EL VALOR DE CUIDAR LA HISTORIA DE LA MUJER PIAMONTESA
EL VALOR DE CUIDAR LA HISTORIA DE LA MUJER PIAMONTESA
Ana Filippa es la
presidenta de la Asociación de Mujeres Piamontesas de la República Argentina.
Su labor junto a otras representantes del país, es valorar la figura de la
mujer en la inmigración casi siempre silenciosa e invisible para la historia
oficial.
Ana Filippa es la
presidenta de la Asociación de Mujeres Piamontesas de la República Argentina.
Su labor junto a otras representantes del país, es valorar la figura de la
mujer en la inmigración casi siempre silenciosa e invisible para la historia
oficial.
-
Ana María Filippa. (Fotos: Marcelo Suppo)
Por Stefanía Musso | LVSJ
Ana María Filippa es la presidente de la
Asociación Mujeres Piemontesas de la República Argentina. Su labor es
investigar las historias de mujeres
inmigrantes, isibilizar a las pioneras y apoyar a las mujeres en su proyección
personal, social y cultural.
Con su aporte como docente, la
sanfrancisqueña busca revalorizar la figura de esas mujeres que tanto hicieron
en esta "Pampa Gringa" y que dejaron su legado que hoy se palpita en las familias
de nuestra ciudad y de la región.
- ¿Cómo
es su participación con las mujeres piamontesas?
Desde hace 3 años, soy Presidente de la
Asociación Mujeres Piamontesas de la República Argentina (A.M.P.R.A.) creada en
el año 2003 y dedicada a investigar las
historias de mujeres inmigrantes, a visibilizar a las pioneras y
apoyar a las mujeres en su proyección personal, social y cultural.
Tenemos asociadas en casi todas las
provincias argentinas, con mayor concentración en nuestra "pampa gringa":
mujeres de todas las edades, oficios y
profesiones.
Además, soy Secretaria de la Asociación
Familia Piamontesa de San Francisco, de larga trayectoria en nuestra ciudad.
Allí, desde el año 2014 tenemos un Taller de Piamontés, donde se recrea la lengua y la cultura
heredada en nuestras familias: canciones, dichos, literatura, se aprende
también a leer y a escribir en piamontés. Norberto Alisio y yo somos los
Coordinadores del Taller de Piamontés que denominamos "Un encuentro con la
memoria"
- Se
nota un enorme trabajo por sostener la cultura que llegó de Italia. ¿Cuál es el
valor de la piamontesidad en la región?
En nuestra región podemos decir que más que
una impronta piamontesa, hay una verdadera inmersión en una cultura de
inmigrantes hecha de trabajo, de respeto a la palabra, de gusto por el trabajo
bien hecho. Cada pueblo tiene su cultura
expresada por medio de una lengua y una cosmovisión propia, ni mejor ni peor
que los otros, cada uno con sus propios matices.

- ¿Cuál
es el aporte que le hace la Asociación Mujeres Piemontesas de la República
Argentina a la historia?
Buscamos valorar la figura de la mujer en la inmigración, casi
siempre silenciosa, casi invisible para
la historia oficial. También promovemos el trabajo, el estudio, las publicaciones, las acciones comunitarias
de nuestras asociadas.
- ¿Cómo
expresan su trabajo?
Nuestra Asociación tiene varios libros
publicados. Cito solamente Los Motores de
la Memoria, en italiano y en castellano,
que recopiló memorias de cientos de mujeres de origen piamontés e
italiano de diferentes generaciones. A
esto le sigue la obra Conversaciones,
también con entrevistas.
Actualmente, publicamos también una revista con un nombre
en piamontésI soma sì (se lee I suma
sí). Significa "aquí estamos", en una afirmación de lugar y tiempo presente en
donde vivimos y trabajamos. Esta revista tiene diferentes temas:
historias locales, literatura, pintura, jóvenes destacados, geografía, libros.
- Muchas
veces nos olvidamos del lugar de las mujeres inmigrantes. ¿Qué hicieron ellas
en nuestra comunidad?
Las
mujeres inmigrantes trabajaron en las tareas más duras mientras amamantaban y
criaban a sus hijos, cultivaban la
tierra, criaban animales, cocinaban, cosían, tejían y transmitían su propia
lengua, tradiciones, cantos, oraciones propias de su pueblo y su cultura.

