Debut a la vista
El entrenador de San Isidro, Sebastián Torre, analizó a su equipo mientras espera por el estreno en la Liga Argentina de básquet el venidero domingo 21 ante Riachuelo de La Rioja.
Pizarra y fibrón en mano replanteó situaciones una y otra vez durante los tiempos muertos en los amistosos disputados, pocas veces se quedó quieto, corrigiendo movimientos por momentos con rigor o bien aplaudiendo en señal de satisfacción por la maniobra bien ejecutada. Testeos vividos con pasión y suma atención en este último tramo de la preparación de San Isidro de cara a una nueva participación en la Liga Argentina de básquetbol.
Sebastián Torre, de conceptos claros y directos como siempre, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO empezó a palpitar el debut que está a la vuelta de la esquina -será el próximo domingo 21 frente a Riachuelo de La Rioja -. El entrenador mostró su conformidad ante la respuesta de su equipo cada vez más empapado de un sistema dinámico y agresivo aunque admitiendo la falta de capacidad rebotera que exhibió.
Sin poder confirmar la plantilla que dispondrá en el día del estreno en el estadio de Barrio Parque, el "coach" además se encargó de remarcar la fidelidad y dedicación de un compacto grupo humano de bajo perfil, virtudes que le hacen mirar con buenos ojos un camino que recorrerán juntos, de la mano, buscando ser protagonistas.
-¿Qué lectura hiciste del equipo tras los amistosos frente a equipos de menor categoría?
-Estamos muy apegados a una forma de juego aunque faltan detalles específicos sin dudas pero lo que es muy positivo. Si bien los rivales fueron de Torneo Federal, lo que se buscó en estos partidos fueron patrones de juego, intensidad defensiva y ofensiva, si el volumen de juego es alto o bajo, y vimos que pasamos la bola, corrimos la cancha, y aún con bajas lo logramos. Quedé satisfecho amén de que estos equipos transitan en un nivel inferior.
-¿De qué está hecho este grupo que se formó definitivamente tras las incorporaciones y deserciones qué sufrió?
-Son chicos que juegan muy bien al básquet pero con muchas ganas, algunos con pocos años encima de TNA (Liga Argentina) y quieren afianzarse para posteriormente dar un salto, otros que están en la etapa final de su carrera y vienen a sumar y transmitir experiencia, no vienen a exigir nada, vienen a dar.
Es decir todos tienen un objetivo individual de superación que hace que en lo colectivo sea un equipo con mucha entrega y energía. Para qué nos dará no sé, pero son características de un equipo que tiene deseos, ganas, así que estamos conformes con eso.
-¿No contar con figuras rutilantes los excluye del lote de favoritos?
-A lo mejor esas figuras rutilantes son el sistema propiamente dicho, es cómo va a jugar San Isidro, a lo mejor por qué no como pasó hace dos años que uno de este plantel termine siendo la figura excluyente de este torneo, nunca se sabe.
Tal vez no está ese apellido a priori seductor, pero quiero apartarme de eso sinceramente porque tenemos jugadores que juegan muy bien al básquet pero en primer lugar un sistema que los apaña, donde tenemos un juego veloz que lejos de ponerlos en evidencia los potencie, y a partir de ahí terminar con un jugador rutilante.
Claro que no es la idea, porque la misma es que lo colectivo supere lo individual, pero dentro de un sistema de juego organizado tenemos jugadores que pueden mandar un mensaje, porque tenemos con qué.
-Igualmente la presión de ser protagonista siempre está...
-Por mi manera de ver y sentir soy muy autoexigente, entonces a partir de ahí está la auto presión, no digo que sea buena, digo lo que a mí me sucede. Entonces si te armas para lo que te armas la idea es no defraudar.
Entonces a la gente que me contrata y a mi grupo de jugadores durante una temporada quiero dejarles algo.
Si bien para algunos no seremos candidatos pero no sé qué piensa la mayoría, nosotros tenemos confianza, queremos pelear el torneo y el tiempo dirá para qué está San Isidro.
Hoy no es preocupación no tener la condición de candidato porque trabajamos a diario para serlo y entonces esa es la seguridad más grande que tenemos, después dependerá de muchos factores que nos exceden, pero apuntamos a ser responsables y serios en una idea y lo estamos haciendo.
