“NUESTRO MOTOR CADA DÍA ES EL AGRADECIMIENTO DE LOS PACIENTES"
“NUESTRO MOTOR CADA DÍA ES EL AGRADECIMIENTO DE LOS PACIENTES"
Brenda Gómez es voluntaria del COE desde el
primer día en que se solicitó la ayuda de vecinos para la atención en los
centros de testeo. Sacrificó ver a su familia, salir y visitar amigos durante
dos años para sumarse a los operativos de testeos. Cuidadosa, nunca se contagió
de coronavirus y no baja los brazos en esta pelea.
Brenda Gómez es voluntaria del COE desde el
primer día en que se solicitó la ayuda de vecinos para la atención en los
centros de testeo. Sacrificó ver a su familia, salir y visitar amigos durante
dos años para sumarse a los operativos de testeos. Cuidadosa, nunca se contagió
de coronavirus y no baja los brazos en esta pelea.
-
Brenda tiene 21 años y es una de las tantas voluntarias de los centros de testeo de coronavirus (Foto: Marcelo Suppo)
Brenda Gómez es una de las voluntarias del COE que está desde la primera
hora en que comenzó la pandemia y se necesitaban vecinos que colaboraran en
diferentes reparticiones para realizar hisopados.
Vecina de barrio Independencia, tiene un comercio que ella lleva adelante y
sus horas libres las dedica al centro de testeo ubicado en el SUM de Barrio
Parque.
Para la joven de 21 años, que ya lleva 2 de su vida con máscara, barbijo y
ese traje azul, no hay lluvia, calor ni frio que detenga sus ganas de ayudar en
la lucha contra esta enfermedad.
Como Brenda, son decenas de mujeres y hombres que dejan a sus familias, a
sus amigos y sus momentos libres para dedicarlo a la ayuda comunitaria.
Hoy, con la tercera ola de coronavirus presente en la Argentina, nuestra
heroína de capa azul y máscara nos cuenta cómo es estar en la primera línea del
virus, cuando son buenas y malas noticias, los momentos difíciles cuando la
paciencia desaparece y ellos, siguen adelante sin importar.
-
Ya
dos años de pandemia y siempre en la primera línea. Hoy con más casos que nunca
y muchas veces se encuentran ante situaciones difíciles. ¿Cómo está el
voluntariado en este momento?
Las personas que llegan a un centro de testeo no lo
hacen por que quieren si no que se ven obligadas ya sea por tener síntomas o el
motivo que sea. Entendemos si están cansados de esperar o se encuentran de mal
humor por la situación pero también pedimos que nos comprendan a nosotros que
hace mucho que hacemos esto de manera desinteresada sin un fin económico y con
el corazón, pasamos horas y horas dentro
de los centros de testeo, también tenemos calor y nos cansamos porque con el
volumen de gente que estamos hisopando es muchísimo.
De igual manera, tratamos de hacer nuestro trabajo de la mejor
forma, lo más rápido posible para todos, pero somos humanos y solo pedimos un
poco de respeto tanto a los horarios como al trato que tienen con nosotros.
Personalmente la mejor sensación que te puede dar
este trabajo es cuando un paciente se va y sea cual sea el resultado te
agradece, es algo que realmente me llena el corazón y es el motor para seguir
día a día.
El valor del voluntariado
- ¿Cómo es hacer esto sin
ser médico?
En el rol que nosotros ocupamos estamos muy
acompañados y capacitados por el equipo de salud del Hospital J.B. Iturraspe
que nos van brindando las capacitaciones correspondientes y la verdad que es un
honor trabajar con profesionales como ellos, tanto la doctora Verónica Pepino,
el doctor Valentín Vicente, la doctora Fernández, el doctor Arri, las chicas de
laboratorio, que desde un principio nos ayudaron y resolvieron todas nuestras
dudas, como todo el personal del hospital que hoy en día nos acompañan. Y en un
principio también contamos con las capacitaciones tanto de los soldados del
ejército argentino como del departamento de unidades de alto riesgo de la
policía de la provincia de Córdoba.
Con todo lo que ellos nos enseñaron te puedo decir
que es una tarea increíble y que no hace falta ser médico para poder
realizarla, obviamente que es un día a día y siempre tenemos que ir
capacitándonos y actualizándonos porque es un virus muy dinámico y todo puede
cambiar de un día a otro.
