Nunca es tarde: “Estudiar fue una forma de superarme y de cambiar mi vida”
Desde su adolescencia Claudio Carle tuvo una vida muy dura pero nunca bajó los brazos. A sus 50 años se recibió de martillero público mientras atiende su despensa. Fue vendedor ambulante, albañil, verdulero, almacenero y en los próximos meses comenzará a trabajar en el estudio jurídico de su hija.
Claudio Carle tiene su almacén en el corazón del Centro Cívico. Más conocido por todos los vecinos como Toni - que en realidad es el nombre de su comercio-, es el proveedor de los edificios que rodean la plazoleta Rincón Español, pero además es un gran amigo y muy buen confidente, según contaron sus clientes.
Carlos es quien te da todos los días los buenos días mientras te vende las facturas para el desayuno o es el que no deja que te falte nada para hacer el almuerzo o la cena.
Hace unos días recibió su diploma de corredor inmobiliario y martillero público y Judicial, la carrera que anheló, soñó y que finalmente logró cursar a sus 50 años.
Tras largas siestas de estudio en la proveeduría, muy pronto, comenzará a trabajar en el estudio jurídico de su hija. "Hace 30 años que soy comerciante, pero desde el 23 de diciembre del año pasado me convertí en profesional, me recibí de corredor inmobiliario y martillero público y judicial", contó orgulloso Claudio.
"Tuve la suerte con mucha dedicación de poder recibirme", agregó.
A sus 50, "Toni" decidió convertirse en corredor inmobiliario y martillero público.
Retomar el camino
La vida para Claudio no fue fácil. Él pudo hacer solo parte del secundario en el Colegio Superior San Martín ya que la vida lo obligó a abandonar en el camino. "Mi papá falleció cuando era adolescente, sufriendo mucho y tuve que dejar la escuela porque estaba solo, no tenía oportunidades", recordó Claudio.
Fue vendedor ambulante, albañil, tuvo su verdulería y empezó a crecer en el ámbito comercial en Frontera hasta que la inseguridad lo obligó venir a San Francisco para abrir el local donde trabaja hoy y pudo empezar una vida nueva.
En ese proceso de crecimiento, hace cuatro años terminó el secundario y decidió estudiar la carrera universitaria para el día de mañana cumplir el sueño de tener un estudio jurídico con su hija.
"La idea de martillero es porque justo una de mis hijas estaba estudiando, hoy es abogada y la idea es llevar adelante un estudio jurídico e inmobiliario. Esto se veía truncado por mi situación, pero al tomar la determinación de estudiar, lo pude lograr", confió Claudio
Dedicación, esfuerzo, sacrificio. Así fue el proceso de Claudio mientras trabajaba y estudiaba. "Vengo todos los días al negocio desde las 7 a las 21, pero a las horas de la siesta, estudiaba. Lo más difícil del proceso del estudio fueron las materias de la carrera que son de Abogacía", recordó.
"Más allá de todo, uno necesita tiempo para el estudio y no mezclarlo con el trabajo", sostuvo. Para Claudio, "llegar al final es lo que me mantenía con ganas. Es una profesión que me gusta y más aún, acompañar a mi hija en su proceso laboral. Esta es una carrera que abre varias puertas".
"Estudiar fue una forma de superarme, de cambiar mi vida y dejar de lado lo monótono. Cuando me dí cuenta que podía cambiar, lo hice. Es una satisfacción personal, se lo debía a mi padre y es el resultado de mucho sacrificio, de lucharla, ser ejemplo para mis hijos y que se sientan orgulloso de lo que uno hace y para quien lo hace. Es un logro único y más a mi edad".
A pronto de ejercer, con la idea de trabajar por la mañana en la proveeduría y luego con su hija en el estudio, Claudio espera ejercer su profesión "de la manera más honesta y transparente posible".
Pero no todo queda allí. "´El hombre envejece cuando deja de soñar´, dijo una psicóloga y por eso espero poder seguir adelante con este sueño familiar de un estudio donde todos podamos mejorar nuestra vida, que mis hijos y nietos puedan seguir este camino y entender que no todo está perdido. No hay que bajar los brazos y salir adelante".
"La vida me permitió cumplir sueños y estoy agradecido por lo que estoy viviendo", concluyó.