A casi un mes del temporal, un gigante árbol mantiene en alerta a una familia en La Florida
Debieron desalojar la habitación donde el ejemplar, que pertenecía a otra casa, quedó apoyado, lo que provocó una gran fisura por donde escurre agua cuando llueve. "El patio parece un campo minado", sostienen.
En la casa de Roberto Mitchlig y Analía
Grangetto, ubicada en Suipacha al 1000, en barrio La Florida, todo era una vida
normal hasta la noche del temporal el 14 de diciembre pasado. Esa madrugada, el
viejo eucalipto de su vecino que estaba cerca del tapial que dividía ambos
terrenos sucumbió a causa de las ráfagas de viento.
"Nos despertamos con un ruido muy fuerte y lo primero que hicimos fue salir para el frente. Ahí, el vecino nos preguntó si estábamos bien y nos dijo que se había caído el árbol", recordó Analía a LA VOZ DE SAN JUSTO, a casi un mes del violento temporal.
El tapial cedió y el árbol quedó apoyado sobre la habitación de sus hijas provocando una gran fisura por la que se filtra el agua de lluvia generando humedad, amén de que hay escombros y partes del eucaliptus por todos lados. La caída del ejemplar además trajo otros problemas al romperse un caño de gas.
Si bien durante el breve tiempo posterior a la tormenta el reclamo fue respondido por la municipalidad, todavía hasta ayer nadie les brindó una respuesta certera. "Desde el municipio vinieron con un ingeniero y evaluaron los daños, pidieron que desalojáramos la habitación donde está apoyado el árbol, y nos dijeron que iban a elevar un informe pero no pasó más nada. Igual nosotros seguimos preguntando todos los días cuándo vendrán", expresaron.
Por lo pronto, el viernes por la tarde las cuadrillas municipales ya retiraron una gran cantidad de ramas que estaban frente al domicilio.
El árbol mismo se sostiene
El eucalipto, que creen tendría alrededor de 80 años, no cayó en seco sino que primero se resquebrajó. Fue uno de esos troncos fisurados el que rompió el tapial y evitó que todo el peso muerto de la planta cayera en la casa de calle Suipacha.
"Está apoyado sobre un tronco más chico, pero el de arriba es mucho mayor. Nosotros notamos que en los últimos días el resquebrajado cada vez está peor", adujeron en la casa.
Este peligro no es solo para esta familia, sino también para la que tiene su vivienda al lado y que si bien por ahora no tiene ningún daño, el riesgo es latente.
Mientras tanto, la imagen solo desde afuera es imponente. Un árbol que pareciera flotar en el aire pero que cuando se intenta pasar al patio de la familia es una misión difícil porque en parte está apoyado sobre una habitación.
"Nos causó daños en la habitación de mis hijas, nosotros dormimos en la de al lado y también es un peligro. En la de ellas hay una fisura por donde entra humedad y el fin de semana (pasado) que llovió sacamos tres baldes de agua", detallaron.
Humedad y peligro. La habitación que debieron desalojar
Una gran grieta
La caída del árbol causó los daños inmediatos en la casa de los Mitchlig, pero también podría extenderse a la siguiente. En la del dueño del terreno donde estaba plantado dejó un gran agujero y las raíces están en el aire.
Su tapial quedó destruido y parte de la infraestructura que había en el patio propio también. Las dos viviendas están unidas por un montón de escombros desparramados por el lugar, en lo que "parece un campo minado".
Los días posteriores a que ocurrió todo, los bomberos llegaron hasta la casa y quitaron parte de las ramas del eucaliptus para que se pudiera facilitar el acceso al patio de la casa.
"Las ramas ellos las sacaron y todavía también esperamos que las pasen a retirar, pero queda mucho, principalmente porque el árbol sigue estando apoyado ahí", sintetizaron los miembros de la familia damnificada.