“Las mujeres somos grandes enemigas y amigas en nuestros sufrimientos”
La escritora radicada en la localidad de Esperanza encuentra en la mujer su fuente de inspiración al punto de asegurar: "El mundo no sería el mismo sin ellas". Autora de "Damas", celebra la versión teatral que San Francisco hizo de su obra.
La escritora Adriana Allende pivotea entre el drama y la comedia. Tiene sobre sus hombros diez obras para adultos y otras más para niños. Pero desde el último tiempo se enfoca en la mujer, a quien le da un papel preponderante en la vida y asegura: "El mundo no sería el mismo sin ellas".
La autora, asentada en la localidad de Esperanza (Santa Fe) desde hace 27 años, reconoce haber encontrado en el sexo femenino su fuente de inspiración. Y así, por ejemplo, nació "Rojo Pasión" y "Damas", historia que se convirtió en un éxito en el teatro sanfrancisqueño de la mano del grupo La Puerta.
Allende asume también que trabajar con ellas en las clases de teatro le provoca gran admiración y lo toma como un desafío: "El teatro es una materia pendiente en la vida de las mujeres de 40 años", aclara y lo fundamenta en una entrevista con VOZ MUJER, donde además explica por qué está en contra del aborto, qué es lo quiere mostrar con sus guiones y cómo lo recibe el público.
- ¿Cómo empezó tu vinculación con las mujeres?
Siempre trabajé con niños pero desde hace un tiempo brindo talleres de actuación en teatro para adultos y me sorprendió la cantidad de mujeres que asistían a las clases y que aún lo hacen. Cuando me encontré con ellas me costaba encontrar textos de humor para trabajarlos y allí empecé con la dramaturgia. Así nacieron mis obras sobre las mujeres
- ¿Cuándo la mujer se acerca al teatro?
El teatro es una materia pendiente en la vida de las mujeres de 40 años. A esa edad, los hijos ya crecieron y empiezan a tener sus propios horarios. Ahí surge la necesidad de encontrar un espacio propio al cual pertenecer, que sea exclusivo para ellas y donde se sientan realizadas desde otro lugar.
- ¿Qué es lo que suelen buscar?
Se trata de una búsqueda interior. No es escaparse de la realidad.
- ¿Y eso lo ofrece el teatro? ¿Cómo?
Cuando la mujer llega a clases no viene pensando en el personaje que va a interpretar. Vienen para probar, jugar y relacionarse desde otro lugar con la gente; pero no todas vienen para subirse a un escenario. Creo que la actuación una lo lleva desde chica, como cuando decía 'quiero ser actriz' o jugaba a ser tal o cual persona. El teatro abre más puertas que otras formas de arte como la música y la pintura.
- ¿Qué libro marcó el quiebre de tu carrera?
Sin dudas "Rojo Pasión, Rojo Sangre" donde se revela la historia de siete mujeres que coinciden en una peluquería gracias al plan de una de ellas de juntarlas con la idea de que todas sepan que fueron amantes de un conocido fiscal que se va a casar. Juntas ejecutan un plan para interrumpir la boda del hombre. Esta obra dio resultado en la calle Corrientes y superó a Damas que escribí primero, pero es más cordobesa y la piden más en el interior del país.
- Hablando de Damas, la obra que presentó el grupo sanfrancisqueño de teatro 'La Puerta' el 22 de marzo en el Teatrillo municipal, revela la historia de seis mujeres que se encuentran encerradas en un baño. Con la peluquería en Rojo Pasión y el baño en Damas: ¿por qué siempre se eligen que los conflictos se desaten en espacios comunes y cerrados?
El espacio físico es un disparador. En un ambiente cerrado, bajo presión, una deschava lo peor de sí, algo que no haría en un parque. En el caso de Damas, la obra se me ocurrió cuando estaba en el baño de mujeres de la Terminal de Ómnibus de Córdoba y veía que la puerta dejaba ver los pies de las que estaban allí, y eso me pareció invadirlas, que estaba metiéndome en su vida privada. De todos modos, no podemos negar que tanto el baño como la peluquería son espacios exclusivos para nosotras y que compartimos con otras. Me encanta el conflicto corporal del actor.
- ¿Es un desafío escribir sobre mujeres?
Cada mujer es un desafío, un mundo y la admiro profundamente. Trabajar con mujeres me muestra la diversidad de personalidades y eso me sorprende todo el tiempo. Nadie conoce más a la mujer que una mujer. Nosotras somos grandes enemigas y amigas en nuestros sufrimientos. Solo nosotras nos entendemos. El mundo no sería el mismo sin las mujeres.
-¿Qué tenemos en común?
El desencanto del amor es el denominador común de todas nosotras, porque creo que todas sufrimos alguna vez. Lo interesante es cómo reaccionamos a este dolor.
- En tiempos de lucha por reivindicar los derechos de las mujeres, ¿creés que la gente va más al teatro a ver historias femeninas?
En la situación actual que estamos viviendo como sociedad se le da más repercusión a mis obras porque de alguna manera, como sucede en Damas, aunque la gente se ría se arrastran seis tragedias. La comedia se basa en el drama.
- ¿No pensaste en escribir sobre el aborto u otros temas de actualidad?
Sí escribo sobre violencia de género desde el humor pero no estoy a favor del aborto por mi formación. Si bien tengo un espacio cultural llamado 'La Juana' en Esperanza, donde debatimos los temas actuales, entiendo al colectivo de mujeres pero no puedo estar de acuerdo con la no vida.
- Mujeres sufridas, débiles o al borde de la locura. ¿Este sinfín de personalidades que reflejás no produjo críticas de los colectivos feministas?
Escribo desde el humor porque es sanador para mí. Para quien interpreta un personaje y para quien ve la obra, también. Si pongo a una mujer golpeada y hago que la gente llore en el teatro, no tiene sentido para mí porque eso lo vemos todo el tiempo por televisión. El teatro busca sanar el drama de la vida y quiero que la gente vea la realidad pero desde otra óptica.
Algo de mí
Nombre completo: Adriana Élida Allende
Edad: 52
¿Qué la hace feliz?: el teatro
¿Qué le da miedo?: la crisis social
¿Un TOC? : encender sahumerios todo el tiempo