- ¿Qué se siente al hacer
cada hisopado, llenar planillas y hacer este trabajo?
Es una experiencia increíble, es algo que
realmente me gusta y lo hago con el corazón, trato de que toda persona que
atienda, dentro de lo malo se lleve una buena experiencia, hay momentos en los
que uno está muy cansado y más con la alta demanda que hay hoy en día, pero
trato de poner lo mejor de mí y hacer las cosas lo mejor posible.
- ¿Qué te pasa cuando
decís positivo o negativo, según el caso?
Hoy después de tanto tiempo haciendo esto no es lo
mismo que al principio, ya es más cotidiano y más con el alza de casos que hay
actualmente. Pero en un principio fue complicado. Te ponías en el lugar de
estos pacientes con resultados positivos y cada uno traía una historia. Hay casos y personas que
tuve que darle el resultado positivo que nunca voy a borrar de mi memoria y más
los primeros cuando todavía la vacunación no se había implementado y la
situación era muy distinta.
En cambio, el negativo siempre fue como una
noticia "buena" aunque a cada paciente se le explica qué pasos debe seguir a
partir de ese resultado.
- ¿Cómo es volver a casa
cada día después de tantos positivos?
La verdad que los días de tantos positivos no ves
la hora de volver a casa, poder bañarte y descansar. Son días agotadores y un
poco angustiantes porque ves la cantidad de personas que tienen esta enfermedad
y uno quisiera que todos fueran negativos.
-
¿Por qué decidiste ser voluntaria?
Es una forma de aportar mi granito de arena en toda esta pandemia. Desde un
principio no lo dudé porque es algo que realmente me encanta. Me hace sentir
bien poder ayudar a los demás desde mi lado. Además el ámbito de la salud
siempre fue un lugar donde soñé siempre trabajar.

Brenda se sumó desde el primer día a colaborar en los centros de testeo. Hoy, trabaja en el SUM de Barrio Parque y luego se va a atender su negocio. (Foto: Marcelo Suppo)
-
¿Cómo fueron los primeros tiempos cuando
no se conocía al virus?
Fueron de mucha incertidumbre en la sociedad ya que era algo desconocido
que generaba un miedo por todo lo que estaba pasando en Europa y además el
aislamiento preventivo que había cambiado completamente la forma de vivir y que
no se sabía cuánto iba a durar.
En lo personal lo viví sin miedo porque desde que inicié en este
voluntariado nos enseñaron cómo cuidarnos a través de las medidas de
bioseguridad y respetando el correspondiente aislamiento. Esta primera etapa en
el COE se vivió de una forma muy activa ya que en la parte donde yo me
encontraba brindábamos atención telefónica y personal a los ciudadanos además
de que estábamos pendientes de las actualizaciones de protocolos y bases de
datos.
- ¿Ni un poco de temor?
Miedo nunca tuve, siempre le tuve respeto, yo estoy capacitada y se cómo
debo cuidarme dentro de mi trabajo en el COE y sé que si respeto las medidas de
bioseguridad es imposible un contagio. Además siempre me cuidé fuera de mi
trabajo y en mi círculo íntimo por eso hoy puedo decir que en lo que va de la
pandemia nunca me contagié de coronavirus.
-
Pero debes tener muchos sentimientos
encontrados...
Vas pasando por todos; es un día a día; un momento a momento. Hay
situaciones que te generan felicidad, como están las que te generan tristeza,
frustración, pero siempre recalco que lo importante es estar acompañados y por
suerte tengo unos compañeros de oro que nos vamos apoyando en este camino.
-
¿Qué significan los voluntarios en esta
pandemia?
Somos una gran ayuda para el equipo de salud y muy importantes porque somos
lo que logramos descomprimir un poco el trabajo del hospital ya que nosotros
detectamos los casos y en el hospital o clínicas se encargan de atender a los
pacientes que requieren de atención médica.
-
¿Qué dice tu familia al respecto?
Fue complicado al principio. Tenían miedo por lo que me podía pasar, por lo
expuesta que estaba, también fue un poco angustiante porque pase meses sin
verlos, más que todo a mis abuelos que pase un año sin estar con ellos ya que
como estaba muy expuesta decidí no visitarlos y solo hablábamos por llamada.
Pero poco a poco fueron comprendiendo y fueron viendo que es algo que
realmente me gusta y hoy en día son los que están ahí siempre, los que me
incentivan a no bajar los brazos, los que me acompañan y respetan cada decisión
que tomo.
