A los 81 años, “Porota” es embajadora del carnaval de Sastre
Carmen "Porota" Tortone dijo que siempre se animó a bailar y cuando empieza el carnaval, se transforma. Ella lo quiere al carnaval y lo lleva en el corazón porque es lo mas grande que tienen.
"Me gusta el carnaval y bailar. Si estoy bien de salud, ¿Por qué no hacerlo?", afirmó Carmen "Porota" Tortone, que a sus 81 años fue elegida como la flamante "embajadora del carnaval", de la ciudad santafesina de Sastre.
La sorpresa de la obtención del título no desaparece en ella, que compitió con otras 9 jóvenes para obtener este título. Aun no cree cómo resultó electa, pero se animó a postularse y lo consiguió: "Un día estábamos en el centro cultural del pueblo y me anoté para el concurso. Ellos me dijeron que necesitaba un sponsor y la escuela especial aceptó serlo", recordó.
"La gente en la calle me decía que me había votado pero hasta el último momento no sabía que iba a pasar".
Para ella, "la gente me eligió por mi forma de ser, porque soy alegre, por arriesgarme a postularme a mi edad".
Una bahiana por Santa Fe
Porota se sumó a la comparsa Penambí Berá en el año 2003 y desde entonces tiene asistencia perfecta. Ella, como muchos vecinos se sumaron a la comparsa y lo hizo con los grandes vestidos bahianos y collares, su gran pasión. "Siempre me animé a bailar y cuando empieza el carnaval, me transformo. Yo lo quiero al carnaval y lo llevo en el corazón porque es lo más grande que tenemos", contó.
Un accidente de tránsito en abril del año pasado casi termina con las ilusiones y sus gana. Un auto la atropelló cuando iba en su bicicleta y tuvo que ser operada en sus piernas. Sin embargo, eso no fue un impedimento para volver a la calle a danzar. "Mis piernas me llevan muy bien por suerte. La operación fue en abril del año pasado y estaba lista para en enero volver a bailar".
Seguir adelante
Con la actitud que la caracteriza, Porota vive sola en su casa y hace de todo, desde limpiar hasta cortar el pasto, pero además continúa su labor como lavandera, algo que hizo toda su vida. "Yo me hago mis mandados solita. Me gusta ir caminando, encontrarme con la gente y saludarlos. También corto el pasto, limpio mi casa y hago todo lo que tenga que hacer sin ayuda de nadie".
"Sigo lavando ropa para otras personas, pero lo hago con el lavarropas a paleta porque el otro no sirve", aclaró la experta.
Y fue tajante: "A mí me gusta lavar, planchar y bailar. También tomarme un Cynar o un chopp porque mientras pueda, lo voy a hacer".
La vida también golpeó. Uno de sus hijos falleció en un accidente de tránsito hace unos años. El hombre era locutor de radio y conductor de un programa de chamamé por eso, ella, es fanática de la música que le recuerda a su hijo. "El chamamé me devuelve el alma y me recuerda a mi hijo. Me apasiona tanto como el carnaval", reflexionó.
"Hay que disfrutar la vida"
Carmen es una mujer vital y tiene muy claro que para ella "Hay que disfrutar de la vida. Cuando uno tiene ganas de hacer algo lindo, ¿Qué tiene que ver la edad?".
"En Sastre, el carnaval es lo más grande que tenemos y por qué no voy a participar. Estar sentando todo el día en una silla no sirve. Puedo entender que tengan un problema de salud pero no siempre es así", aseguró.
Con el amor y las ganas invencible, la mujer aseguró que no piensa retirarse de las pistas. "Mientras la salud de lo permita, lo sigo haciendo y si tengo que usar bastón, lo decoraré y que todos digan que son una mujer coqueta. No me gusta viajar, pero hasta Gualeguaychú no paro", concluyó.