“Se pueden contar cosas serias desde el humor”

El autor de "Bajo Terapia", que le valió un premio Carlos, sostuvo que "ganó el libro y también ganaron ellos", destacando la actuación y dirección de la obra. "Siempre me interesó la comedia dramática, tratar de ponerle humor al drama, a los conflictos existenciales", confesó.
Por Stefanía Musso | LVSJ
El teatro independiente de la ciudad llegó a lo más alto. En esta temporada 2022, La Comedia San Francisco levantó el premio Carlos al Mejor libro teatral por la obra "Bajo Terapia" y fue ovacionada por la crítica y el público que cada sábado la elige en el Zorba de Villa Carlos Paz, no solo por la calidad interpretativa sino también por la actualidad de la trama y un desenlace que sorprende.
Detrás de ese reconociendo está la pluma de Matías Del Federico, escritor, dramaturgo y actor que acostumbra, con una brillante capacidad para la escritura, a traducir en comedia teatral temáticas actuales, pasando también por el drama y otros géneros.
Del Federico, de 40 años y oriundo de San José de la Esquina (Santa Fe), dialogó con LA VOZ DE SAN JUSTO sobre esta distinción a su trabajo, el valor de llevar a escena cuestiones tan cotidianas como profundas como el tema de la violencia de género, en el caso de "Bajo Terapia" pero también otros como la discriminación y la paternidad, que imprime en historias de su autoría, y para las que basta el reconocimiento de la gente.
Orgulloso del premio recibido, Del Federico destacó la importancia que este haya llegado de la mano de una obra de un grupo independiente, del interior del país y resaltó el talento y profesionalismo de su director Adrián Vocos y los actores.
- ¿Imaginaste alguna vez la repercusión que iba a tener de "Bajo Terapia"?
Es increíble lo que pasó con esta obra. De hecho, llegó a través del concurso "Contar" que fue hecho con la intención de que nuevos autores argentinos llegaran con sus trabajos a la calle Corrientes, en Buenos Aires, al teatro comercial. La obra quedó seleccionada, se estrenó y desde 2015 siempre se está presentando tanto en el interior del país como afuera, ¡ya se estrenó en 20 países!. Es como una película impensada y muy emocionante todo lo que pasó con la obra.
- ¿Te emocionó haber obtenido un premio Carlos?
Ver al elenco fue muy emotivo. El Teatro Zorba es muy especial para mí porque es un lugar donde fui con mi grupo de teatro en 2007 a probar suerte y a volantear. Sentí la nostalgia y me recordó lo que nosotros vivimos, porque sé lo difícil que es todo, lo que hay que remarla para estar ahí. Me encanta que haya sido con un grupo independiente, con actores desconocidos para la mayoría de los espectadores de Carlos Paz y del país. Estoy seguro que iniciarán un camino muy merecido. Hay muchos actores y directores del interior con mucho talento en la Argentina. Estos premios dan reconocimiento a toda la pasión y profesionalismo que hay. Ganó el libro y también ganaron ellos.
La primera, la exitosa
- ¿Cómo nace "Bajo Terapia", tu primera obra?
La obra viene de un principio de cuento que se basaba en la historia de un grupo de parejas que sentadas en una mesa de fin de año se ponen a discutir sobre sus problemáticas y desde ahí, me pareció que era una buena idea trasladarlo al teatro.
- También escribiste otras obras que tocan temas sensibles como la no paternidad en "Casados sin hijos", la amistad en "Los amigos de ellos dos" y también sobre personas con trastornos como es el caso del Síndrome de Asperger en "Para Anormales". Temas que a veces rozan el tabú.
A mí me interesa escribir sobre temas relacionados a lo humano, a lo social. Tampoco es una decisión que impongo si no que es algo que surge, que me entusiasma hacer cuando empiezo a escribir. No es incómodo. Lo vinculado a las relaciones o al a convivencia como es el caso de parejas, es algo que también sale en mis cuentos. Siempre me interesó la comedia dramática, tratar de ponerle humor al drama, a los conflictos existenciales.
- ¿Cuáles son los desafíos y las limitaciones?