-
Sos comerciante. ¿Cómo llevas tú vida
laboral y voluntaria?
-
Bueno obviamente si bien el COE es muy importante para mí, la actividad
laboral también así que en los momentos que no estoy trabajando en mi comercio
estoy en las actividades del COE.
-
Para ser voluntaria... ¿Cómo debe ser la
actitud?
Cualquier persona puede ser voluntario, pero creo que las características
principales son la empatía, la solidaridad y la capacidad de trabajar en
equipo.
-
¿Te gustaría seguir alguna carrera
relacionada a la salud?
La verdad es que mi gran sueño y anhelo es recibirme de médico.
-
¿Qué te enseñó todo esto que estamos
viviendo?
Mucho. Me deja un crecimiento como persona increíble. La pandemia en si nos
dejó mucho en lo que pensar, en cómo hay que disfrutar y valorar los momentos y
las personas que nos rodean porque no sabes lo que pude pasar mañana, me enseño
la importancia del trabajo en equipo y que siempre podemos aprender algo nuevo.
-
¿Qué le pedís a la gente hoy?
Les pido que, si van a testearse que
lo hagan con todas las medidas de bioseguridad, que sabemos que es larga la
espera hasta poder realizarse el test pero que de nuestro lado ponemos lo mejor
de nosotros, que nos respeten, que por favor se cuiden y que completen el
esquema de vacunación covid.

Traje azul, guantes, barbijo y máscara. Brenda está en contacto directo con el virus hace dos años y nunca se contagió.
Por los que acompañan eimpulsan a seguir adelante
Aunque es la comunidad sanfrancisqueña la que debe agradecerle a Brenda por
su labor incondicional, ella decidió expresar unas palabras a modo de
agradecimiento para los que la acompañan en este voluntariado: "Quiero
agradecer a todos los que nos acompañan, a todos los voluntarios que pasaron
por el COE y a los que se unen a esta gran familia, a los que van a hisoparse y
valoran el trabajo que hacemos, al equipo del Hospital JB Iturraspe que como
dije antes siempre están ahí para todo lo que necesitemos, a la Policía de la
Provincia de Córdoba que también siempre están y estuvieron con nosotros desde
un principio y a todos los que pasaron en estos casi 2 años que llevamos
trabajando".
"También gracias familia y amigos por estar ahí para mí siempre, por
contenerme y por celebrar mis logros, por comprender mis horarios y mis muchos
"no puedo ir por el COE" o mis "no quiero ir porque estoy expuesta y no los
quiero exponer a ustedes" gracias nuevamente y sepan que los amo y que son los
que me impulsan a seguir adelante", concluyó la joven.
Brenda Gómez es una de las voluntarias del COE que está desde la primera
hora en que comenzó la pandemia y se necesitaban vecinos que colaboraran en
diferentes reparticiones para realizar hisopados.
Vecina de barrio Independencia, tiene un comercio que ella lleva adelante y
sus horas libres las dedica al centro de testeo ubicado en el SUM de Barrio
Parque.
Para la joven de 21 años, que ya lleva 2 de su vida con máscara, barbijo y
ese traje azul, no hay lluvia, calor ni frio que detenga sus ganas de ayudar en
la lucha contra esta enfermedad.
Como Brenda, son decenas de mujeres y hombres que dejan a sus familias, a
sus amigos y sus momentos libres para dedicarlo a la ayuda comunitaria.
Hoy, con la tercera ola de coronavirus presente en la Argentina, nuestra
heroína de capa azul y máscara nos cuenta cómo es estar en la primera línea del
virus, cuando son buenas y malas noticias, los momentos difíciles cuando la
paciencia desaparece y ellos, siguen adelante sin importar.
-
Ya
dos años de pandemia y siempre en la primera línea. Hoy con más casos que nunca
y muchas veces se encuentran ante situaciones difíciles. ¿Cómo está el
voluntariado en este momento?
Las personas que llegan a un centro de testeo no lo
hacen por que quieren si no que se ven obligadas ya sea por tener síntomas o el
motivo que sea. Entendemos si están cansados de esperar o se encuentran de mal
humor por la situación pero también pedimos que nos comprendan a nosotros que
hace mucho que hacemos esto de manera desinteresada sin un fin económico y con
el corazón, pasamos horas y horas dentro
de los centros de testeo, también tenemos calor y nos cansamos porque con el
volumen de gente que estamos hisopando es muchísimo.
