Patrimonio de nuestra comunidad

En marzo pasado, el Concejo Deliberante, por ordenanza N° 7567, declaró a la lengua piemontesa como Patrimonio Cultural Intangible de nuestra ciudad
En marzo pasado, el Concejo Deliberante, por ordenanza N° 7567, declaró a la lengua piemontesa como Patrimonio Cultural Intangible de nuestra ciudad. La norma legal establece además que se disponga la colocación de una placa distintiva en la Casa del Piemonte "José Losano" con un texto que haga referencia a esta declaración.
Precisamente, hoy viernes se iba a llevar a cabo un acto en la vieja casona ubicada sobre avenida del Libertador Sur, para cumplir con lo señalado en la ordenanza y se profundizará en la importancia de haber declarado patrimonio de la ciudad al idioma que llegó aquí traído por los miles de inmigrantes de aquella región italiana, forjadores de nuestra comunidad y transmisores de un legado cultural que, pese a todos los cambios, permanece. En tanto, por el clima desfavorable, el acto se postergó para el próximo jueves.
San Francisco es la tercera población de nuestra región en declarar al piemontés como patrimonio cultural. Sunchales y Sastre, en la vecina Santa Fe, lo hicieron con antelación. En todos los casos, la decisión se adoptó tras diálogos con las asociaciones que agrupan a los descendientes de aquellos pioneros. En nuestra ciudad, la Asociación Familia Piamontesa que tomó la idea que viene impulsando desde hace tiempo la denominada Asociación Civil Mujeres Piemontesas de la República Argentina.
La Unesco afirma que "el patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes". Agrega que "pese a su fragilidad, el patrimonio cultural inmaterial es un importante factor del mantenimiento de la diversidad cultural frente a la creciente globalización. La comprensión del patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades contribuye al diálogo entre culturas y promueve el respeto hacia otros modos de vida".
En ese contexto, la lengua que hablaban muchos de quienes se asentaron en esta región modeló el habla de nuestras sociedades. Se trata de un hecho cultural que se une a las costumbres y hábitos también legados. Por eso, su salvaguarda es un acontecimiento singular. Pese a que ya no se escuchan abuelos hablando ese idioma en los bancos de las plazas, muchos de sus vocablos son utilizados todavía y distinguen el modo de expresión de esta comunidad. Su valor histórico va de la mano con su trascendencia lingüística y antropológica.
De este modo, no cabe duda de que la lengua piemontesa forma parte del patrimonio cultural sanfrancisqueño. Porque nombra tradiciones y sentimientos propios que todavía están vigentes. Porque, más allá de que haya perdido alguna fuerza, ha sido transmitida de generación en generación y contribuye a infundir un sentimiento de identidad y vinculación con el pasado. Porque es un bien cultural que se reconoce entre nosotros y que nos distingue frente a otras culturas particulares.
Que esta lengua pase a formar parte del patrimonio de San Francisco es un hecho auspicioso. Porque refuerza la propia identidad. Y se transforma en un sentido homenaje a los piemonteses que llegaron aquí y, por extensión, a todos los inmigrantes que regaron este suelo con el sudor de su frente.