- ¿Cuáles
se destacan como descendientes?
Dar nombres de mujeres destacadas sería muy
fácil, porque en nuestra ciudad y región hay mayoría de descendientes de
piamonteses; vienen a mi mente nombres
de docentes, artistas, profesionales de todas las áreas, empresarias. Las destacadas están en la prensa, o en los
medios de comunicación. Preferiría en esta ocasión destacar el valor de lo anónimo cotidiano, lo
que Miguel de Unamuno llamaba la "intrahistoria", aquella que no se publica en
periódicos y libros, pero que sostiene el desenvolvimiento de la vida humana.
De esta manera, queremos hacer
visibles y rendir homenaje a nuestras madres y abuelas, anónimas, que
constituyeron la base de las familias inmigrantes en la nueva patria argentina.
- ¿Las
nuevas generaciones valoran la historia de nuestros antepasados?
Las nuevas generaciones, ya adaptadas,
integradas, sin sufrir las carencias y muchas veces la discriminación que
sufrían los inmigrantes de todos los orígenes, estudian, trabajan, crean y se
destacan. A veces, cuando uno es muy joven no llega a comprender la propia historia, con los años se conoce el
esfuerzo y el amor puesto en la tarea colonizadora de nuestros abuelos y ahí se
comienza la valorar la pequeña historia familiar.
- ¿Cuáles
son los valores que nos dejaron?
Los valores se transmiten de manera
espontánea con nuestras acciones, ya sea la honradez, la sencillez en las
costumbres, el gusto por el trabajo y el estudio, en el amor y el cuidado de la
naturaleza. Mis hijos conocieron a
nuestros familiares que viven en
Piemonte y vivieron momentos muy emotivos
120 años después de la llegada de sus bisabuelos a la Argentina. Se
reconocieron no sólo en los rasgos físicos, también en la sencillez y en el
cariño, en los gestos y en las palabras.
- ¿Quién
es Ana?
Soy Ana María Filippa Garbarini, tengo 67
años, viví hasta los trece en el campo, cerca de Estación Luxardo. Tuve una
infancia muy hermosa, en mi casa siempre hubo muchos libros porque en mi
familia se leía mucho. Mis abuelos inmigrantes, que tenían 10 hijos, leían todos los días obras importantes de la literatura universal.
Leían en castellano y hablaban en piamontés. En realidad toda la gente que yo
conocía en la región hablaba castellano y piamontés. (Éramos bilingües y no lo
sabíamos). Como me gustaba mucho leer, seguí por ese camino y estudié el Profesorado de Castellano, Literatura y
Latín, en el Instituto Inmaculada
Concepción, después fui Profesora en varias materias del Profesorado, especialmente en Literatura Española. Descubrí que en mis
raíces había dos lenguas y dos culturas: la del
castellano que hablaba y el piamontés que me rodeaba en la cultura
regional.
- ¿Cómo
fue su encuentro con la cultura piamontesa por primera vez?
Personalmente, me encontré con la cultura
piamontesa de dos maneras: por un lado,
por haber oído el piamontés desde antes de nacer, y por otro, a través
de un Master presencial que dictó en los años 2007 y 2008 en San Francisco la Universidad de Turín. Allí me puse en
contacto con la literatura en lengua piamontesa, que es una lengua reconocida
por la Unesco como "Lengua Minoritaria Europea".
- ¿Por
qué su compromiso con la historia?
Todo nació con el estudio de la lengua
española, con el placer de encontrar
etimologías, adivinar la evolución de las palabras, lo que me llevó a estudiar
la otra lengua que ya existía en mí: el piamontés.
Y fundamentalmente, es un homenaje a
nuestros antecesores que nos dieron todo lo que tenían, poco o mucho, como
pudieron o supieron hacerlo.
Actualmente, colaboro con traducciones,
aportes a congresos, charlas, talleres, cortometrajes, también con el canto.
Actualmente estoy trabajando en un proyecto de audios, recopilados en el Taller
de Piamontés y dirigido por Ana María Bovo, una descendiente de piamonteses
destacada. Ya presentamos la primera parte y está punto de salir la segunda. Se
llamaLa lenga dël cheur (La lengua del corazón), esa que sin ser
oficial guarda las expresiones y la historia de su pueblo.