De igual manera, tratamos de hacer nuestro trabajo de la mejor
forma, lo más rápido posible para todos, pero somos humanos y solo pedimos un
poco de respeto tanto a los horarios como al trato que tienen con nosotros.
Personalmente la mejor sensación que te puede dar
este trabajo es cuando un paciente se va y sea cual sea el resultado te
agradece, es algo que realmente me llena el corazón y es el motor para seguir
día a día.
El valor del voluntariado
- ¿Cómo es hacer esto sin
ser médico?
En el rol que nosotros ocupamos estamos muy
acompañados y capacitados por el equipo de salud del Hospital J.B. Iturraspe
que nos van brindando las capacitaciones correspondientes y la verdad que es un
honor trabajar con profesionales como ellos, tanto la doctora Verónica Pepino,
el doctor Valentín Vicente, la doctora Fernández, el doctor Arri, las chicas de
laboratorio, que desde un principio nos ayudaron y resolvieron todas nuestras
dudas, como todo el personal del hospital que hoy en día nos acompañan. Y en un
principio también contamos con las capacitaciones tanto de los soldados del
ejército argentino como del departamento de unidades de alto riesgo de la
policía de la provincia de Córdoba.
Con todo lo que ellos nos enseñaron te puedo decir
que es una tarea increíble y que no hace falta ser médico para poder
realizarla, obviamente que es un día a día y siempre tenemos que ir
capacitándonos y actualizándonos porque es un virus muy dinámico y todo puede
cambiar de un día a otro.
- ¿Qué se siente al hacer
cada hisopado, llenar planillas y hacer este trabajo?
Es una experiencia increíble, es algo que
realmente me gusta y lo hago con el corazón, trato de que toda persona que
atienda, dentro de lo malo se lleve una buena experiencia, hay momentos en los
que uno está muy cansado y más con la alta demanda que hay hoy en día, pero
trato de poner lo mejor de mí y hacer las cosas lo mejor posible.
- ¿Qué te pasa cuando
decís positivo o negativo, según el caso?
Hoy después de tanto tiempo haciendo esto no es lo
mismo que al principio, ya es más cotidiano y más con el alza de casos que hay
actualmente. Pero en un principio fue complicado. Te ponías en el lugar de
estos pacientes con resultados positivos y cada uno traía una historia. Hay casos y personas que
tuve que darle el resultado positivo que nunca voy a borrar de mi memoria y más
los primeros cuando todavía la vacunación no se había implementado y la
situación era muy distinta.
En cambio, el negativo siempre fue como una
noticia "buena" aunque a cada paciente se le explica qué pasos debe seguir a
partir de ese resultado.
- ¿Cómo es volver a casa
cada día después de tantos positivos?
La verdad que los días de tantos positivos no ves
la hora de volver a casa, poder bañarte y descansar. Son días agotadores y un
poco angustiantes porque ves la cantidad de personas que tienen esta enfermedad
y uno quisiera que todos fueran negativos.
-
¿Por qué decidiste ser voluntaria?
Es una forma de aportar mi granito de arena en toda esta pandemia. Desde un
principio no lo dudé porque es algo que realmente me encanta. Me hace sentir
bien poder ayudar a los demás desde mi lado. Además el ámbito de la salud
siempre fue un lugar donde soñé siempre trabajar.

Brenda se sumó desde el primer día a colaborar en los centros de testeo. Hoy, trabaja en el SUM de Barrio Parque y luego se va a atender su negocio. (Foto: Marcelo Suppo)
-
¿Cómo fueron los primeros tiempos cuando
no se conocía al virus?
Fueron de mucha incertidumbre en la sociedad ya que era algo desconocido
que generaba un miedo por todo lo que estaba pasando en Europa y además el
aislamiento preventivo que había cambiado completamente la forma de vivir y que
no se sabía cuánto iba a durar.
En lo personal lo viví sin miedo porque desde que inicié en este
voluntariado nos enseñaron cómo cuidarnos a través de las medidas de
bioseguridad y respetando el correspondiente aislamiento. Esta primera etapa en
el COE se vivió de una forma muy activa ya que en la parte donde yo me
encontraba brindábamos atención telefónica y personal a los ciudadanos además
de que estábamos pendientes de las actualizaciones de protocolos y bases de
datos.
