50 años de Cacnovi: el “hogar” donde Milagros y Malvina encontraron independencia
En este espacio recibieron estimulación temprana, aprendieron braille y todas las herramientas para poder desenvolverse en la vida siendo ciegas. Es el único centro en la ciudad y la zona que trabaja específicamente con la discapacidad visual y hoy cumple medio siglo de importante tarea para la comunidad.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Milagros Boscacci y Malvina Mayorga nacieron antes de tiempo. La retinopatía del prematuro, un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo que ocurre en estos bebés, les dejó como secuela la ceguera.
Son dos mujeres que, a pesar de su discapacidad visual, pudieron realizarse en la vida logrando metas de estudio, trabajo -ambas cantan y dan clases de canto- y familia. Hoy, junto a la comunidad, celebran con alegría los 50 años del Centro de Acción Comunitario de No Videntes (Cacnovi), al que sienten como "su hogar" donde pueden expresarse, aprender y que les permitió descubrir el mundo que no pueden ver con sus propios ojos, logrando independencia.
Cacnovi cumple hoy 29 de octubre un nuevo aniversario de importante tarea en la ciudad, trabajando para que las personas con baja visión y ciegas puedan tener mayor autonomía e integrarse a la sociedad. Nació en 1972 con el objetivo de agrupar a las personas ciegas de San Francisco y la zona, en una acción comunitaria para que se integren a la sociedad y luego fue ampliando sus servicios. Es el único en la ciudad y la zona que trabaja específicamente con la discapacidad visual.
Durante todos estos años, el centro -que es una ONG sin fines de lucro- fue creciendo de acuerdo a la demanda de la comunidad de San Francisco y la región y actualmente realiza gestiones con el objetivo de lograr la categorización, que le permitirá trabajar con obras sociales y brindar mejores servicios.
"Mili" y Malvina contaron sus sentimientos a LA VOZ DE SAN JUSTO en esta importante celebración de este espacio y ambas coincidieron en afirmar que Cacnovi es para ellas "su segunda casa, una familia". Allí recibieron estimulación temprana cuando comenzaron a asistir desde muy chicas, aprendieron braille y todas las herramientas para poder desenvolverse en la vida.
En la institución Mili aprendió mucho y sigue aprendiendo. "Cacnovi es un lugar hermoso. Más que una institución, es una familia, un hogar donde me siento cómoda y puedo hablar del tema que quiera, por supuesto siempre con respeto. Pasé todas las etapas de mi vida acá y además de aprender las habilidades para poder desenvolverme en el mundo, también pude encontrar amigos", dijo.
Agregó que en Cacnovi "pude encontrar mi espacio para desenvolverme y poder sentirme libre, expresarme, contar todo lo que siento, lo que pienso, mis enojos y mis alegrías".
Para Mili es importante que las nuevas generaciones "valoren y respeten mucho este espacio que se hizo con mucho sacrificio pensando en el bien de la sociedad y particularmente de las personas que no tienen el sentido de la vista y que tiene que aprender a valerse por sí mismas con adaptaciones. El trabajo es día a día, a pulmón, es un sacrificio que se hace todos los días para que nosotros tengamos todo lo necesario".
Afirmó que en esta "casa" econtró a su mejor mejor amigo Martín Pattavina. "Martín me apoya en todo y las mujeres más grandes que las considero como mis abuelas, la abuela que no tuve, las quiero mucho a todas porque me abrazan, me dan cariño".
"Con humildad digo que las profes de Cacnovi son las mejores porque le ponen mucha onda todos los días a cada cosa que hacemos, siempre van para adelante nos incentivan mucho. Siempre digo que son como mis otras tías, yo tengo muchas tías y ellas también lo son", aseguró.
"Cacnovi es un lugar hermoso. Más que una institución, es una familia, un hogar", dijo Milagros
El sueño de ver sigue intacto
Las coordinadoras y compañeros de Cacnovi fueron los primeros que se enteraron de su sueño de viajar a China para operarse y poder recuperar la visión y estuvieron siempre apoyando la campaña. Hoy, Mili espera con ansias que se abran nuevamente las fronteras en el lejano país que fue el epicentro de la pandemia de covid. Tiene todo casi listo, solo le faltan las visas y tramitar el pasaporte esperando que le avisen para poder viajar.
"Con el viaje todavía no sabemos nada, porque hasta que no abran en China no podemos ir. Logramos pagar los pasajes y todo lo necesario, solo nos falta las visas y los pasaportes", manifestó la joven.
"Marcó mi vida"
Malvina vive en Saturnino María Laspiur junto a su esposo Juan Manuel Rivara, quien también es ciego debido a las secuelas de su nacimiento prematuro. Los dos son un ejemplo de resiliencia, padres de Aarón de 7 años y Thiago de 3 años, trabajadores y artistas llevando música a todas partes.
"La institución marcó mi vida porque me brindó las herramientas necesarias para poder desenvolverme. Me siento acompañada, aparte de ser una escuela en donde se puede aprender braille y otras cosas, también brinda contención porque forma parte de tu vida. A veces estaba triste y cuando llegaba me esperaban con alguna merienda rica, me hacían reír, como en un hogar", dijo Malvina.
Remarcó como un mensaje a toda la comunidad que es "importante que se siga apoyando a instituciones como Cacnovi porque es para todos, porque se brindan muchas cosas que quizá no se difunden, sin estos espacios, sería muy difícil para las personas con discapacidad visual. Con esto es mucho más fácil superarse y llegar a donde uno quiere".
El agradecimiento
de toda una familia. "Cacnovi marcó mi vida", expresó Malvina
"Compartí mucho con algunos compañeros y la seño 'Ely', Elizabeth González para mí fue como una madre, esa persona que dio todo en cualquier momento de su vida sin medir, sin poner nada delante de nosotros, siempre fuimos como su familia, nunca nos dejó solos", recordó.
Afirmó: "Eso solamente lo hace una madre y me emociona pensarlo, porque dejó también su familia, siempre nos transmitió la esperanza de que podíamos y ahora están los resultados. Le agradezco a la seño Ely el estar siempre presente, el lucharla con vocación".
"Después llega el momento en que las riendas de la vida la tenemos que tomar cada uno de nosotros, además de que nos den las herramientas creo que es una cuestión de actitud y la decisión es de uno, a veces la familia misma te poner la barrera por la discapacidad pero tienen que entender que si podemos aunque seamos ciegos", manifestó Malvina.
Tras una serie de actividades realizadas durante el mes de octubre, hoy sábado 29 a als 19, en el Superdomo se realizará un acto y un ágape en el que participarán ex alumnos, familias, autoridades municipales y se recordará a los fundadores. ¡Feliz cumpleaños Cacnovi!.