Signo de una realidad que debe ser atendida
Se podrá discutir si es necesaria una ley de emergencia alimentaria o si se requieren otras medidas de alivio urgentes. Pero no se puede disimular el crecimiento de necesidades que ya existían y han seguido creciendo ante la falta de resultados de las políticas oficiales.
La noticia señala que otra "sucursal" del merendero Sueños Compartidos se abrirá en Frontera en breve. Será un anexo de otro que ya viene funcionando en la vecina ciudad y la idea es sumarle talleres y conseguir un horno de panadería para fabricar el pan y generar fuente de trabajo para las madres.
Asimismo, en otros barrios periféricos, la solidaridad de los vecinos ha comenzado a generar comedores y merenderos ante la evidente necesidad que están pasando algunas familias de esos sectores. En el caso de Frontera, los que comandan el merendero Sueños Compartidos se vieron en la necesidad de buscar otro espacio cuando comenzaron a notar la llegada de varios chicos de los barrios Acapulco y Veracruz, que están en jurisdicción de Josefina. Esta iniciativa funciona desde hace un año y allí concurren entre 80 y 100 niños tres días a la semana.
La información puede ser replicada en varias otras poblaciones del país. Es un signo evidente de una realidad signada por la crisis socioeconómica a la que el gobierno nacional aún no acierta a encontrar medidas que la resuelvan o, al menos, alivien la situación de una gran cantidad de argentinos sumidos en la pobreza y la indigencia.
El problema de la aparición cada vez mayor de los comedores y merenderos es nacional. Los medios nacionales informaron por estos días que desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación como en Buenos Aires y otras diez provincias se está avanzando con distintas medidas para aumentar la cantidad de fondos para comedores escolares, merenderos, tarjetas alimentarias y programas de trabajo de cooperativas y familias de bajos recursos.
Es que el contexto social, obliga al Gobierno a trabajar sobre aquellos sectores más damnificados, mientras monitorea las organizaciones sociales. Muchos de estos grupos tienen motivaciones políticas y así se hacen notar en las manifestaciones que se producen en Buenos Aires especialmente. Sin embargo, son numerosas las entidades civiles cuya vocación solidaria se ve hoy sobrepasada ante la demanda de alimentos y ayuda para sortear difíciles circunstancias.
Se podrá discutir si es necesaria una ley de emergencia alimentaria o si se requieren otras medidas de alivio urgentes. Pero no se puede disimular el crecimiento de necesidades que ya existían y que eran sepultadas bajo la alfombra, pero que han seguido creciendo ante la falta de resultados de las políticas oficiales.