Economía de guerra y subsistencia

La planificación de lo que sucederá mañana y lo que pasará de aquí a un mes para el gobierno de Alberto Fernández debe decidirse minuciosamente. Mantener a flote un paciente en "terapia intensiva" es el objetivo sin que el desequilibrio sanitario lleve al colapso económico y viceversa.
Por Ivana Acosta | LVSJ
Argentina tiene dos frentes que combatir en una guerra - situación no literal - donde posee menos recursos, retrocedió en el frente de batalla y lo atraviesan problemáticas que no hubiera esperado el gobierno nacional en diciembre, en realidad nadie lo hubiera pensado.
El licenciado en Economía y el profesor de Análisis Económico en el Cres donde tiene sede la Universidad Nacional de Villa María, Alejandro Pereyra en una entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO analizó los escenarios donde Argentina se mueve.
El principal objetivo es mantener a la economía en "terapia intensiva" para poder planificar cómo salir adelante; y lo grafica como "economía de guerra que le exige al país decidir en función de dos grandes escenarios: la emergencia sanitaria y la reestructuración de la deuda.
Respecto de los efectos actuales del aislamiento social preventivo y obligatorio, el economista señaló que urge encontrar un punto de equilibrio entre los cuidados necesarios por la pandemia y que esto no lleve al colapso económico. El exceso de una u otra llevaría a un desborde donde la gente sería obviamente la perjudicada.
Desde su punto de vista así como hay una labor de un equipo de Salud en el cual el presidente Alberto Fernández delega, también "debería haber un comité en economía tan activo como el que existe en una parte sanitaria" y señaló que "es un error técnico plantear la cuestión solo desde un punto de vista".
Para el economista Alejandro Pereyra vivimos económicamente en una situación de subsistencia".
Puertas adentro
El país atraviesa debido a la pandemia una situación compleja y de recesión económica que cambió por completo los objetivos planteados, salvo obviamente las negociaciones con bonistas para hacer frente al endeudamiento.
Empero el golpe del COVID 19 llevó al gobierno a una situación que en economía llaman trade off donde se ponen en la balanza el eje sanitario y el económico. Privilegiar uno sobre el otro no tiene sentido, hay que alcanzar un punto de equilibrio.
¿Cuál es el análisis que hace de la situación económica actual del país?
Es una situación compleja en el sentido de que la situación sanitaria obliga a un bloqueo total de la actividad económica y eso destruye cualquier indicador normal. Hay una situación de intercambio en economía que se llama trade off entre la situación sanitaria y económica para la primera lo mejor es el aislamiento, pero si éste es sostenido en el tiempo se destruye cualquier posibilidad económica; entonces en una población donde se tensa la economía hasta un punto tan extremo si la actividad económica colapsa empezás a perder la posibilidad de controlar la situación sanitaria.
Hay que buscar una situación óptima ya que, si la primera se desborda, la otra se verá comprometida, pero si se diera el caso opuesto también habría un colapso porque la gente tendría movimiento y saldría a buscar el sustento, sobre todo quien vive el día a día.
¿Es factible que dada la recesión económica se emitan bonos que circulen como dinero corriente?
Es una decisión más política que económica, económicamente se puede, pero eso depende de cómo el gobierno busque el punto óptimo.
Por el momento el Banco Central busca asistir con emisión monetaria pero las provincias no pueden hacerlo y eso pone a los gobernadores en una situación comprometida porque sino tienen recaudación no les queda otra que emitirlos; en el caso de Córdoba emitió bonos, pero no tienen circulación comunitaria si no para pagar proveedores del Estado. No son los que circulan para hacer compras, sino que son específicos y le sirven a la provincia para cumplir deudas con proveedores.
¿Hasta cuándo podrá continuar con la emisión monetaria el gobierno nacional?
Este dinero no tiene respaldo económico, es solo imprimir papel en una situación de guerra y es la situación más racional, con lo cual no quiere decir que lo pueda hacer todo el tiempo, tenés que saber muy bien qué vas a hacer con eso: cuánto voy a emitir, a qué sectores y para después el ministro deberá planificar como sacar ese excedente del mercado; por el momento estás en guerra donde el ministro debe pensar en mantener en coma a la economía eso se llama economía de guerra.
