Deli, el “súper” saludable que sorprende en San Francisco
La tienda de productos pensados para quienes buscan opciones sanas y ricas ya cumplió un año en nuestra ciudad.
Un supermercado, pero saludable. Es, en resumen, el leitmotiv de Deli, una tienda de productos pensados para quienes buscan opciones sanas y ricas que ya cumplió un año en nuestra ciudad. Variedad tanto de precios como de marcas y la capacidad de sorprender innovando con nuevas marcas y sabores completan el combo que ofrece este comercio ubicado en Echeverría 325.
El local propone una experiencia agradable al comprar, con autoservicio o atención personalizada. Veganos, vegetarianos, celíacos, personas que padecen Aplv, y público en general se encontrarán con una amplia oferta dentro de un ambiente ameno. "Comer sano no tiene por qué ser sinónimo de comer caro o feo", asegura Virginia Traverso, propietaria de un lugar que imaginó como "único en San Francisco".
El catálogo es amplio y va de lo que se puede encontrar en una dietética tradicional (con la diferencia de que todo es envasado y respetando las exigencias nutricionales del etiquetado), pasando por productos pensados para deportistas, hasta especias imposibles de encontrar en otro punto de la ciudad. En el medio, una gran variedad de alimentos saludables como pastas, legumbres, snacks, mermeladas, helados y hasta hamburguesas y chorizos veganos.
Virginia y su equipo dispuestos a asesorar a todos.
Virginia cuenta que Deli nació como un emprendimiento que desafió muchos obstáculos, como la pandemia y el transitar un terreno incierto ya que por la particularidad de la propuesta se desconocía a ciencia cierta el mercado. Pero el negocio fue creciendo paso a paso -"comenzamos con unos pocos productos y hoy la variedad que tenemos es enorme" cuenta la propietaria- hasta convertirse en un punto de referencia para atletas avanzados y amateurs, personas con distintas afecciones de salud y gente que quiere probar cosas nuevas, sanas y ricas.
Esta licenciada en administración de empresas asegura que "siempre quise abrir algo en San Francisco que sea distinto, que no exista en la ciudad. Los sanfrancisqueños toda la vida decimos que acá no hay nada y miramos lo que hay en otras ciudades. Entonces me propuse que en el negocio haya todo lo que la gente busca: cuando me piden algo lo busco por cielo y tierra pero lo traigo. Nos dijeron que ni en Nueva Córdoba o Carlos Paz hay un negocio tan completo como este".
La prioridad para Deli es la salud. "Hay mucha gente con diferentes patologías, muchos chicos alérgicos a la proteína de la leche de vaca (Aplv), celíacos, diabéticos, etc. También mucha gente es vegana o vegetariana y no tenían un lugar específico en el que pudieran conseguir todo".
Entonces, el abanico se va abriendo a opciones saludables pero también ricas: "Tenemos hamburguesas y chorizo veganas, carne para asar de seitán, galletas, alfajores, pan para celíacos, trabajamos la marca importada Dr. Shar, que es la número en Europa para quienes tienen esa enfermedad. Fue muy difícil traerla, pero cuando la prueban nos dicen que no pueden creer lo rico que son los productos".
Gran variedad de productos para todos. "La prioridad para Deli es la salud", asegura Traverso.
Virginia descubrió que había muchos nichos de mercado que no estaban satisfechos. "Podrían ir a una dietética a comprar un puchito de esto y de lo otro. Pero nosotros apuntamos a ser un mini super saludable, incluyendo a todos esos grupos de personas que no estaban incluidos en ningún lado", cuenta.
Deli se propuso derribar dos grandes mitos: comer sano es caro y comer sano no es rico. "Comer mal es caro, porque a la larga te pasa factura. Los precios acá son normales, tenemos alfajores de entre 80 y 150 pesos que son riquísimos y saludables sin azúcar ni harina. El medio kilo de queso vegano sale 530 pesos, pero como en todos los productos si abonás de contado tenés el 10% de descuento. O sea que los precios no son exuberantes, pero hay mucha gente que tiene preconcepto", expresa Virginia.
Allí está su misión: hacer saber que está la posibilidad de acceder a una dieta saludable sin gastar locuras. "Vivo haciendo ese trabajo, en redes, en los medios, también ayuda mucho el boca a boca", agrega.
Deli te espera en Echeverría 325.
El negocio cuenta con el asesoramiento de una nutricionista para satisfacer dudas y exigencias de un mercado cada vez más amplio. Otro punto a favor de Deli es que todo se vende cerrado y etiquetado, con información nutricional a la vista y con el precio por kilo. "Si comprás a granel en otro lado por ahí no sabés cuándo vence, cuánto hace que está abierta la bolsa, las condiciones de salubridad, etc. No sabés ni si lo que están vendiendo realmente es lo que dicen. Nosotros tenemos todo envasado, hasta las semillas. De esa manera, hasta un paquete de garbanzos tiene una tabla nutricional, número de lote, fecha de vencimiento. La empresa que lo envasó tuvo que cumplir un montón de normas para hacerlo", comenta la propietaria.
Además de apuntar a lograr precios competitivos buscando de distintos proveedores de Buenos Aires y otras ciudades, en Deli quieren que la experiencia sea placentera. "Es una onda autoservicio, uno llega y tiene su canasto o carrito. Si necesitan ayuda, somos tres personas para asesorar, pero hay mucha gente que ya es muy entendida del tema, carga todo en su carro, pasa por caja y se va contento a su casa".
"Comer sano no tiene por qué ser sinónimo de comer caro".
En cuanto al público que consume Deli, Virginia nota que se acercan muchos deportistas en busca de proteínas, suplemento o aminoácidos pero también jóvenes que eligieron comer sano. "Los jóvenes son muy conscientes de la alimentación, de la ecología y del respeto a los animales y eso es muy bueno. El público en general dejó de consumir carne por los precios, pero los más chicos lo hacen porque llevan un estilo de vida muy amoroso, de pensar en el prójimo aunque no sea una persona humana".