José “Pepe” González, toda una vida dedicado a cultivar la pasión por la joyería y relojería
Tras conocerse el cierre de la histórica Joyería Merry -baja sus persianas para siempre-, repasamos los momentos más importantes de este tradicional comercio de San Francisco.
A poco de cumplir 37 años de vida comercial, Joyería Merry -Bv. 25 de Mayo 1848, en San Francisco- cerrará sus puertas de manera definitiva a finales de febrero, dejando tras de sí una rica historia comercial en nuestra ciudad.
José Pedro González lleva más de 50 años de experiencia en el rubro de la joyería y relojería. Siendo niño, empezó a acompañar a su padre, Pascual González, en su taller de joyería realizando tareas muy simples, de aquellas que se les puede encomendar a un niño de 8 años. Su madre, Irene María Linares (hoy con 95 jóvenes años) junto a Beatriz y Enrique, conformaron un grupo familiar genial, José es el menor de los tres hermanos y el único que se inclinó por continuar el legado de su padre Pascual. Claro que nada de ello hubiese sido posible sin el apoyo incondicional de su esposa Amelia Malatesta y sus hijos Andrés, Joaquín y Marina
"Yo fui el único que le seguí las locuras a mi padre (salir a cazar, ver las peleas de Monzón, hacer jardinería en el Club de Cazadores, etc.) y sin embargo, él fue muy exigente conmigo ya que en los tres meses de vacaciones que tenía luego de la escuela me daba la opción de trabajar medio día y yo elegía la mañana. Primero había que barrer y luego continuar con algunas tareas que fui aprendiendo con el tiempo", contó Pepe, como todos lo conocen.
Recordó también que como primer trabajo como relojero fue "colocar los ejes con los engranajes de los despertadores en un torno y pasarle un papel de lija por los costados de los engranajes para que queden brillantes y luego limpiar los excedentes del pulido".
Las tareas siguientes las tuvo "con los despertadores a cuerda a los que había que quitarle tres tornillos y, en presencia del cliente, se le mostraba toda la suciedad que tenía en su interior. Luego había que limpiar todas las piezas y volver a armarlo pieza por pieza totalmente pulidas a nuevo".
"Antiguamente, en la relojería de iba de mayor a menor, comenzando con relojes de pared, que eran los más grandes y después se iba avanzando a relojería con productos más pequeños y cuando uno había adquirido la práctica suficiente, recién allí se pasaba al rubro joyería", comentó.
A los 12 años ya incursionaba en joyería y recordó que "para fin de año tuve que trafilar un alambre de oro para hacer la famosa pulsera esclava aniversario. Cada una de ellas insume entre 20 y 22 centímetros y me tocó hacer un alambre de 32 metros de largo" lo que representa unas 150 pulseras de esas características.
"Si mal no recuerdo, el récord de fabricación y venta de oro lo tuvimos en 1967, con casi 27 kilogramos de mercadería terminada vendidos en el mes de diciembre", indicó José señalando que en esa época "se lograban números alucinantes" mostrando que la década del '60 para la actividad "fue sencillamente increíble".
Para esa época, Merry lucía en sus vitrinas relojes Rolex, Omega, Tissot, Girard Perregaux, Eterna Matic, todos de oro, ¡hasta el anillo de diamantes más exclusivo!
Historia de un legado
Corría el año 1946 cuando Pascual González junto con sus hermanos Félix y Lorenzo inauguraron en San Francisco un local comercial bajo la denominación "González Hnos.", destinado a la explotación de los rubros joyería, relojería y regalos. Para eso ocupaban un local comercial en Bv. 25 de Mayo 1848, donde hoy se encuentra "Merry". En 1951 adquirieron una propiedad de mayor superficie, funcionando allí por muchos años.
En el año 1980, Pascual González debió abandonar la actividad a partir de inconvenientes de salud y cuatro años más tarde sobrevino el fallecimiento de Lorenzo González, el tío de José Pedro González.
Un año más tarde, "con mi tío Félix decidimos liquidar la sociedad" y un año después "con mi padre resolvimos inaugurar este nuevo emprendimiento comercial que denominamos Merry, con muchas ilusiones, toda la fuerza e ideas por desarrollar. A partir de ahí empezó una nueva etapa, caracterizada por la idea de ofrecer algo distinto a la gente de nuestra ciudad y zona. Con un ambiente cálido y confortable, con mercadería única en su tipo, asesoramiento altamente profesional y con una presentación acorde a la categoría de los productos comercializados".
Merry supo
convertirse en un referente a nivel nacional en el rubro.
La primera exposición de joyería
En 1996 se dieron dos hitos de mucha importancia. Se festejaban los 10 años de Merry junto a los 50 años de dos generaciones de 'los González' dentro del rubro joyería en San Francisco.
"Este acontecimiento sirvió para que realizáramos una exposición de joyería, con un grado de aceptación muy alto en la ciudad y siendo muy reconocida por los fabricantes de joyas e importadores de relojería de Buenos Aires, ya que esta fue la primera que se hizo en el interior del país", recordó José, para luego agregar que "en ella se mostró a la gente todas aquellas 'cosas' que solo se veían en el cine y pareciera que en nuestro país no están".
Una de las cosas que llamó poderosamente la atención a los visitantes de esta exposición de joyería "fue un pequeño museo que presentamos con joyas de alta calidad que pertenecieron a caracterizadas mujeres de nuestra ciudad. Todas ellas fueron vendidas por nosotros y, en su gran mayoría, fabricada por nosotros mismos". Había joyas de las familias más tradicionales de la ciudad, entre ellas varias que habían pertenecido a los Tampieri.
También hubo parte de una colección privada y única en toda América, de relojes/joya marca Piaget de una tradicional familia de Buenos Aires. Y se expusieron los exclusivos relojes Corum, que Estados Unidos les regala a los presidentes salientes.
"Esta exposición nos permitió diferenciarnos ampliamente de la competencia, ya que la gente pudo darse cuenta de nuestro nivel profesional y que puede adquirir en nuestra ciudad las mismas joyas que se venden en las mejores joyerías del mundo. Al día de hoy somos la única joyería que comercializa piezas con piedras preciosas de todo tipo", expresó con más que justificado orgullo.
José "Pepe" González es parte de
la segunda generación al frente del negocio. Para el Guinness. En 1967 batieron
el récord fabricación y ventas de Joyas y Relojes de oro, con casi 27
kilogramos de mercadería en el mes de diciembre. Como un museo. En 1996, Merry
realizó la primera exposición de joyería del interior del país.