-¿Es imprescindible la llegada de un número 5 para reforzar el poste bajo, la llegada del americano Myo Baxter-Bell sería la solución?
-Tenemos un déficit ahí, es verdad, nos están dominando las tablas, como vos indicaste los rivales de los amistosos militan en una categoría inferior y los tres nos dominaron en ese aspecto y a un equipo que quiere correr no le puede suceder.
No sé si el americano es el "5" que tiene que hacer esa función de manera especial, pero sí entre todos hay que mejorarla, comprometernos más con el rebote en nuestro cesto porque es fundamental.
-¿En cuánto a la ofensiva crees haber suplido la ausencia de un tirador nato con varias manos para encestar?
-El juego se está repartiendo, hay varios jugadores que pueden anotar y eso nos pone peligrosos, por eso insisto en que el sistema ordenado potencie lo que cada uno tiene, entonces tirará el que está solo, están capacitados para hacerlo porque lo entrenan diariamente y hasta de manera extra.
-¿Los juveniles demostraron que están a la altura de las circunstancias?
-En los amistosos nos faltó mucho personal en cuanto a fichas mayores y los juveniles tuvieron un rol hasta protagónico y en el rol de reparto lo hicieron muy bien también. En la Liga con los seis mayores, los dos sub-23 no sé cuánto tiempo se los podrá poner en el campo.
Dicho esto aclaro que sin ellos no podríamos trabajar, incluso nos dan calidad en cada entrenamiento, porque hoy estamos apoyándonos muchos en los Zezular, Vergara y los otros más chiquitos, aportan un montón y eso es gratificante, pero no quiero rotular nada porque en la Liga quizás jueguen menos.
En los amistosos se vio que están recontra a la altura y eso es bueno, saber que de la "caja de herramientas" sacamos juveniles que están aptos.
-¿Entonces tenés un grupo competitivo y que te demuestra fidelidad?
-Por supuesto, nos vamos a animar contra cualquiera, eso no significa que vamos a ganar pero estamos aptos, tenemos un plantel homogéneo, no somos los Boston o los Cavaliers pero estamos para competir y con muchísima humildad.
Hay chicos que quieren venir a entrenar antes y lo hacemos, hay otros que hacen rutinas de tiro por su cuenta luego de los entrenamientos, es un grupo espectacular en el cual confío porque veo como se esfuerza, además de ser un hombre de fe.
Es un grupo que capta, entrena duro en la parte básquet y en el gimnasio, no sé cuánto me necesitan o cuánta influencia tengo, sé que estamos de la mano juntos en este proyecto de San Isidro.
-¿Para el debut el equipo llegará completo o tendrá alguna baja?
-Sinceramente no lo sé, Tomás (Ligorria) tiene este jueves una última resonancia para ver cómo está su lesión -fisura en el peroné-, al americano creo que lo vamos a buscar directamente el sábado, no sé con qué equipo llegaremos pero al momento del salto inicial con los que estén jugaremos a tope, a tope.
-¿Cómo vivís estas horas previas a volver a jugar un partido oficial?
-Sin dudas que hay una alta dosis de ansiedad, que tendré que canalizarla porque soy el responsable, tengo muchas ganas, hay algo siempre de inseguridad porque sucede que te imaginas al rival en la máxima expresión y dificultades, y después ojalá que tengamos la menor cantidad posible y el rival no juegue tan bien. Pero resumiendo, llegó con muchas ganas de dirigir.
-¿Qué le podes decir a la afición?
-Qué confíen, los resultados nunca se pueden prometer. ¿Qué depende de mí?. Una buena planificación, buena cantidad de ejercitaciones en las prácticas. ¿En qué puedo influir?. En que los jugadores se cuiden, sean responsables. ¿Qué me excede? Y que el rival sea superior, que una noche erremos.
Entonces dentro de lo que podemos hacernos cargo e influir, lo hacemos con mucha responsabilidad, quiero dejar como mensaje a la gente que venimos a hacer un trabajo con mucha pasión y seriedad para representar a San Isidro de la mejor manera, Dios quiera que merezcamos estar arriba.