“Tenemos que sostener lo que Graciela hizo y seguir avanzando por los que menos tienen”
La hija y la nieta de Graciela Magario, junto a un grupo de mujeres, se contagiaron de la empatía de la voluntaria y continúan su tarea solidaria. Esperan algún día cumplir con el deseo de "Chela" de construir un refugio para los que menos tienen.
La generosidad de Graciela Magario de Benedetto es contagiosa. Su trabajo incansable, su vigencia ayudando aun en momentos complicados de su vida tienen hoy su correlato en otras mujeres que decidieron tomar la posta de la solidaridad y mantenerla firme.
Su hija, Lorena Benedetto, y su nieta, Chiara Sandrone, decidieron continuar con la campaña del litro de leche "Pedir poco es dar mucho", de nueve años de existencia, y el merendero "Ayudando a crecer" en barrio Roque Sáenz Peña, creados por la misma "Chela". Pero no están solas, sino que en el camino se fueron sumando las voluntades de Verónica Boscarol, Analía Pagliano, María Laura Griffa, Judith Vietto y Georgina Capellino, quienes terminaron conformando el grupo #mujerescomprometidas.
Todas se unen en la misión de ayudar a los que menos tienen y representan a la iniciadora de todo esto, que en esta previa a la Navidad estará ausente de otras de las campañas donde supo poner su impronta, Navidar (surge de Red Solidaria), que consiste en la entrega de cajas con alimentos para estas fiestas, las que serán entregadas entre los días 22 y 24 de diciembre próximos.
"Va a faltar su presencia física pero el espíritu de Graciela estará presente en cada entrega", aseguran quienes levantan su bandera hoy y quieren cumplirle un deseo que la desvela: un refugio para quienes no tienen donde vivir.
-¿Esta será una Navidad diferente sin Graciela seguramente?
Verónica Boscarol (V.B): va a faltar su presencia física pero el espíritu de Graciela estará presente en cada entrega, de eso no hay dudas.
María Laura Griffa (M.L.G): va a ser diferente, haber visto a Chela trabajando la Navidad pasada, yendo barrio por barrio con las cajas, en los lugares donde se necesita. Eso se va a extrañar.
-¿Graciela sigue trabajando?
Chiara Sandrone (C.S): mi abuela ahora no puede seguir fuerte en la actividad pero mi mamá y yo nos pusimos al hombro el trabajo que ella hizo. Pero ella no pierde de vista nada. Nos llama o nos escribe y nos dice que cumplamos con los mensajes que recibe. La casa de mi abuela sigue siendo un lugar donde guardamos donaciones porque ella lo quiere así.
M.L.G: dejó de participar físicamente pero sigue estando presente a través de las redes sociales y principalmente en nuestro grupo de Whatsapp. Ella sabe todo, responde cada mensaje y su conexión son Lorena y Chiara.
-¿Qué les pide a la hora de ayudar a los demás?
V.B: que sigamos yendo a los barrios más vulnerables como lo venimos haciendo, trabajando de corazón y con carisma.
-¿Sienten la necesidad de acompañar a Lorena y a Chiara en este camino solidario?
V.B: Eso lo vamos a hacer siempre, directa o indirectamente. Somos un grupo y nos ayudamos mutuamente. Nosotras trabajamos en contacto con la gente, sabiendo realmente cuáles son las necesidades. Tenemos que sostener lo que Graciela hizo y seguir avanzando por los que menos tienen, pudiéndonos constituir como una comunidad solidaria.
Analía Pagliano (A.P): tanto Chela con lo suyo como Red Solidaria se ayudan mutuamente. Como siempre dice Marcelo Valverde (representante de Red Solidaria en San Francisco) este es un cambio cultural que tenemos que hacer entre todos y lo que hacemos es conectar la ayuda. Ver a Lorena y a Chiara en acción es digno de admirar.
-¿Qué les enseñó Graciela?
C.S: la familia se maneja con la misma empatía y respeto que mi abuela. Cuando llevábamos la leche con ella éramos niños y en los merenderos nos sentábamos a tomar la merienda a la par de los que menos tenían. Para mi abuela todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos.
V.B: respetar al otro como un igual, ir a los barrios sabiendo las necesidades que tienen. Cuando ella empezó con esta labor solidaria estaba sola. Nos enseñó a trabajar para darle dignidad a las personas y su actitud positiva ante la vida, especialmente ahora que está luchando contra su enfermedad, te demuestra que es un ser positivo y lleno de luz. Su carácter también es de imitar porque es una mujer muy justa.
M.L.G: nos enseñó a tener predisposición por el otro y cómo trabajar con el que más necesita, pero también la resiliencia porque Chela es capaz de superar cualquier adversidad.
A.P: la inmediatez en resolver los problemas de los otros y sin esperar nada a cambio. Muchos nos preguntan: ¿por qué dan? ¿Con qué necesidad? Cada vez se necesita más ayuda. Tener comida y un techo es un derecho de todas las personas y Graciela siempre pensó así.
-En tu caso Chiara, ¿por qué continuar con el trabajo de tu abuela?
C.S: porque me llena de satisfacción hacerlo, me encanta estar con los chicos en el merendero; colaborar en Fundación Infantia como hacía mi abuela con las madres adolescentes. Veo realidades que nunca hubiera imaginado.
-¿Qué significa Graciela Magario de Benedetto para San Francisco?
A.P: Graciela es el ícono de la fuerza y de la solidaridad. Ella fue la que visibilizó la solidaridad en la ciudad.
M.L.G: muchos la criticaron por publicar fotos, por mostrarse, pero esa es la única manera de que la gente conozca las necesidades y contagiar la solidaridad. No hay persona que no quiera a Chela.
C.S: mi abuela pensaba que la mejor manera de atraer a la gente es haciendo eventos y los días que se celebraba un nuevo aniversario de la campaña de la leche todos se sumaban. El mensaje de la campaña "Pedir poco es dar mucho" hizo entender a la gente que con una colaboración mínima se está ayudando muchísimo a los que menos tienen.
-Retirada de la actividad por su salud, ¿Graciela dejó algo pendiente por hacer?
M.L.G: su gran deseo fue siempre tener un refugio donde puedan albergarse personas en situación de calle o para aquellos que venían a buscar una oportunidad laboral en la ciudad, donde se puedan dictar talleres de formación laboral y acompañamiento para las madres jóvenes, donde haya un apoyo a los que están en situación de vulnerabilidad. Hubo un intento pero su enfermedad no lo hizo posible.
-¿Les gustaría cumplir su sueño?
A.P: es una necesidad que vemos desde hace mucho tiempo, principalmente en invierno. Sería fantástico poder cumplirlo porque sería un legado que quedaría de ella para siempre en la ciudad. Es utópico, no es fácil pero como dice Eduardo Galeano: "La utopía sirve para caminar".
Graciela Magario, el nombre de la solidaridad
La salud de Chela
Graciela Magario está atravesando el momento más difícil de su enfermedad. Una metástasis en su cabeza producto del cáncer de pulmón que padece desde hace cinco años la llevó a alejarse de la escena pública y ponerse en manos de los médicos.
Esperando el alta de la clínica donde está internada, su hija Lorena, pilar y compañía de Chela, contó cómo está su madre.
"Su cuadro es propio de una persona que la viene luchando desde hace tiempo y siempre hay una nueva. Ella no puede estar sin oxígeno y todo se va complicando con el tiempo. Lo único que pido es que esté bien mientras esté con nosotros", confió Lorena.