- ¿Ni un poco de temor?
Miedo nunca tuve, siempre le tuve respeto, yo estoy capacitada y se cómo
debo cuidarme dentro de mi trabajo en el COE y sé que si respeto las medidas de
bioseguridad es imposible un contagio. Además siempre me cuidé fuera de mi
trabajo y en mi círculo íntimo por eso hoy puedo decir que en lo que va de la
pandemia nunca me contagié de coronavirus.
-
Pero debes tener muchos sentimientos
encontrados...
Vas pasando por todos; es un día a día; un momento a momento. Hay
situaciones que te generan felicidad, como están las que te generan tristeza,
frustración, pero siempre recalco que lo importante es estar acompañados y por
suerte tengo unos compañeros de oro que nos vamos apoyando en este camino.
-
¿Qué significan los voluntarios en esta
pandemia?
Somos una gran ayuda para el equipo de salud y muy importantes porque somos
lo que logramos descomprimir un poco el trabajo del hospital ya que nosotros
detectamos los casos y en el hospital o clínicas se encargan de atender a los
pacientes que requieren de atención médica.
-
¿Qué dice tu familia al respecto?
Fue complicado al principio. Tenían miedo por lo que me podía pasar, por lo
expuesta que estaba, también fue un poco angustiante porque pase meses sin
verlos, más que todo a mis abuelos que pase un año sin estar con ellos ya que
como estaba muy expuesta decidí no visitarlos y solo hablábamos por llamada.
Pero poco a poco fueron comprendiendo y fueron viendo que es algo que
realmente me gusta y hoy en día son los que están ahí siempre, los que me
incentivan a no bajar los brazos, los que me acompañan y respetan cada decisión
que tomo.
-
Sos comerciante. ¿Cómo llevas tú vida
laboral y voluntaria?
-
Bueno obviamente si bien el COE es muy importante para mí, la actividad
laboral también así que en los momentos que no estoy trabajando en mi comercio
estoy en las actividades del COE.
-
Para ser voluntaria... ¿Cómo debe ser la
actitud?
Cualquier persona puede ser voluntario, pero creo que las características
principales son la empatía, la solidaridad y la capacidad de trabajar en
equipo.
-
¿Te gustaría seguir alguna carrera
relacionada a la salud?
La verdad es que mi gran sueño y anhelo es recibirme de médico.
-
¿Qué te enseñó todo esto que estamos
viviendo?
Mucho. Me deja un crecimiento como persona increíble. La pandemia en si nos
dejó mucho en lo que pensar, en cómo hay que disfrutar y valorar los momentos y
las personas que nos rodean porque no sabes lo que pude pasar mañana, me enseño
la importancia del trabajo en equipo y que siempre podemos aprender algo nuevo.
-
¿Qué le pedís a la gente hoy?
Les pido que, si van a testearse que
lo hagan con todas las medidas de bioseguridad, que sabemos que es larga la
espera hasta poder realizarse el test pero que de nuestro lado ponemos lo mejor
de nosotros, que nos respeten, que por favor se cuiden y que completen el
esquema de vacunación covid.

Traje azul, guantes, barbijo y máscara. Brenda está en contacto directo con el virus hace dos años y nunca se contagió.
Por los que acompañan eimpulsan a seguir adelante
Aunque es la comunidad sanfrancisqueña la que debe agradecerle a Brenda por
su labor incondicional, ella decidió expresar unas palabras a modo de
agradecimiento para los que la acompañan en este voluntariado: "Quiero
agradecer a todos los que nos acompañan, a todos los voluntarios que pasaron
por el COE y a los que se unen a esta gran familia, a los que van a hisoparse y
valoran el trabajo que hacemos, al equipo del Hospital JB Iturraspe que como
dije antes siempre están ahí para todo lo que necesitemos, a la Policía de la
Provincia de Córdoba que también siempre están y estuvieron con nosotros desde
un principio y a todos los que pasaron en estos casi 2 años que llevamos
trabajando".
"También gracias familia y amigos por estar ahí para mí siempre, por
contenerme y por celebrar mis logros, por comprender mis horarios y mis muchos
"no puedo ir por el COE" o mis "no quiero ir porque estoy expuesta y no los
quiero exponer a ustedes" gracias nuevamente y sepan que los amo y que son los
que me impulsan a seguir adelante", concluyó la joven.