¿Qué caminos se podrían tomar para recuperar la economía?
Debería haber un comité en economía tan activo como el que existe en una parte sanitaria. Es un error técnico plantear la cuestión solo desde un punto de vista; esto implica ver la economía con una planificación casi activa como si fuera una situación de guerra, palabra que puede ser extrema y no real pero es similar; por ejemplo qué sectores pueden trabajar y bajo qué condiciones para eso hay que hacer un análisis por sector lo cual es un análisis complejo porque estás reemplazando al mercado, quiénes pueden salir, los que deben mantener la cuarentena obligada y después los que salen a la calle bajo qué condiciones lo van a hacer.
Con esto la economía no va a colapsar si el Estado la organiza ya que permitiría tener cadenas de suministros básicos garantizados. En una situación así dejarías a la economía en terapia intensiva, la estás tratando bajo un procedimiento. Todos entendemos que esta situación no dura para toda la vida pero hay que intentar que las empresas perduren hasta que logremos controlar la situación sanitaria, recién ahí podría pensarse en la planificación de la recuperación, mientras tanto, es una situación de subsistencia.
Puertas afuera
La situación con los acreedores de Argentina también es compleja aunque a diferencia de la anterior ésta el gobierno la conocía de antemano y tiene una meta a la cual llegar: la reestructuración cuyas negociaciones tienen al ministro de Economía Martín Guzmán al frente al cual la ciudadanía también le ha hecho críticas en este último tiempo.
A Guzmán muchos argentinos le reclaman más atención a la economía interna ...
Guzmán es un académico ligado a un área puntual que es la reestructuración de la economía desde el minuto uno, cuando el presidente lo designó no pensaba en un Guzmán que hiciera un plan de desarrollo para la Argentina de los próximos 10 años, estaba pensando en una persona con características técnicas para un proceso de renegociación de la deuda. Esto se notó con el problema sanitario donde tuvo un rol mayor (el ministro de Desarrollo Productivo) Matías Kulfas, mientras que Guzmán se concentró en los términos de renegociación de la deuda.
¿Cómo evaluás la propuesta que hizo el gobierno?
Es una propuesta que se esperaba aun sin COVID - 19 de por medio, yo no lo veo como un golpe duro, hay que analizar cuestiones técnicas, pero no es una propuesta para irle con un garrote a los acreedores sino para acordar, de hecho, se sabe que la primera propuesta generalmente no es la que se aprueba, es un tire y afloje. Es algo para sentarse a la mesa, ahora hay que escuchar a la otra parte que hará una contraoferta probablemente.
Con la renegociación de la deuda se habló del "default virtual" ...
La Argentina tiene vencimientos en los próximos días de intereses sino logra acordar nuestro país, el país el default total es inminente porque no existen remotamente los recursos para pagarlos.
Al no pagarlo se abre un plazo de 30 días y si cumplidos no los paga o no se renegocian entra en default, pero si entra en un nuevo acuerdo automáticamente se corre el plazo para pagar después de 2023. A diferencia de 2001 esta propuesta deja ver una intención de pago.
¿Cuál es la situación de los títulos que debe pagar Argentina?
Los títulos emitidos son varios, algunos se emitieron con ley nacional y otros de ley internacional; cada uno tiene su cláusula para renegociar. El ministro tiene que lograr en cada uno de sus títulos los niveles aceptables para poder llevarlos a un canje.
Nuestra deuda tiene una parte que es internacional, otra con ley argentina y otra con organismos, generalmente ésta última se paga religiosamente porque tiene tasas (de interés) más bajas, y está focalizado en bonos o títulos que emitió el macrismo y anteriores renegociados por (Néstor) Kirchner. Los de ley nacional que vencían el gobierno pasó el pago para más adelante.
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Las decisiones económicas de Argentina a cada minuto son trascendentales y el gobierno consciente de ello intenta "estirar" lo mayor posible el sistema de autocuidado con el aislamiento preventivo liberando de esta obligación cada semana a más actividades. El proceso de renegociación, por el contrario, presentada la oferta de nuestro país ha quedado fuera de su ámbito de decisión directa solo que a diferencia del default de 2001 si bien la situación es complicada hay más posibilidades de salir y "respirar".