será, pero seguramente volveré a participar.
-¿En la primera parte del año habías corrido otras pruebas de menor distancia?
- Estuve en La Paz, Entre Ríos, donde se realiza un triatlón muy convocante en distancia olímpica (o estándar). Luego en el triatlón de nuestra ciudad, en modalidad sprint, logré el primer puesto de mi categoría y el quinto en la general. Y a principios de abril participé del Half de Almafuerte (la distancia es la mitad de un Ironman), donde llegué en el quinto lugar de mi categoría.
-¿Desde cuándo te volcaste a estas pruebas de exigencia física y mental?
-Se puede resumir en una frase anónima que leí por ahí en las redes: ¿por qué ser malo en un deporte si se puede ser malo en tres? Desde muy chico practiqué distintos deportes, casi siempre de manera recreativa.
Con el triatlón empecé hace unos diez años. En ese momento hacía natación en el Sport Automóvil Club, y ahí me enteré de la competencia que organizaba el SF Tria. Me inscribí en la distancia de principiantes, que consiste en 400 metros de natación, 10 km de ciclismo y 2,5 km de pedestrismo. La pasé mal, terminé acalambrado y en el último lugar. Así que debe haber bastante de porfiado y masoquista en todo esto (Risas).
-¿Tenes planificado otras presentaciones?
-Por ahora, solo un triatlón de media distancia en septiembre, y una carrera de 110 km en bicicleta, en noviembre. Tal vez sume alguna media maratón también.
-¿Algo para agregar?
-Quiero agradecer a mi familia por acompañarme siempre, a mi entrenador, y a todos mis amigos, triatletas o no, que estuvieron pendientes, me brindaron ayuda, me transmitieron consejos y buenas energías. Aunque se suele separar a los deportes en individuales y de equipo, siempre hay una gran cantidad de personas que intervienen de manera fundamental en cualquier actividad que uno se proponga realizar. Nada se consigue solo.