Actualización constante, el gran desafío de la educación agropecuaria
La agronomía celebra su día planteando nuevas estrategias para continuar formando profesionales. "Es el momento de autodesafiarse para volver a aprender a través del apoyo de algún profesional que guíe en los primeros pasos de la actividad", asegura Juan Ignacio Actis Milanesio.
Los ingenieros agrónomos y veterinarios tienen un rol central en la producción y tecnificación del campo argentino. Cada 6 de agosto se celebra el día de ambas profesiones en reconocimiento a la labor que realizan a diario.
Estas profesiones fueron evolucionando con los años, acompañando la transformación hacia una producción eficiente y de alto rendimiento y hoy tienen un lugar central y permite abrir nuevos canales de información a través de las herramientas digitales que propone el siglo XXI.
El ingeniero agrónomo Juan Ignacio Actis Milanesio remarcó la importancia que reviste la enseñanza agropecuaria dentro del contexto formativo de los futuros profesionales y destacó la capacidad de adaptar el mecanismo de enseñanza aprendizaje en este contexto de pandemia.
Juan Ignacio Actis Milanesio, ingeniero agrónomo.
Actualmente el profesional ejerce como asesor fitosanitario en una empresa de Porteña, representante de la línea YPF Agro y además asesora de manera privada a un grupo de productores agropecuarios.
Relacionado con la enseñanza agropecuaria a través de la constante capacitación, Actis rescató que "por iniciativa propia los profesionales participamos de capacitaciones constantes que se dan con una periodicidad de dos a tres meses, sobre todo para estar a tono con los avances que plantea esta profesión".
Desde el mismo Colegio de Ingnieros Agrónomos se brinda una capacitación que según comentó el entrevistado aLA VOZ DE SAN JUSTO, "es muy buena porque nos mantiene al tanto de las exigencias y normativas que plantea esta actividad".
Efecto pandemia
Más allá de que el Covid 19 trajo aparejado una mayor utilización de recursos tecnológicos que permiten suplir la presencialidad en la que se solían desarrollar las capacitaciones, Actis dijo sentirse "muy acostumbrado" a este tipo de herramientas digitales.
"Nos mantenemos en contacto continuo con colegas y profesionales de otras ciudades y diferentes lugares del mundo por lo que, muchas veces, utilizamos los medios de comunicación y redes para sentirnos más cerca".
Luego abordó la importancia que significa la formación de jóvenes en las escuelas técnicas de nivel medio -como el caso del Ipea Nº 222 "Agrónomo Américo Milani" en San Francisco-: "En ese ámbito el efecto de la pandemia se siente mucho más ya que obligó a suspender la presencialidad y con ello se imposibilita la formación práctica".
En cuanto a la educación universitaria, Actis estimó que "está más afianzado el mecanismo de enseñanza donde además los estudiantes están más acostumbrados a utilizar nuevas tecnologías, a la virtualidad y los profesores se han tenido que adecuar a esta realidad donde finalmente se pone en marcha una metodología bastante práctica para todos".
Formación para el trabajo
Como principal desafío para los docentes especializados en actividad agropecuaria sostuvo que "la actualización constante es quizá el reto a seguir para que la misma pueda llegar a los estudiantes que se desempeñan en el ámbito formativo".
Pese a ello, el profesional reconoció ciertas deficiencias en el protocolo académico debido a que el mismo "no está totalmente actualizado" ya que "va siempre un paso por detrás de lo que ocurre en la calle".
Teniendo en cuenta esta explicación, comentó que esa situación "tiene algunas contras porque cuando el estudiante se gradúa y comienza su vida profesional, se encuentra con una situación totalmente diferente a la que le habían mostrado en el aula".
Sin embargo, esta situación presenta una oportunidad muy importante para los profesionales recién recibidos ya que "es el momento de autodesafiarse para volver a aprender a través del apoyo de algún profesional que lo guíe en los primeros pasos de la actividad".
Además, Actis reconoció que la posibilidad que plantea el sistema educativo de reducir la cantidad de estudiantes en un mismo espacio como consecuencia de la pandemia, "presenta un escenario que hace que el conocimiento llegue de una mejor manera".
En tanto, consideró que la virtualidad que plantea hoy la enseñanza, "genera un distanciamiento en los docentes a través del cual pierden esa cercanía con el estudiante lo que puede provocar dispersiones contínuas entre los estudiantes".