Adiós a las cabinas telefónicas

Hace más de 10 años había una cabina de teléfono pública cada tres o cuatro cuadras en San Francisco, hoy apenas sobreviven las 15 instaladas en la cárcel. El municipio solicitó a Telecom retirarlas de la vía pública, al estar rotas, sin servicio, sucias y ser blanco permanente del vandalismo. Tras ser removidas, se acumulan en un depósito en Córdoba, donde algunas llegaron hasta con las monedas.
En nuestra ciudad quedaban 40 cabinas con teléfonos públicos, aunque menos de la mitad funcionan. La mayoría estaban rotas, sin servicio, sucias y eras blanco permanente del vandalismo. La telefonía móvil las volvió obsoletas.
En los últimos días, luego de un pedido del municipio, la empresa Telecom retiró varias de ellas.
En tanto, de las 40 líneas TP activas, 15 corresponden y están ubicadas en el Servicio Penitenciario.
El secretario de Infraestructura, Oscar Enrico, justificó la medida diciendo que "no cumplían ningún servicio útil para la comunidad porque estaban fuera de servicio".
"Este pedido lo hicimos a principios de la gestión por un reclamo de vecinos que sostenían que las cabinas habían comenzado a ser objeto de acciones para las cuales no era la que estaban destinadas. Muchas estaban rotas por acciones de salvajismo. Si bien eran un símbolo de una época, se habían comenzado a deteriorar de tal manera y ante la falta de mantenimiento por parte de esta empresa privada por no contar con un cometido útil fue entonces que se solicitó su retiro", indicó el funcionario.
Enrico agregó que "han cambiado los usos y costumbres y el deterioro por falta de mantenimiento motivó este pedido especial para que se retire de la vía pública en una acción que finalmente se concretó".
Auge en los '80 y '90
Telecom señala que "el parque de teléfonos públicos instalados, aquellos que se encuentran en la vía pública, tiene un índice de uso casi nulo y son objeto de vandalización indiscriminada, incluso cada vez más los comerciantes o vecinos se oponen a su existencia".
Las cabinas telefónicas de la ciudad tuvieron su auge en las décadas del 80 y del 90, cuando era común ver a diario filas de personas que querían hacer un llamado a través de esas "burbujas" de la firma estatal Entel primero y después, en las torres alargadas grises y azules, que surgieron en la gestión menemista cuando la empresa de telefonía pasó a manos privadas.
En sitios de mayor afluencia de gente y zona comercial, como el bulevar 25 de Mayo, llegó a funcionar una cabina cada tres o cuatro cuadras. Luego se fueron instalando más en otros puntos de San Francisco.