El retorno de la Feria del Libro
Una actividad que merece consolidarse para todos. No solo para quienes frecuentan el ámbito literario, sino para todo aquel que pretenda disfrutar de un paseo singular en medio de propuestas culturales que enriquecen el espíritu.
Luego de un largo paréntesis de siete años, la Feria del Libro retorna a San Francisco. Lo hace con un ambicioso programa de actividades y también con la anunciada presencia de baluartes de la literatura nacional. También participarán reconocidos escritores de la ciudad, la región y la provincia en una programación de valía que tiene escasos antecedentes en la ciudad.
Presentaciones de interesantes libros, disertaciones de escritores, charlas, talleres, espectáculos en vivo y hasta actividades dedicadas a los niños conforman un menú atractivo. No solo para quienes frecuentan el ámbito literario, sino para todo aquel que pretenda disfrutar de un paseo singular en medio de propuestas culturales que enriquecen el espíritu.
El Superdomo se transformará en un escenario de vanguardia con la presencia de editoriales de prestigio, librerías reconocidas y autores que siempre son bienvenidos por su aporte intelectual, como así también por el valor de sus obras. El programa es muy extenso y seguramente colmará todas las aspiraciones de los organizadores. También, es esperable, del público que asista.
Es que se trata del retorno de una propuesta de excepción que tiene al libro como protagonista. Y que recrea una tradición cultural que, pese a todo, continúa atrapando y deleitando a las personas. Así también, convoca a las nuevas generaciones a adentrarse en ese mundo de personajes e historias que realzan lo humano y permiten adquirir conocimientos.
Devuelve a San Francisco la posibilidad de reflotar aquellos tiempos de Juegos Florales y de primaveras musicales de otras décadas en las que las propuestas culturales alcanzaban masividad. Era una Argentina admirada por su actividad cultural. Al respecto, vale la pena el elogio que escribó hace algunas décadas el Nobel peruano Mario Vargas Llosa: "Las librerías están repletas de gente y de libros, y se diría que todo el mundo se ha puesto a leer. Desde la primera vez que vine a la Argentina, este país me pareció el más literario de América Latina, y recordé mi infancia cochabambina donde el cartero venía cargado de libros que eran siempre argentinos, para los abuelos y mi madre, y hasta para mí. Argentina nos hacía leer a todos los latinoamericanos y entonces era lógico y natural soñar -París vendría más tarde- con Argentina, que tenía las mejores editoriales de América Latina".
Aquel tiempo floreciente parece haberse perdido en el laberinto de los desencuentros y el retroceso de los signos vitales de los ámbitos culturales en los que el libro siempre fue protagonista. La decadencia en materia educativa, la falta de lectura en los hogares y la irrupción dominante de los nuevos medios digitales, entre otras cuestiones, son circunstancias y consecuencias de la civilización del espectáculo que el mismo Vargas Llosa definió como "un mundo donde el primer lugar de la tabla de valores vigente lo ocupa el entretenimiento, y donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal".
Aun en medio de este tiempo azaroso y algo confuso, ¿quién puede asegurar con firmeza que la lectura no es una actividad entretenida? Todo lo contrario. Leer y contar historias, sea en el soporte que sea, es una experiencia vital que sigue atrayendo y que permite comprender e interpretar el mundo en el que vivimos. Por eso, a pesar de las proyecciones pesimistas, el concepto de libro seguirá gozando de buena salud.
Con alegría demos la bienvenida a esta nueva edición de un evento cultural de profunda significación. Una actividad que merece consolidarse para todos, para que nuestros niños y jóvenes redescubran el placer de la lectura, para que los autores devuelvan el entusiasmo por adentrarse en apasionantes historias, para debatir, aprender y para que la industria editorial demuestre que es capaz de recuperar aquellos estándares que hacían leer a toda América latina.