“Queremos que estos policías vayan a la cárcel”
Fernando Saire aguarda con "ansias y nervios" el inicio del juicio a Diego Lencinas y Gerardo Stefani, los efectivos acusados de golpearlo hasta provocarle la pérdida de un testículo. El martes se verán las caras en Tribunales.
Por Gabriel Moyano | LVSJ
Pasaron más de 1.000 días desde que a Fernando Saire lo golpearon brutalmente dentro de la Departamental San Justo y las vejaciones sufridas le terminaron provocando la extirpación de un testículo. Este martes, finalmente y tras varias postergaciones, los policías Diego Lencinas y Gerardo Stefani afrontarán un juicio acusados de lesiones graves calificadas, aunque el abogado del joven solicitará que la carátula sea modificada a lesiones gravísimas.
El hecho ocurrió en la madrugada del 16 de febrero de 2019, cuando Saire y un grupo de amigos fueron expulsados de un local nocturno y al intentar hacer la denuncia por los maltratos recibidos, terminó sufriendo una golpiza que lo mandó al hospital.
Días después, los facultativos debieron extirparle un testículo y luego se confirmó que si bien no quedó estéril, sí quedaron seriamente comprometidas sus posibilidades de procrear. Precisamente eso -la pérdida de un órgano y el riesgo de no poder tener hijos- son los puntos en los que hará hincapié el abogado Santiago Ruiz para solicitar el cambio de carátula.
La modificación de la acusación es clave para la representación de Saire para garantizar que -si son encontrados culpables- los policías deban cumplir una condena en prisión.
El juicio será unipersonal a cargo del vocal de la Cámara Criminal y Correccional Alejandro Acuña. La acusación será sostenida por la fiscal de cámara Consuelo Aliaga Díaz.
Saire, de 32 años, es empleado de Correo Argentino y futbolista. Poco tiempo después de lo sucedido comenzó a reclamar justicia y -pandemia de por medio- este martes tendrá la posibilidad de encontrarse cara a cara con quienes -amparados por el uniforme que vestían- lo sometieron a una paliza que le cambió la vida para siempre ya que los daños no fueron solamente físicos sino que las consecuencias psicológicas por lo vivido aun perduran.
En medio del dolor y de la lucha por rehacer su vida y lograr justicia, Fernando y su pareja finalmente pudieron ser padres. "Una bendición en medio de tanta tristeza", comentó.
- Pasaron 2 años y más de 9 meses para que finalmente tu caso llegue a juicio ¿qué sensación tenés en estos días ante la posibilidad de que se haga justicia por lo que te hicieron?
Las sensaciones son varias, es una mezcla. Siento ansiedad, inquietud, nervios... un poco de todo. Fueron dos años y 9 meses bastante difíciles y muy duros. Ahora que se acerca la fecha, uno empieza a notar esas ansias de justicia. Pasó mucho tiempo, pero siempre estuve esperando este momento.
- ¿Cuáles son las expectativas que tienen con tu abogado?
Tenemos muchas expectativas. Cuando uno espera que se haga justicia, tiene la ilusión de que sea así. Creemos y queremos la modificación de la carátula a lesiones gravísimas así realmente cumplan condena en la cárcel. Es por lo que estamos peleando.
- Personalmente ¿qué tendría que pasar para que consideres que se hizo justicia?
Para que realmente consideremos que se hizo justicia tiene que ocurrir que finalmente vayan presos. El daño que me hicieron es irreparable e inaudito también, porque el solo hecho de que son policías y se supone que tienen que ser ellos quienes nos tienen que cuidar.
"Espero que no haya más Fernando en el país", indicó el joven en su reclamo de justicia. (Fotos: Manuel Ruiz | LVSJ)
- ¿Tenés pensado qué vas a decir cuando te toque hablar?
Todavía no pensé que voy a decir. Son muchas cosas las que a uno se le cruzan por la cabeza, pero no he pensado todavía las palabras. Voy a pedir justicia, que la condena sea ejemplificadora para que estas cosas no sigan ocurriendo, que no haya más Fernandos en el país. Es complicado y difícil, pero por ahí a muchos les va a servir para cuidarse, para no hacerlo tan adrede como hicieron estos dos muchachos. Cuando mi caso salió a la luz me llegaron comentarios y testimonios de gente que los conocía, inclusive policías, que sabían lo que hacían. Se cubrían entre ellos, como quisieron cubrirse conmigo, quisieron inventarme una causa para justificar por qué me hicieron lo que me hicieron. Pero no se esperaban que a mí me tuvieran que operar y extirpar un testículo.
- ¿Cómo creés que te va a impactar volver a verles la cara a los policías?
Es lo que más me tiene intranquilo, inquieto, ansioso. No sé cómo voy a reaccionar. Es algo que va a pasar en el momento. Uno en estas ocasiones tiene que estar lo más tranquilo posible. Pero sin dudas que volver a verles la cara es lo que más me tiene intranquilo, lo más duro que voy a afrontar.
- ¿Aceptarías una disculpa?
No, a esta altura ya no. Ellos tuvieron todo este tiempo para pedirme disculpas y no lo hicieron. Yo nunca les cerré las puertas de mi casa. Pero ahora ya no las aceptaría ni de parte de ellos, ni de la policía, ni del comisario.
- Más allá de lo que pase con estos dos policías, ¿esperás que haya una sanción ejemplificadora contra la violencia institucional?
Esperamos que sea una condena ejemplificadora y que sirva para que tanto estos policías como otros que están acostumbrados a tratar así a la gente que ingresa a las comisarías se cuiden y traten a las personas de otra manera.
- ¿Cómo transitaste el tiempo que pasó hasta ahora?
Fue muy duro, difícil. No es lindo vivir lo que yo viví, que la gente murmure o te señale. Ir a lugares y que la gente te reconozca por ser el chico que le pasó eso con la policía. Sin intenciones de dañar, la gente te trae de vuelta siempre el recuerdo, porque te pregunta qué pasó. Eso te hace revivir todo por dentro. Es difícil transitar eso. Espero que después del juicio se cierren las heridas y cerrar esta etapa tan fea de mi vida y la de mi familia.
- ¿Qué pasó con el tema de tu fertilidad?
Me hice varios estudios y había bajado el porcentaje de fertilidad. No era nulo, pero había disminuido un porcentaje. Por esas cosas de la vida, no sé si por algún ser divino, pude ser papá y estoy contento por eso. La noticia fue como una bendición, algo inexplicable después de todo lo vivido. No lo hicimos muy público para preservar a la familia, pero más allá de que yo haya podido ser papá esto no significa que no hayan hecho un daño en mí. Extirparon una parte de mi cuerpo.
- ¿Buscan una compensación económica?
Por el momento estamos enfocados en lo que va a ser el juicio penal. Queremos que se haga justicia, que estos dos policías vayan a la cárcel.