La canción sobre “Bar Horacio” que suena en Europa

El artista sanfrancisqueño Gabriel Buffa, quien actualmente reside en Irlanda, lanzó en estos días una pieza musical que recuerda esa esquina tan característica de nuestra ciudad.
Por Manuel Montali | LVSJ
Empezaba el 2002. Yo tocaba la batería en una banda de rock que hacía covers de Led Zeppelin. Con la música andábamos bien. Pero nos faltaba un vocalista que hiciera de Robert Plant. Y teníamos que presentarnos en Búffalo, un antro de rock ubicado en el Pasaje Neuquén. Dimos varias vueltas. Lo buscamos a Pablo Salvay. No quiso y nos recomendó hablar con un amigo suyo de apellido Lovera. Estábamos a horas de ese show que no sé bien por qué habíamos aceptado, cuando a alguien de la banda se le ocurrió pedirle a nuestro tecladista y clarinetista que dejara de lado su faceta instrumental para ocuparse del canto. La improvisación, predeciblemente, salió bastante mal. Cuando terminó el recital, uno de los encargados del local, Fernando "Fly" Belzagui, se acercó, me dio una palmada en la espalda como para compadecerse del papelón, y me dijo: "Ustedes bien, muchachos. Vos vas a llegar lejos. Pero el cantante, flojo. Rájenlo".
Era muy difícil que se imaginara que ese cantante, en realidad, ya la rompía musicalmente, y que era uno de los miembros más destacados de la banda municipal. Su nombre es Gabriel Buffa, y hoy triunfa en Europa, afincado en Cork (Irlanda), donde lanzó en estos días una pieza musical llamada "Bar Horacio", que recuerda esa esquina tan característica de nuestra ciudad.
Este bar es un lugar muy especial. Sin pretensiones. Lugar de reunión, fútbol, tragos y algún truquito con la bandeja de porotos para contar los puntos. Todos los sanfrancisqueños lo conocen por ese nombre, aunque nunca se haya llamado así. A su vez, lo conocen muchos más por fuera de la ciudad, ya que fue elegido para aparecer en la película "Sangre Vurdalak". Porque ahí en "Bar Horacio" siempre hay alguna historia esperando. Como la que motiva el tema compuesto por Buffa, con el que imprime la imagen de este lugar ahora también en el Viejo Continente.
Ese tema es la excusa para entrevistar (para escuchar) a un talento local que sobresalió siempre por encima de los músicos de nuestra generación. "Algo que muchas veces hablamos con amigos de 'San Fran' es que lugares como 'Horacio' son difíciles de encontrar. En 'Mardel' hay un bar que se llama 'Los duendes', en el que van y tocan y cantan tangos. Abre a las doce de la noche y le dan derecho hasta que se hace de día, como 'Horacio', y va todo tipo de gente también. Acá en Cork está lleno de pubs pero todavía no encontré uno como 'Horacio'. Sé que debe haber alguno porque pasé por varios 'antros', pero solamente por fuera. Ahora que no hay más restricciones se abrió todo", contó a través del espejo de agua.
De San Francisco a arreglar para Bersuit
Gabriel, "Buffín" para nosotros, hereda la pasión musical desde la cuna. Su padre tocaba el trombón en la banda municipal, a la que él luego ingresó siendo un chico. Lo conozco desde aquella época, cuando ya se destacaba con el clarinete a las órdenes de Ángel "Tato" Grangetto. Como se destacaba después, en las bandas de rock que compartimos, cuando tocábamos en lugares como Alfredo's (en sus dos ubicaciones céntricas, sobre Bv. 25 de Mayo y calle Colón) y el ya mencionado Búffalo. Lo de cantar Led Zeppelin es apenas una anécdota graciosa, porque el recuerdo que más le hace justicia es el de los cientos de ensayos, donde era como Paul McCartney en los documentales beatles, con un poco más de paciencia, marcándonos los tiempos y lo que teníamos que hacer. "Acá entra el bajo. Acá, la batería... ¡Pero no le agregues más palos!".
Volviendo la vista a esos años, dijo: "Siempre estuve interesado en el rock porque en San Francisco en los noventa había muchos grupos y se hacían festivales y se tocaba en bares. Tocaba teclado para poder encajar porque con el clarinete era imposible. Ahora, con las posibilidades de buenos micrófonos y efectos, uno puede convertir un clarinete en un elefante".
