PARA EVITAR TRAGEDIAS EN RÍOS Y ARROYOS
PARA EVITAR TRAGEDIAS EN RÍOS Y ARROYOS
Las
precipitaciones ya generan crecidas en ríos serranos. Las crecientes en los
ríos no serán de magnitud, pero recomiendan a turistas ser precavidos.
Las
precipitaciones ya generan crecidas en ríos serranos. Las crecientes en los
ríos no serán de magnitud, pero recomiendan a turistas ser precavidos.
Si bien no
en los milimetrajes que se esperan para revertir la intensa sequía de los últimos
meses, las lluvias han comenzado a caer sobre todo el territorio cordobés luego
de varias semanas de temperaturas muy elevadas que agravaron aquel panorama. Y
tan pronto como las precipitaciones se abatieron, volvió a hacerse presente el
peligro que supone la crecida de ríos y arroyos en la zona serrana.
Por ello,
Defensa Civil y otros organismos han comenzado a advertir a los turistas que
pueblan las localidades turísticas de Córdoba sobre los riesgos que supone no
tomar las medidas de precaución conocidas, en el afán de no ser sorprendidos
por una intempestiva creciente de los cursos de agua.
La historia enseña
que han sido numerosos los accidentes fatales que se produjeron como
consecuencia de no acatar las prevenciones dispuestas. La mayoría de las
poblaciones de los valles turísticos ha sido escenario de tragedias, generadas
muchas veces por la imprudencia o la conducta temeraria de algunos visitantes.
A veces, por desconocimiento de lo que puede originar la naturaleza; en otras
ocasiones, por no valorar los riesgos a que se exponen.
Por ello,
verificar la cartelería, acatar las indicaciones del personal preparado para
dar respuesta a la situación y alejarse del cauce del agua, son algunas de las
principales recomendaciones, que el gobierno provincial lanzó días atrás. La
intención no es otra que la de formar criterios para ser precavidos y tomar
nota de los signos que anticipan una posible creciente en los cursos de agua
después de las tormentas veraniegas.
Para evitar
la repetición de circunstancias desgraciadas, es preciso que todos los turistas
comprendan y acaten las disposiciones que se adoptan para garantizar vidas y
bienes ante el aumento del nivel del agua en ríos y arroyos y las correntadas
violentas que se generan. Alejarse de esos sitios es la mejor conducta, pero la
curiosidad, la irreflexión y la desidia a veces pueden más que el sentido
común. Con ello, las vidas se ponen efectivamente en peligro.
Es
bienvenida la reiteración y difusión las recomendaciones que procuran poner
sobre aviso a los turistas acerca de un fenómeno natural muy habitual en las
sierras de Córdoba, pero no siempre advertido como peligroso. Defensa Civil de
la provincia y las distintas municipalidades serranas conocen sobradamente de
qué manera enfrentar a las crecientes de los ríos y arroyos para que los daños
sean mínimos. Es aquí donde debe apostarse fuerte a una acción decidida y
sistemática de comunicación y, al mismo tiempo, apelar a la responsabilidad de
cada uno de los visitantes, para que las muertes no se sucedan como ha ocurrido
en otras temporadas veraniegas.
Si bien no
en los milimetrajes que se esperan para revertir la intensa sequía de los últimos
meses, las lluvias han comenzado a caer sobre todo el territorio cordobés luego
de varias semanas de temperaturas muy elevadas que agravaron aquel panorama. Y
tan pronto como las precipitaciones se abatieron, volvió a hacerse presente el
peligro que supone la crecida de ríos y arroyos en la zona serrana.
Por ello,
Defensa Civil y otros organismos han comenzado a advertir a los turistas que
pueblan las localidades turísticas de Córdoba sobre los riesgos que supone no
tomar las medidas de precaución conocidas, en el afán de no ser sorprendidos
por una intempestiva creciente de los cursos de agua.
La historia enseña
que han sido numerosos los accidentes fatales que se produjeron como
consecuencia de no acatar las prevenciones dispuestas. La mayoría de las
poblaciones de los valles turísticos ha sido escenario de tragedias, generadas
muchas veces por la imprudencia o la conducta temeraria de algunos visitantes.
A veces, por desconocimiento de lo que puede originar la naturaleza; en otras
ocasiones, por no valorar los riesgos a que se exponen.
Por ello,
verificar la cartelería, acatar las indicaciones del personal preparado para
dar respuesta a la situación y alejarse del cauce del agua, son algunas de las
principales recomendaciones, que el gobierno provincial lanzó días atrás. La
intención no es otra que la de formar criterios para ser precavidos y tomar
nota de los signos que anticipan una posible creciente en los cursos de agua
después de las tormentas veraniegas.
Para evitar
la repetición de circunstancias desgraciadas, es preciso que todos los turistas
comprendan y acaten las disposiciones que se adoptan para garantizar vidas y
bienes ante el aumento del nivel del agua en ríos y arroyos y las correntadas
violentas que se generan. Alejarse de esos sitios es la mejor conducta, pero la
curiosidad, la irreflexión y la desidia a veces pueden más que el sentido
común. Con ello, las vidas se ponen efectivamente en peligro.
Es
bienvenida la reiteración y difusión las recomendaciones que procuran poner
sobre aviso a los turistas acerca de un fenómeno natural muy habitual en las
sierras de Córdoba, pero no siempre advertido como peligroso. Defensa Civil de
la provincia y las distintas municipalidades serranas conocen sobradamente de
qué manera enfrentar a las crecientes de los ríos y arroyos para que los daños
sean mínimos. Es aquí donde debe apostarse fuerte a una acción decidida y
sistemática de comunicación y, al mismo tiempo, apelar a la responsabilidad de
cada uno de los visitantes, para que las muertes no se sucedan como ha ocurrido
en otras temporadas veraniegas.