Historia
Panaderos en huelga, al final fueron “más buenos que el pan”

En enero de 1971, los panaderos de San Francisco desafiaron la regulación de precios al sostener el valor del pan en 75 centavos por kilo. El conflicto derivó en paro, multas y largas filas en el Mercado Municipal.
Por Arturo A. Bienedell
En diciembre de 1970 se planteó un conflicto entre los panaderos de la provincia de Córdoba con el gobierno de facto que regulaba todos los precios de productos y servicios, y para el pan francés fijó un valor de 60 centavos Ley 18.188. Esta ley fue la primera que quitó dos ceros a la moneda nacional en el siglo XX. Luego se sumarían leyes y se restarían más ceros.
A fines de mes los panaderos pidieron que el precio suba a 75 centavos. Las autoridades se opusieron y, en San Francisco, el comisionado Guillermo Peretti tuvo que hacer frente al reclamo dando intervención a la Comisión Asesora de Precios.
Como el planteo era provincial, la Federación de Propietarios Panaderos anunció que, a comienzo de enero de 1971, habría un cese total de producción y de esa determinación participaron los delegados del departamento San Justo que agrupaba a 160 panaderías, 40 de ellas de San Francisco. La asamblea resolvió que el día 2, el precio sería de 75 centavos por kilo y, si hubiere sanciones, ninguna panadería produciría pan los días 3 y 4 de enero.
El día 5 Peretti solicitó a los reclamantes que dejen de vender el pan a 75 centavos recibiendo como respuesta que era una decisión por los aumentos de costos, insumos y salarios. El mismo día, el interventor federal Bernardo M. Bas accedió a aumentar el precio de 60 a 68 centavos por kilo.
No conformes, los panaderos levantaron el paro sosteniendo el precio de 75 centavos, por lo que la Municipalidad tuvo que ingeniársela para conseguir pan y venderlo en el Mercado Municipal al valor oficial de 68 centavos a centenares de vecinos que hicieron filas en las veredas de Avellaneda y Bv. 9 de Julio.
Mientras se intimó con actas de infracción a los “rebeldes”, los panaderos de Santa Clara de Saguier, en solidaridad con los nuestros, aseguraron que no le venderían un kilo de pan al municipio; en cambio, el Centro de Propietarios Panaderos de Río Cuarto lo ofrecía a 45 centavos para romper la huelga. Pero tras el cálculo para buscar pan hasta el Imperio del Sur, se desestimó la oferta.
El sábado 9, el propio Peretti llegó al Centro de Propietarios Panaderos, en Iturraspe 1215, donde durante media hora trató de convencerlos para evitar medidas del gobierno provincial. No tuvo éxito.
En otra asamblea dominical se planteó que en la provincia de Santa Fe el pan se vendía a 85 centavos, por lo que anunciaron que el paro seguiría el lunes y martes, lo que despertó el enojo de la Federación de Centros Vecinales que argumentó que afectaba “a los sectores más humildes y los centros de atención de la salud”.
Como resultado de esto, la Municipalidad notificó multas a 29 panaderos por la venta con “sobreprecio” días anteriores; otras 11 no fueron sancionadas por hallarse de vacaciones. Como el conflicto estaba en todo el departamento, hubo en San Francisco una reunión de comisionados municipales que se comunicaron por teléfono con autoridades provinciales solicitando una consideración para evitar el paro. La repuesta fue que el martes se labren actas de infracción a los que no produjeran pan.
Esa misma tarde se dispuso la intervención del Centro de Industriales Panaderos en Córdoba. En San Justo se levantó entonces el paro, pero se insistió en sostener el valor de 75 centavos. El paso siguiente fue la aplicación de multas de mil pesos Ley 18.188 a cada establecimiento que cobre ese monto. Fue el acabóse.
En una asamblea el 14, se aprobó por unanimidad dejar sin efecto el paro, acatar el precio de 68 centavos y solicitar a Peretti que gestione ante el gobierno provincial que deje sin efecto las abultadas multas aplicadas.
El viernes 15 el pan volvió normalmente a las mesas de todos y, mientras lo consumían, muchos dedujeron que, al fin y cabo, los panaderos no eran tan malos.
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