Adelantarse para desmalezar
El desmalezamiento en este tiempo es una tarea que obliga tanto a propietarios de lotes como al municipio en los sectores que son espacios públicos.
La última lluvia trajo alivio para el campo de nuestra región, necesitado del aporte pluvial para que la producción agrícola pueda desarrollarse de la mejor manera. Y pese a que se necesita más agua por la intensa sequía que se vivió este año, la situación ha mejorado un poco. En la ciudad, el panorama también es beneficioso pero la mirada también debe contemplar otras facetas necesarias de atender. En este marco, la humedad que las precipitaciones han dejado en el suelo favorece el crecimiento de malezas en lotes baldíos, terrenos sin edificación, espacios verdes públicos, banquinas o en los bordes de los canales de desagüe, entre otros sectores.
Por ello, se vuelve a plantear la necesidad de mantenimiento de estos espacios. El desmalezamiento en este tiempo es una tarea que obliga tanto a propietarios de lotes como al municipio en los sectores que son espacios públicos. El yuyal se hace presente sin que se lo invite. Y la planificación de tareas para evitar que crezca es esencial para encontrar la medida de respeto a la estética urbana y, fundamentalmente, a la higiene de estos sitios, más aún en un tiempo en el que las condiciones sanitarias exigen limpieza permanente para evitar no solo la proliferación del virus que ha tenido a maltraer a la humanidad, sino también de enfermedades que tienen vectores como los mosquitos, alimañas o roedores.
En este marco, existen ordenanzas que de manera taxativa obligan a los dueños de los baldíos a tenerlos en condiciones. Por ello, el control por parte del municipio se hace impostergable para efectuar las advertencias del caso si existen incumplimientos. Pero además, son imprescindibles en este tiempo el sostenimiento de los acuerdos con los centros vecinales para la manutención de las áreas recreativas en los barrios y la ejecución de trabajos de limpieza en varios otros sectores por parte de las cuadrillas de personal municipal.
Todo esto para impedir que el verano exhiba una proliferación de malezas que, en virtud de su gran potencial de crecimiento, puede convertirse en un elemento difícil de extirpar luego. Han existido años en los que el malezal obtuvo triunfos que trajeron desasosiego y preocupación a la comunidad, en virtud de los problemas que genera su presencia y la tardía reacción que procedió a su eliminación.
Ante ello, es preciso remarcar que el desmalezamiento es una tarea central en esta época del año. Por ello, la acción del Estado local debe hacerse presente, así como la conciencia ciudadana para que la población en su conjunto comprenda primero los beneficios de mantener limpios los espacios baldíos privados y los sitios verdes comunes, tanto desde lo estético como, fundamentalmente, para resguardar la salud de todos los vecinos.