Creo que la diversidad lingüística es
riqueza que debe ser protegida y cultivada; invito a todas las personas que
sientan alguna identificación con estas actividades, para que se acerquen a
nuestras Asociaciones, participen de los proyectos y aporten también sus ideas.
Las puertas están abiertas.
Aclaración:
Según la entrevistada en castellano lo correcto es decir "piamontés/
piamontesa". Sin embargo, algunas asociaciones se autodenominan "piemontesas"
Por Stefanía Musso | LVSJ
Ana María Filippa es la presidente de la
Asociación Mujeres Piemontesas de la República Argentina. Su labor es
investigar las historias de mujeres
inmigrantes, isibilizar a las pioneras y apoyar a las mujeres en su proyección
personal, social y cultural.
Con su aporte como docente, la
sanfrancisqueña busca revalorizar la figura de esas mujeres que tanto hicieron
en esta "Pampa Gringa" y que dejaron su legado que hoy se palpita en las familias
de nuestra ciudad y de la región.
- ¿Cómo
es su participación con las mujeres piamontesas?
Desde hace 3 años, soy Presidente de la
Asociación Mujeres Piamontesas de la República Argentina (A.M.P.R.A.) creada en
el año 2003 y dedicada a investigar las
historias de mujeres inmigrantes, a visibilizar a las pioneras y
apoyar a las mujeres en su proyección personal, social y cultural.
Tenemos asociadas en casi todas las
provincias argentinas, con mayor concentración en nuestra "pampa gringa":
mujeres de todas las edades, oficios y
profesiones.
Además, soy Secretaria de la Asociación
Familia Piamontesa de San Francisco, de larga trayectoria en nuestra ciudad.
Allí, desde el año 2014 tenemos un Taller de Piamontés, donde se recrea la lengua y la cultura
heredada en nuestras familias: canciones, dichos, literatura, se aprende
también a leer y a escribir en piamontés. Norberto Alisio y yo somos los
Coordinadores del Taller de Piamontés que denominamos "Un encuentro con la
memoria"
- Se
nota un enorme trabajo por sostener la cultura que llegó de Italia. ¿Cuál es el
valor de la piamontesidad en la región?
En nuestra región podemos decir que más que
una impronta piamontesa, hay una verdadera inmersión en una cultura de
inmigrantes hecha de trabajo, de respeto a la palabra, de gusto por el trabajo
bien hecho. Cada pueblo tiene su cultura
expresada por medio de una lengua y una cosmovisión propia, ni mejor ni peor
que los otros, cada uno con sus propios matices.

- ¿Cuál
es el aporte que le hace la Asociación Mujeres Piemontesas de la República
Argentina a la historia?
Buscamos valorar la figura de la mujer en la inmigración, casi
siempre silenciosa, casi invisible para
la historia oficial. También promovemos el trabajo, el estudio, las publicaciones, las acciones comunitarias
de nuestras asociadas.
- ¿Cómo
expresan su trabajo?
Nuestra Asociación tiene varios libros
publicados. Cito solamente Los Motores de
la Memoria, en italiano y en castellano,
que recopiló memorias de cientos de mujeres de origen piamontés e
italiano de diferentes generaciones. A
esto le sigue la obra Conversaciones,
también con entrevistas.
Actualmente, publicamos también una revista con un nombre
en piamontésI soma sì (se lee I suma
sí). Significa "aquí estamos", en una afirmación de lugar y tiempo presente en
donde vivimos y trabajamos. Esta revista tiene diferentes temas:
historias locales, literatura, pintura, jóvenes destacados, geografía, libros.
- Muchas
veces nos olvidamos del lugar de las mujeres inmigrantes. ¿Qué hicieron ellas
en nuestra comunidad?
Las
mujeres inmigrantes trabajaron en las tareas más duras mientras amamantaban y
criaban a sus hijos, cultivaban la
tierra, criaban animales, cocinaban, cosían, tejían y transmitían su propia
lengua, tradiciones, cantos, oraciones propias de su pueblo y su cultura.

- ¿Cuáles
se destacan como descendientes?
Dar nombres de mujeres destacadas sería muy
fácil, porque en nuestra ciudad y región hay mayoría de descendientes de
piamonteses; vienen a mi mente nombres
de docentes, artistas, profesionales de todas las áreas, empresarias. Las destacadas están en la prensa, o en los
medios de comunicación. Preferiría en esta ocasión destacar el valor de lo anónimo cotidiano, lo
que Miguel de Unamuno llamaba la "intrahistoria", aquella que no se publica en
periódicos y libros, pero que sostiene el desenvolvimiento de la vida humana.
