30 años sin María Soledad: su mamá dijo que "hubiera logrado todos los títulos que quería"

Ada Rizzardo, madre de María Soledad Morales, cree que también tendría nietos de su hija cruelmente asesinada en 1990.
"Si María Soledad estuviera viva, yo estaría feliz. Sería abuela porque tendría uno o dos nietos más de parte de ella", asegura su madre, Ada Rizzardo de Morales, quien tiene el recuerdo de su hija a flor de piel y así se imagina que sería su vida con ella.
"Yo estaría feliz, contenta como lo estoy con mis otros hijos, recibiéndola en mi casa como recibo a mis hijos cuando me vienen a ver", dice Ada, madre de siete hijos junto al retrato de Elías Morales, su marido fallecido el 1 de agosto del 2016 tras sufrir un accidente cerebro vascular (ACV).
La mujer recibe a diario en su casa a sus hijos Ana Lía, Ana Claudia, Ada María, Elías Ariel, María Belén y Agustín Luis, y a sus nietos.
Según Ada, su hija María Soledad "seguramente hubiera logrado todos esos títulos que quería y le hubiese dicho 'gracias, hija mía, por todo lo que has hecho con tanto sacrificio', porque ella quería estudiar, sacrificarse para ayudarnos a nosotros y le daría las gracias".
"Cuando falleció mi hija, mi hijo mayor tenía 18 años y los demás eran adolescentes y menores, hoy tenemos conversaciones con los nietos que ahora son mayores y quieren saber", recordó en una entrevista con Télam.
"Mis hijos saben lo que pasó con su hermana y ellos piensan que cada vez que tocan el tema, yo me pongo mal. Ellos fueron testigos del sufrimiento, del martirio que tuvieron sus padres", dijo.
"Yo estaría feliz, contenta como lo estoy con mis otros hijos, recibiéndola en mi casa como recibo a mis hijos cuando me vienen a ver", dice Ada, madre de siete hijos junto al retrato de Elías Morales, su marido fallecido el 1 de agosto del 2016 tras sufrir un accidente cerebro vascular (ACV).
La mujer recibe a diario en su casa a sus hijos Ana Lía, Ana Claudia, Ada María, Elías Ariel, María Belén y Agustín Luis, y a sus nietos.
Según Ada, su hija María Soledad "seguramente hubiera logrado todos esos títulos que quería y le hubiese dicho 'gracias, hija mía, por todo lo que has hecho con tanto sacrificio', porque ella quería estudiar, sacrificarse para ayudarnos a nosotros y le daría las gracias".
"Cuando falleció mi hija, mi hijo mayor tenía 18 años y los demás eran adolescentes y menores, hoy tenemos conversaciones con los nietos que ahora son mayores y quieren saber", recordó en una entrevista con Télam.
"Mis hijos saben lo que pasó con su hermana y ellos piensan que cada vez que tocan el tema, yo me pongo mal. Ellos fueron testigos del sufrimiento, del martirio que tuvieron sus padres", dijo.