De aquí, al término del colegio secundario, se trasladó a Córdoba para estudiar durante seis años clarinete y composición. El paso siguiente sería Mar del Plata, como solista de clarinete y arreglador en la Banda Sinfónica Municipal durante doce años, donde aprendió cómo funciona un organismo de más de cuarenta músicos. Pero esta faceta también la había venido cultivando desde chico en San Francisco, cuando entró a la banda juvenil dirigida por Ruchi Esser. "Yo tenía doce años y me parecía algo inalcanzable escribir para tantos músicos. Pero estudiando y con mucha paciencia terminé trabajando como arreglador de la Banda Sinfónica de Mar del Plata. Uno de los mayores logros fue poder tocar con el grupo Bersuit Vergarabat con las adaptaciones sinfónicas que escribí para ese recital en la 'Torre Tanque'", destacó.
De sus trabajos para banda sinfónica destaca a su vez "Suite por la Libertad", que compuso para un concurso de composición de la Fuerza Aérea Argentina y por el que recibió una segunda mención de honor. "Ese fue el último trabajo que hice con aires folclóricos, y fue antes de venir a Irlanda", detalló. Otra obra premiada fue "Dos ciudades de Oriente Medio", por la que obtuvo una mención en un concurso que organizó la Banda Sinfónica Municipal de Córdoba.
El artista local comenzó a tocar el clarinete en las filas infantiles de la banda municipal de San Francisco
En el 2019, la Banda Sinfónica de Mar del Plata cumplió cien años de existencia. Escarbando en su archivo de partituras, Gabriel se encontró con "cosas realmente antiguas donde apenas se puede apreciar lo que está escrito". Dato no menor, en la época en que su papá tocaba el trombón en la Banda Municipal de San Francisco, muchas de esas partituras llegaron a nuestra ciudad. "Me acuerdo cuando tocaba en la banda juvenil teníamos de esas partituras que tenían un sello con un número en la parte superior", rememoró.
En "La Feliz" grabó además dos álbumes con su música, que considera muy relacionada con San Francisco. Este grupo se llamaba "Cheto'e Campo". Canciones de alto nivel, con un gran sentido del humor. El primer álbum se tituló "Populist Cheto" y el segundo -grabado antes de su mudanza a Irlanda-, "A la Bosta". Ahí sumó otra joya a su currículum, tocando el didgeridoo, un instrumento originario de Australia, "con sonidos graves muy interesantes y posibilidades de amplificar el beatbox con un toque a madera".
El salto de charco
Hace un año y medio, Gabriel y su familia (su pareja, la también sanfrancisqueña Luciana Scocco, y él hijo de ambos, Goran, de cuatro años) se decidieron a saltar el Atlántico, siguiendo distintas oportunidades laborales.
Sobre ello explicó: "Las capitales europeas en general son muy caras para vivir. Cork es una ciudad secundaria pero con un conservatorio 'zarpado'. Tiene doscientos pianos Steinway. Cuando vi eso no lo podía creer... Al estar dentro de la comunidad europea, también era más fácil con los pasaportes 'tanos' y esa historia".
Allí, el músico local inició nuevos estudios de composición "con un personaje que se llama Stephen Parker", quien en este momento se encuentra en Constanza, Rumania, a cincuenta kilómetros del conflicto bélico Ucrania-Rusia. Asimismo, comenzó a tocar el clarinete y clarinete bajo en dos bandas sinfónicas y un grupo de tango.
Cork, oscuridad y Cobain
Sobre su ciudad actual, manifestó: "Es muy linda en la oscuridad. En Irlanda en general llueve doscientos días al año. Las calles, veredas y paredes están mojadas casi permanentemente. Uno puede apreciar las luces reflejándose en todo durante la noche. Kurt Cobain contó que al enterarse de su ascendencia irlandesa recordó su gira por Irlanda y las emociones que sintió en Cork. Dijo que mientras caminaba por la ciudad nunca se sintió tan espiritual y al borde de las lágrimas como en ese día. Pienso que la música que estoy haciendo ahora está en sintonía con esa idea de oscuridad, calles mojadas, llovizna en la noche. Me suena ridículo leerme describiendo mi música porque claramente no soy ni Kurt Cobain, ni Madonna.. pero sé que no estoy sordo y lo que hago es algo que tengo la necesidad de escuchar y disfruto".
