El aumento de la población aislada ya resiente la actividad comercial
La segunda ola "ha pegado duro en nuestra actividad". Un relevamiento realizado por LA VOZ DE SAN JUSTO en comercios del centro y de los barrios reveló que en promedio las ventas en todos los sectores han caído un 20 % -aunque algunos acusaron el 50%- en comparación con marzo, como consecuencia a la suba de contagios de covid y de la cantidad de aislados.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
La pandemia de Covid-19 tiene un impacto sin precedentes sobre la población, los sistemas de salud y las economías de todo el mundo.
Precisamente en este último punto, la segunda ola de contagios suma impacto recesivo y vuelve a golpear al comercio donde las ventas se desaceleran al ritmo del crecimiento de la curva de infectados diarios y de personas aisladas por ser contacto estrecho de los mismos.
Desde mediados de abril, San Francisco no baja de la barrera de los 5.000 vecinos aislados en los domicilios, según las estadísticas que todos los días difunde el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) Regional 3. Paralelamente, el sector comercial viene experimentando una desaceleración de su actividad que, afirman, se acentuó este mes y está vinculada a la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores pero también, a que hay menos gente en los negocios, situación que ya pone en cierto nivel de preocupación a la dirigencia comercial sanfrancisqueña.
Esto se nota tanto en el centro como en los comercios de barrio, incluso, en los que venden productos esenciales.
Jorge Gianotti, presidente de la subcomisión Vamos al Centro, del Centro Empresarial y de Servicios (CES), reconoció que el comercio local experimentó una caída estimada en el 20 % de su nivel de actividad, sobre todo en los últimos 30 días, período en el cual se acrecentaron los casos de Covid en la ciudad. En tanto, desde algunos rubros sostienen que la caída fue 50%.
Advierten un
menor movimiento en el centro.
En principio, el comerciante reconoció que el efecto del aislamiento de un porcentaje de la población que algunos días ha llegado al 10% "se ha comenzado a sentir en el comercio, sobre todo durante todo el mes de abril" de este años.
"Que haya más personas aisladas sin dudas influye. A medida que fue creciendo la cantidad de casos también se dio una disminución en la actividad económica", dijo.
Además, "hay mucho temor entre la gente, lo que lleva a que muchos se resguarden más por miedo a contagiarse. Y esta situación siente en los comercios del centro", agregó Gianotti.
El entrevistado informó que "en general" todos los rubros "todos los días vemos cómo va cayendo de a poco el ritmo de trabajo. Esto nos afecta a todos".
Comercios seguros
Más allá de la crisis económica, Gianotti expresó que "desde que comenzaron a aumentar los casos positivos de coronavirus, la actividad comenzó a resentirse. Basta con venir al centro y observar la gente que transita en el sector. Nosotros como comerciantes nos damos cuenta por la menor circulación de gente y eso redunda en la falta de clientes dentro de los locales".
Asimismo, aseguró que se respetan todos los protocolos sanitarios. "En todo este tiempo no se han registrado contagios por estar dentro de un negocio. La gente tiene mucho miedo a salir y eso es comprensible, pero la mayor cantidad de contagios se da siempre en las reuniones sociales".
Menos gente en los comercios. Golpe del aislamiento al consumo.
En los barrios, el mismo panorama
Los comercios barriales acusan la misma situación que los del centro durante esta segunda ola de la pandemia. Aún lo esenciales experimentan una reducción en las ventas que se ubica en los mismos márgenes que la señalada por Vamos al Centro, es decir, un 20 %, y en diferentes rubros.
Proveedurías, almacenes, fábrica de pastas y hasta ferreterías, en todos ellos se admitió una baja en las ventas por una menor afluencia de clientes que coincide con el crecimiento en el número de personas aisladas.
Víctor Tonini es propietario de una proveeduría ubicada en Cabrera 1314, de barrio Vélez Sarsfield. El comerciante reconoció que en los casi 50 años que tiene de actividad, "nunca vi una cosa igual".
En este sentido, el comerciante dijo que "en la Argentina estamos acostumbrados a pasar crisis económicas y ya sabemos cómo se comporta la gente cuando no hay plata. Pero en este caso, la pandemia hizo que se note mucho la falta de clientes porque directamente no vienen a comprar".
"Durante todo el mes de abril bajó mucho la circulación de la gente en la calle. Eso se nota a diario con un menor movimiento y cuando salen a comprar lo hacen en determinados horarios cuando antes lo hacían durante todo el día", explicó.
En su caso particular ha pasado por la experiencia de contar con clientes que estuvieron aislados por haber dado positivos de Covid. "Eso se sintió mucho en las ventas" mientras que otros que sin estar aislados han dejado de comprar porque "son personas grandes que por miedo ya no salen de su casa".
Además, Tonini dijo que la situación por la que está atravesando "es común" a otros rubros del comercio ya que "mis proveedores también están pasando por lo mismo".
"El mayorista también entiende que esto afecta a todo el mundo", dijo para luego agregar que "en mi caso la venta en el último mes bajó en general un 20 %".
El sector siente el impacto de la segunda ola de la pandemia.
Menos gente que en marzo
Otro comerciante, Héctor Saccani, que posee una ferretería en barrio Sarmiento, sobre avenida 1° de Mayo 301, no advirtió un baja importante en las ventas, porque si bien entre los asiduos clientes hay personas aisladas, a su local llegan desde "diferentes sectores de la ciudad".
"Muchos de los que me han venido a comprar en alguna ocasión han estado aislados porque tuvieron la enfermedad. De todas formas, por el tipo de negocio que tengo, estoy acostumbrado a tener una rotación de clientes muy ágil y eso hace que no caiga la actividad".
Franco Verón es propietario de Ciboulette, casas de pastas, sobre avenida Caseros 445. En este caso, el comerciante reconoció que "en este último mes no entra la misma cantidad de gente que lo hacía en marzo".
"Nosotros estamos sobre una avenida que tiene un alto tránsito de vehículos y personas caminando. Sin embargo, desde hace un mes esta no es la misma calle que conocemos desde hace años. Se nota que el aislamiento de la gente provoca una baja en las ventas".
"Hay momentos en el día en el que no pasa un auto cuando en otras épocas lo hacían 40 o 50 cada media hora", graficó.
En su caso, dijo que "como vendo alimentos tengo clientes que me llaman para que les lleve comida porque están aislados mientras que otros directamente han dejado de comprar hasta que pudieron volver a salir. El aislamiento ha pegado duro en nuestra actividad, que ha mermado casi en un 50 %".