De esta manera, queremos hacer
visibles y rendir homenaje a nuestras madres y abuelas, anónimas, que
constituyeron la base de las familias inmigrantes en la nueva patria argentina.
- ¿Las
nuevas generaciones valoran la historia de nuestros antepasados?
Las nuevas generaciones, ya adaptadas,
integradas, sin sufrir las carencias y muchas veces la discriminación que
sufrían los inmigrantes de todos los orígenes, estudian, trabajan, crean y se
destacan. A veces, cuando uno es muy joven no llega a comprender la propia historia, con los años se conoce el
esfuerzo y el amor puesto en la tarea colonizadora de nuestros abuelos y ahí se
comienza la valorar la pequeña historia familiar.
- ¿Cuáles
son los valores que nos dejaron?
Los valores se transmiten de manera
espontánea con nuestras acciones, ya sea la honradez, la sencillez en las
costumbres, el gusto por el trabajo y el estudio, en el amor y el cuidado de la
naturaleza. Mis hijos conocieron a
nuestros familiares que viven en
Piemonte y vivieron momentos muy emotivos
120 años después de la llegada de sus bisabuelos a la Argentina. Se
reconocieron no sólo en los rasgos físicos, también en la sencillez y en el
cariño, en los gestos y en las palabras.
- ¿Quién
es Ana?
Soy Ana María Filippa Garbarini, tengo 67
años, viví hasta los trece en el campo, cerca de Estación Luxardo. Tuve una
infancia muy hermosa, en mi casa siempre hubo muchos libros porque en mi
familia se leía mucho. Mis abuelos inmigrantes, que tenían 10 hijos, leían todos los días obras importantes de la literatura universal.
Leían en castellano y hablaban en piamontés. En realidad toda la gente que yo
conocía en la región hablaba castellano y piamontés. (Éramos bilingües y no lo
sabíamos). Como me gustaba mucho leer, seguí por ese camino y estudié el Profesorado de Castellano, Literatura y
Latín, en el Instituto Inmaculada
Concepción, después fui Profesora en varias materias del Profesorado, especialmente en Literatura Española. Descubrí que en mis
raíces había dos lenguas y dos culturas: la del
castellano que hablaba y el piamontés que me rodeaba en la cultura
regional.
- ¿Cómo
fue su encuentro con la cultura piamontesa por primera vez?
Personalmente, me encontré con la cultura
piamontesa de dos maneras: por un lado,
por haber oído el piamontés desde antes de nacer, y por otro, a través
de un Master presencial que dictó en los años 2007 y 2008 en San Francisco la Universidad de Turín. Allí me puse en
contacto con la literatura en lengua piamontesa, que es una lengua reconocida
por la Unesco como "Lengua Minoritaria Europea".
- ¿Por
qué su compromiso con la historia?
Todo nació con el estudio de la lengua
española, con el placer de encontrar
etimologías, adivinar la evolución de las palabras, lo que me llevó a estudiar
la otra lengua que ya existía en mí: el piamontés.
Y fundamentalmente, es un homenaje a
nuestros antecesores que nos dieron todo lo que tenían, poco o mucho, como
pudieron o supieron hacerlo.
Actualmente, colaboro con traducciones,
aportes a congresos, charlas, talleres, cortometrajes, también con el canto.
Actualmente estoy trabajando en un proyecto de audios, recopilados en el Taller
de Piamontés y dirigido por Ana María Bovo, una descendiente de piamonteses
destacada. Ya presentamos la primera parte y está punto de salir la segunda. Se
llamaLa lenga dël cheur (La lengua del corazón), esa que sin ser
oficial guarda las expresiones y la historia de su pueblo.
Creo que la diversidad lingüística es
riqueza que debe ser protegida y cultivada; invito a todas las personas que
sientan alguna identificación con estas actividades, para que se acerquen a
nuestras Asociaciones, participen de los proyectos y aporten también sus ideas.
Las puertas están abiertas.
Aclaración:
Según la entrevistada en castellano lo correcto es decir "piamontés/
piamontesa". Sin embargo, algunas asociaciones se autodenominan "piemontesas"