Gabriel pinta a Cork como una ciudad plagada de pubs, en muchos de ellos con música en vivo, sobre todo música tradicional irlandesa, donde los músicos tocan sentados a la mesa, "birra" mediante. En este tipo de bares solamente se bebe, no suelen servir comida. Por el medio de la ciudad corre el río Lee. Desde los puentes uno puede ver la claridad del agua y hasta se ve el fondo. "Pero siempre que pienso en el río Lee tengo la imagen de una masa oscura de agua moviéndose lentamente", dijo. Tiene un blues inspirado en ello, que se llama "River Lee":
La situación de pubs con música tradicional le trae a la memoria también "Los duendes", un bar de Mar del Plata que "abre todos los días a la medianoche y cierra cuando se hace de día. Tocan y cantan tango. Hay algunos músicos que están fijos, tocan para abrir la noche y hacen su rutina, lo que no deja de ser interesante porque tocan muy bien. Y después está el público que también participa cantando algún tango como quien va a una jam session. En mi composición para orquesta: 'Zombie Apocalypse' que hice en el 2019 antes del Covid, hay dos secciones de tango que son una referencia a 'Los duendes'":
Cork, la oscuridad y las calles mojadas, una de las imágenes que inspira la exploración musical de Buffa.
Bar Horacio y vuelta a Búffalo
Y entre pubs y música, "Bar Horacio" tiene otro antecedente. Se llama "Palo Borracho", en homenaje a un típico bar de la capital cordobesa, muy popular entre los estudiantes de Nueva Córdoba a mediados del 2000.
"Siempre íbamos a 'Palo Borracho'. Un día estaba tomando con un amigo pianista y me pidió que escribiera algo para piano a cuatro manos. Me interesaba mucho la estética minimalista en esa época así que fue por ese camino la idea. Cuando la terminé la titulé con el nombre del bar", dijo.
No obstante, la composición que remite a nuestra ciudad se inscribe en otra búsqueda: "Cuando llegué empecé a trabajar con melodías tradicionales irlandesas e hice una suerte de fusión -explicó Buffa-. Desde que estoy en Cork trabajo mucho con loopstation y el clarinete bajo, yendo por caminos que sugiere el jazz. Es muy útil para grabar varias líneas sonoras simultáneas. Uno tiene un universo de posibilidades. Eso puede abrumar a veces por eso siempre trato de concentrarme en una pequeña idea y desarrollarla tratando de mantenerme simple dentro de mi lógica".
Uno de los grandes logros para Gabriel: tocar con Bersuit Vergarabat sus propias adaptaciones sinfónicas
En sus cuentas de TikTok e Instagram (@bffcoldh) sube contenido que tiene que ver con estos experimentos sonoros. "Descubrí algunos efectos que están en desarrollo todavía pero que me remiten a algo nocturno -explicó-, y cuando traté de poner imagen a lo que sonaba se me vino a la cabeza el 'Bar Horacio' de San Francisco. Un bar que también está abierto todas las noches hasta que sale el sol y tiene un ambiente único donde confluyen todas las características sociales. No sé cómo decirlo, pero es un lugar único en el mundo, sin dudas. La música que hice me remitió directamente a esa esquina".
En este sentido, porque en esa esquina de nuestra ciudad siempre hay alguna historia para contar, anticipa: "Mis proyectos futuros van por el camino de 'Bar Horacio'".
Pienso entonces en otro bar lejano, en Búffalo, y pienso en "Fly" Belzagui palmeándome la espalda, diciéndome que yo iba a llegar lejos, pero que había que rajar al cantante. Y es inevitable que me acuerde de un cuento de Osvaldo Soriano, en donde recuerda sus días de fútbol y a su entrenador (¡el Míster Peregrino Fernández!), quien le aseguraba que él, Soriano, iba a ser un crack, pero que su compañero de zaga (que llevaba varias expulsiones por juego brusco) era un "angelito sin remedio". En ese relato, el querido "Gordo" cuenta que al Míster le dolería saber que él jamás triunfó con la pelota en los pies, pero que su compañero se convirtió en uno de los mejores de Europa.
Y ahí anda Buffín, mientras todos sus compañeros de banda ya colgamos los instrumentos, componiendo y siendo de los mejores exponentes de nuestra generación musical, en Europa.
Se puede escuchar "Bar Horacio" y otras piezas de Buffa en su perfil de TikTok e Instagram (@bffcoldh), así como en SoundCloud (soundcloud.com/gabriel-buffa) y el canal de YouTube de "Cheto'e Campo".