"Los Beatles eran algo serio, pero era divertido verlos trabajar"
El ingeniero de sonido británico Geoff Emerick, conocido por haber trabajado en los discos más revolucionarios de The Beatles, pasó por Argentina.
El ingeniero de sonido británico Geoff Emerick, conocido por haber trabajado en los discos más revolucionarios de The Beatles, como "Revolver" y "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", entre otros, afirmó que el famoso cuarteto de Liverpool "era algo serio", aunque destacó que "era muy divertido verlos trabajar".
"Conociendo a los Beatles y viendo a otros artistas, cuando los conocí me parecieron muy divertidos", especificó Emerick en diálogo con Télam al recordar su primer encuentro con los "Fabuloso Cuatro" y su relación a lo largo de los años.
De visita por primera vez en Buenos Aires, en donde ofreció una masterclass y una serie de charlas, el ingeniero de sonido relató de primera mano muchas de las experiencias vividas durante la grabación de los discos más revolucionarios en la historia de la música popular, especialmente por sus innovaciones tecnológicas.
Ocurre que Emerick ha sido partícipe en esta historia desde los primeros tiempos, cuando con apenas 16 años asistió la primera sesión del grupo en EMI, al registrar "Love me do", colaboró en la gestación de otros éxitos como "She loves you" y "Help!", y asumió como "ingeniero titular" con solo 20 años, en 1966, cuando la banda se aprestaba a grabar "Revolver".
Como si fuera poco, en su primera sesión en la consola, ante unos Beatles que ya eran un fenómeno mundial, el ingeniero tuvo que hacer frente a los alocados pedidos de John Lennon, que quería que su voz sonara como "el Dalai Lama hablando desde la cima de una montaña", en "Tomorrow never knows".
Cargado de gran cantidad de anécdotas y con la autoridad de haber implementado muchas de las innovaciones que cambiaron el rumbo de la música popular, Emerick encaró una serie de charlas en el país que continuarán en junio, cuando regrese para nuevas conferencias.
"Quiero transmitir el valor artístico y el lado artístico de hacer música, porque cuando empecé a trabajar no había muchas técnicas, solo se apretaban botones", expresó Emerick al referirse al objetivo de estas charlas.
- ¿Cómo recuerda su primera sesión con The Beatles?
Empezamos juntos. Ellos vinieron a grabar su primer disco y yo me sentaba por primera vez en una consola, era muy joven. Hasta entonces no había operado máquinas, solo me hacían limpiar el piso y cosas así en EMI. Así que fue un trabajo muy importante para mí. Solo sabía que era una banda de Liverpool. Cuando los vi por primera vez me di cuenta que estaban aprendiendo en el estudio, y George Martin era como un profesor de escuela que les enseñaba el oficio. Eventualmente, conociéndolos y viendo a otros artistas, los encontré muy divertidos. Eran algo serio pero era gente muy divertida. Nos divertíamos como lo hacen los chicos cuando estudian y van al colegio.
- Luego fue convocado como ingeniero principal cuando entraron a grabar "Revolver". ¿Sintió presiones en ese momento de trabajar con el grupo más famoso del mundo?
Sí, absolutamente. Yo los conocía porque había asistido al ingeniero Norman Smith en otras grabaciones, pero esto era distinto. La primera sesión fue terrible, el estómago me daba vueltas y vueltas, el corazón me latía fuerte. Los protocolos de grabación de EMI eran muy estrictos y ellos querían nuevos sonidos, querían experimentar. Querían un nuevo sonido para el bajo y la batería, y John me dio solo esa indicación para "Tomorrow never knows", porque era una persona que tenía muchos problemas para expresarse. No había efectos ni nada de eso, así que tenía que crear con lo que podía. Había muchas limitaciones, así que se me ocurrió eso de pasar su voz por los altavoces del órgano Leslie. A mí me llamaba la atención los sonidos que tenían los discos que venían de América y traté de copiar eso. Así se me ocurrió poner los micrófonos más cerca de la batería de lo permitido. Los ingenieros me decían: "Nosotros grabamos así por muchos años, no puedes venir por primera vez y hacer esto, cambiarlo todo". Fue un problema y me mandaron una carta los responsables de EMI para retarme. Pero luego de eso los Beatles vieron que estaba dispuesto a experimentar.
- ¿John Lennon fue el beatle con el que más problemas tuvo?
Él era una persona agresiva. No es que era agresivo en el sentido de golpear, pero en comparación con Paul McCartney, que era el romántico del grupo, era más duro. Pero esa combinación era lo que hacía de este dúo compositivo algo especial, lo que permitía la magia en los discos. Eran opuestos que se complementaban muy bien.
- ¿Considera que una sesión como la de "A day in the life" hoy en día podría resolverse más fácil con los adelantos tecnológicos que existen?
No es tan así. Nosotros captamos lo creado no a través de máquinas, sino con la mente y el corazón. Puede ser que sea más fácil todo, pero hay sonidos en esa grabación, como voces en la orquesta, que pasaron en realidad y no son fáciles de conseguir. No es posible conseguir con una máquina algo tan dinámico y real.
- ¿Escuchó alguna vez algo tan revolucionario como The Beatles?
No, lo que pasó con ellos no volvió a pasar de nuevo. Fueron determinadas circunstancias, dadas en el momento y el lugar justos. Lo que sí puedo decir que hubo discos hechos por Phil Spector, antes de mis grabaciones con los Beatles, que fueron los que me inspiraron. Además, antes la gente grababa tres canciones en tres horas por los horarios estrictos de EMI. Los Beatles podían empezar a las 3 de la tarde y terminar a las 3 de la mañana. Cuando Ringo se paraba de su batería y se ponía el saco sabíamos que la sesión había terminado.
- ¿Qué puede decirnos de George Martin?
Fue la persona que aportó armonías distintas al grupo. Se sentaba en el piano con Paul para buscar nuevas armonías o traducir ideas que había extraído de alguna música clásica que había escuchado. La gente se piensa que elegía los instrumentos y esas cosas, pero eso lo hacían los Beatles. Es muy difícil describir su labor. Yo podía hacer muchas grabaciones, pero él era quien escuchaba todo y decidía. (Télam)