El desafío está en que la comedia le deje lugar al drama y la historia de fondo. En "Bajo Terapia" uno va siguiendo una trama, pero por debajo se va tejiendo otra cosa más densa que en la superficie se ve más liviana. Esa comedia que se ve todo el tiempo tiene un drama que se va armando hacia un final más abrupto y más dramático. Esta obra tiene el desafío de tocar temas dolorosos para las parejas, y también desde los más livianos hasta los más profundos, siempre tratando de crear una reflexión y que el público se vaya a su casa con la obra en la cabeza cuando cruce la puerta del teatro. A mí me gusta este tipo de género, el de la comedia dramática. Creo que se pueden contar cosas serias desde el humor. Se puede tocar cualquier tema dependiendo el contexto en que uno los trate.
"Es como una película impensada y muy emocionante todo lo que pasó con la obra".
- ¿Hay cosas que no se pueden decir en el teatro?
No sé si hay cosas que en el teatro no puedan decirse. Los tiempos van cambiando y personalmente, creo que está buenísimo que haya situaciones que hoy no nos harían reír, que veíamos más en la televisión, pero también en el teatro, como el humor sexista que hoy ya no causa gracia. Más allá que pueda hacerse o no, no causa gracia. Hoy podemos hablar de todo, pero depende del contexto. En la obra "Bajo Terapia", claramente impera el machismo, hay chistes machistas, pero están puestos desde un lugar para dejar en evidencia al personaje, casi en un lugar patético y ridículo y creo que la gente se ríe porque entiende lo ridículo de esa forma de pensar.
- En Carlos Paz, las obras están "diciendo" mucho, como es el caso de Sex, pero desde la comedia. ¿Es algo que trajo la pandemia?
Las comedias por lo general, más allá del coronavirus, han sido predominantes en el teatro. Ya sea la comedia de enredos o la dramática, siempre hay abundancia porque generalmente es lo que el público consume. De todos modos, me parece importante que no se haga una marca y que haya diversas propuestas como el teatro absurdo, el de autor, drama, comedia musical. Está bueno que haya diversidad y no se apueste solo a la comedia.
Del interior, creando y escribiendo
- ¿Cómo llegaste al teatro?
Mi llegada al teatro fue a través de mi familia. Mi abuelo Dino Del Federico fundó hace más de 50 años un grupo de teatro en mi pueblo y yo me incorporo al mismo cuando mi papá Osvaldo tomó la dirección. Desde los 15 años soy miembro estable del grupo de teatro Dino Del Federico.
- ¿Y a escribir?
Mi camino es como el de la mayoría de los escritores. Primero, siendo un gran lector de obras de teatro que es lo que nos hacía leer mi papá en los talleres teatrales; luego, también la literatura como cuentos y novelas que fue lo primero que comencé a escribir. Se trataba de relatos más cotidianos.
- Sos del interior, como nosotros. ¿Cómo llegaste a la gran ciudad?
Soy de un pueblo de 7000 habitantes, cerca de Rosario y donde vivo a pesar de mis viajes a Buenos Aires por trabajo. Allí tengo mi grupo familiar de teatro de más de 50 años. Es un grupo amateur donde se hace todo con mucha pasión.
- ¿Cómo fue el contacto con Adrián Vocos?
Hablamos cuando querían hacer la obra. Seguí el estreno en San Francisco a través de las redes sociales. El poder seguir como autor lo que pasa con las obras propias en distintos lugares, nos permite estar presente, saber los comentarios de la gente, qué le pasa a los actores, pero a la distancia. Lo más gratificante que tiene un autor es saber qué le pasa al público con una obra tuya como así también al director y los actores. Siento que les gusta mucho actuarla, representarla y lo hacen con real entusiasmo. Se siente cuánto quieren el texto.
"El teatro nunca desaparecerá"
- En plena pandemia, el teatro fue el primero que cerró y casi de los últimos en volver. Así y todo, sobrevivió. ¿Por qué?
El teatro es un gran sobreviviente, desde siempre. Lo hizo con el cine, con la televisión y sigue ahí. Tiene algo que es único e irrepetible que son los actores en vivo frente al público que es una parte indispensable. Cada función es única y cualquier cosa puede desmadrar lo que se ensayó por meses, por ende, es mágico y por eso no va a dejar de existir. En plena pandemia existió el teatro a través de streaming, que luego perdió fuerza porque el teatro no es teatro sin el espectador riéndose, atrapado o desinteresado. Por su esencia misma, el teatro nunca va a desaparecer.