VPH: ¿Cuál es su relación con la fertilidad?
El virus de papiloma humano (VPH) está directamente asociado al cáncer de cuello uterino y también, indirectamente con la fertilidad que puede verse afectada en caso de tener que someterse a un tratamiento.
El 40% de las mujeres que sufren cáncer
de cuello uterino se encuentran en edad reproductiva por eso es
importante controlar el virus, realizar un papanicolau al año, la
vacunación a temprana edad y la preservación de la fertilidad.
La infección por VPH es considerada una enfermedad de transmisión sexual porque el contagio tiene relación directa con las relaciones sexuales. Existen más de 100 tipos, y los subtipos 16 y 18 son los que con más frecuencia se asocian a ese cáncer, mientras que los 6 y 11 son virus de bajo riesgo y se asocian con verrugas genitales.
Los factores de riesgo son el inicio precoz de relaciones sexuales, múltiples parejas sexuales, no usar preservativo, mujeres que han tenido muchos hijos y no hacerse controles periódicos.
La médica especialista en tocoginecología Jesica Beatriz Tuninetti (MP-35101/06; ME-17212) del Hospital "J. B. Iturraspe", remarcó que para evitar el contagio de HPV es "muy importante que las mujeres se realicen un papanicolau al año y también la vacunación de niñas y varones contra el virus" ya que se espera que a largo plazo haya una reducción de la incidencia del cáncer de cuello de útero.
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Consecuencias indirectas
Con respecto al impacto del VPH sobre la fertilidad, Tuninetti afirmó que en realidad "no tiene consecuencias directas en la fertilidad, una mujer con el virus no tendría problemas de lograr un embarazo. Sin embargo el virus si tiene consecuencias indirectas, luego del tratamiento quirúrgico".
Al respecto recordó que el tratamiento en pacientes con VPH depende del grado de lesión que tenga. "El tratamiento puede ser solamente control, topicaciones de las lesiones o quirúrgico cuando es más agresiva la lesión", detalló la doctora quien también se desempeña en Altos de Chipión y Brinkmann.
Explicó que las mujeres que necesitan un tratamiento quirúrgico por el HPV -asas de lippes o conos que consiste en quitar un trozo del cuello de útero- "pueden llegar a tener luego problemas de fertilidad porque se genera una fibrosis en el cuello del útero que a veces impide el embarazo".
Agregó que también, si la mujer logra el embarazo, "a raíz de la intervención, el cuello del útero queda más corto y esto puede provocar algunas alteraciones como amenaza de parto prematuro, contracciones antes de tiempo. O incluso si la mujer tiene condilomas -verrugas genitales que las causa el VPH- y tiene un parto normal, el bebé puede contagiarse del virus que lo afecta a nivel de las mucosas".
Por otro lado recordó que aunque el VPH no es un facilitador del contagio de otras enfermedades de transmisión sexual, generalmente una paciente con el virus también pueden padecer otras infecciones como sífilis, VIH, etc. "Esto es porque se transmiten también a través de las relaciones sexuales, se supone que si no usó el preservativo y se contagió el HPV, puede padecer otras enfermedades", dijo.
El Papanicolau, herramienta preventiva
El Papanicolau junto con la colposcopía permiten un control y screening que ayuda a prevenir en forma prematura la aparición del cáncer de cuello de útero. "Con el pap vemos si las células del cuello de útero están alteradas y según la alteración se puede actuar en forma temprana realizando tratamientos e intervenciones para evitar que lesiones de bajo grado progresen a un cáncer", explicó Tuninetti.
Detalló que el Papanicolau se clasifica del 1 al 5, el 1 y 2 es nomal, del 3 al 5 ya no y un resultado clase 5 es sugestivo de cáncer. Al mismo tiempo, el cáncer también tiene cinco estadíos, en el 1 y 2 se puede realizar tratamiento quirúrgico, del estadío 3 en adelante ya no se puede operar el cáncer y el tratamiento se realiza con quimioterapia y radioterapia.