Cristina Rearte: “Uno nunca se aleja de lo que lo apasiona”….
La entrañable docente de la Escuela de Bellas Artes se retiró finalmente de las aulas que la vieron casi la mitad de su vida. Hoy, radicada en Villa Carlos Paz, experimenta otra etapa de su vida, pero su aporte fue y es fundamental para la Preservación de la arquitectura de nuestra ciudad.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Hay profesionales que marcaron la historia de la ciudad desde su lugar. Con
su aporte, profesionalismo, pasión y vocación; son personas que dejaron su
huella al andar, haciendo todo lo posible para que nuestra ciudad sea lo que es
hoy, pujante, creciente y elegida por muchos para vivir y desarrollarse. Este
es el caso de Cristina Rearte, la arquitecta de 61 años que hace días se jubiló
de la Escuela de Bellas Artes con 28 años de ejercicio ininterrumpido.
La mujer, además, es especialista en preservación del patrimonio urbano arquitectónico y que durante varios años impulsó el Programa de Preservación Ambiental, Urbano y Arquitectónico en el ámbito de la Municipalidad de San Francisco; algo que marcó un antes y un después en la arquitectura local.
Amante de su profesión y la ciudad, aunque hoy vive en Villa Carlos Paz, la preservación de San Francisco sigue siendo su pasión, aunque hoy esté en otro lado.
¿Qué se siente dejar las aulas luego de tanto tiempo?
Fue mi única escuela por decisión propia, siempre creí en la formación académica y al no tenerla creía ocupar el lugar de quienes formábamos. No obstante, tomé horas en la carrera de Diseño de Interiores, asi se llamaba entonces, y tenía que ver con mi formación profesional.
¿Cuánto tiempo estuvo como docente y donde llevó adelante su ejercicio y vocación?
Hace 12 años al jubilarse la Arq. Aurora Bruno tomé sus horas de Historia. Fue un gran desafío ya admiraba a Aurora y dejo la vara muy alta, más tarde compartimos la Comisión de Patrimonio en la Municipalidad de la ciudad.
El adiós a la "profe" Cristina. La mujer está disfrutando de su jubilación y sus compañeros la despidieron con honores.
¿Qué valor tiene para usted dejar su huella en tantas generaciones de estudiantes?
La ESBA fue un lugar hermoso para trabajar, nunca me pesó el aula, por el contrario, fue un estímulo. Recibir a los estudiantes en 1 año y verlos egresar, cuánto habían aprendido, cuántas habilidades habían desarrollado fue la mejor recompensa. La ESBA me permito ideas " locas", traer a Meneslao Sete artista plástico internacional a dar clases a nuestros estudiantes y a otros de la provincia, compartir clases y charlas magistrales con compañeros de la Universidad Católica de Córdoba, con el arquitecto. Daniel Martínez curador de arte de la provincia, al arquitecto Julio Fierro artista plástico y docente de Bs As y al arquitecto Fernando Mosca cuyas clases estimularon a nuestros jóvenes. También tuvimos la oportunidad de tener contratos por años con Mercoláctea donde nuestros estudiantes pudieron diseñar stands y jardines demostrando cuánto eran capaces. Fueron excelentes años.
- ¿Qué cree que le dejó a modo de legado en la educación a sus estudiantes?
No sé si dejé un legado, sí estoy convencida que dí lo mejor. Traté de estimular la creatividad, potenciar sus habilidades y acompañarlos siempre. Traté de abrir sus mentes, que con el conocimiento forjen su futuro, estimulé su creatividad y ayudé a ver que la historia no es algo que pasó, es lo que nos une somos parte de ella y pasado nos habita de una u otra manera. Sigo teniendo muy buena relación con los egresados, es más muchos de ellos se han especializado y los busco para que asesoren y eso realmente me emociona, ver cuánto han hecho por mejorar sus vidas.
- ¿Qué va a extrañar de su querida Esba?
La ESBA se extraña, el espíritu de la escuela, los estudiantes, los recreos compartidos. Por ahora descanso, pero mi mente y mis ganas de seguir haciendo siguen intactas. Tiempo al tiempo, uno nunca se aleja de lo que lo apasiona, por supuesto desde otro lugar.
Junto a Leonardo Fenoglio, egresado de Esba y ahora a cargo de sus horas de arte, cultura y sociedad.
- Hoy Carlos Paz es su hogar. ¿Desde cuándo? ¿Es como dicen que al retiro Carlos Paz llena el alma?
Desde 2019 vivo en Villa Carlos Paz y fue uno de los grandes cambios de mi vida porque volví a casarme y estuve en tarea pasiva en la Escuela Isla de los Estados, una escuela de nivel primario. Ahí aprendí el esfuerzo incansable de los docentes de primario, fue una experiencia increíble muy enriquecedora con maestros que me abrieron las puertas con una sonrisa.
En 2020 de un día para otro la provincia me dijo que debía volver a la Esba, fue un impacto enorme, pero con ayuda de coordinadores y preceptores lo logré mediante Zoom y todo lo que teníamos en pandemia como recurso.
En 2021 fue virtual y fue muy positivo a pesar de vernos en pantalla y un gran desafío corregir proyectos de diseño, pero lo logramos con estudiantes comprensivos y con mucha creatividad. Mi vida hoy en Villa Carlos Paz es muy tranquila, disfruto esta nueva etapa, no me alejé del arte y el diseño, simplemente son otros tiempos. Ayuda la calma y ver cuánto pude hacer en el pasado, cuanta pasión puse.
- ¿Cómo fue su aporte a la preservación de la historia de San Francisco?
Sigo atenta a lo que pasa en la ciudad, creo que con Aurora hicimos un gran trabajo de preservación, que pronto publicaremos. Nos hubiese gustado formar profesionales al respecto.
¿Por qué es importante preservarla?
Tenemos una ciudad hermosa, con características únicas; sin embargo, sigo convencida que los edificios en altura en cualquier barrio no son adelantos urbanos y más cuando se sigue construyendo departamentos de un dormitorio, somos ciudades para disfrutar y vivir con espacios verdes, patios, aire corriendo y mucha luz. Las ciudades están en constante renovación, lo bueno sería mantener su calidad de vida.
- Como arquitecta, ¿Qué valor arquitectónico tiene nuestra ciudad? ¿De qué se siente orgullosa de haber hecho por San Francisco y su preservación?
Celebro los últimos tiempos que hay un espíritu de rescate de espacios verdes y espero sinceramente que la Planificación Urbana vaya acompañada de la Preservación, tenemos verdaderas "joyitas arquitectónicas" que sería bueno mantenerlas y potenciarlas con alturas y retiros.
- ¿Va a seguir relacionada con San Francisco más allá de su familia, pero desde una mirada arquitectónica y profesional'
Siempre vuelvo a San Francisco, tengo a mi familia y amigos, pero disfruto esta etapa. En un lugar de mi corazón siempre esta mis ganas de seguir haciendo ciudad, seguir en Preservación, a veces llamo a colegas del municipio y protesto y luego reconozco que esa tarea ya no es mía, sin embargo esa fue también una etapa de mi vida.