Voluntariado y solidaridad: los jóvenes toman la posta
Mientras el aislamiento puede sacar lo peor de algunas personas, rescatamos la historia de jóvenes que buscan ayudar a que pasar esta situación sea más fácil.
El coronavirus agravó la crisis que ya vivían algunos sectores de la sociedad, pero también hizo que germinaran gran cantidad de acciones solidarias. Muchas de ellas son encabezadas por jóvenes que, espontáneamente, se organizan para colaborar con los más necesitados.
Amigos del Bien es una de esas instituciones que lleva años ayudando a otros. Hoy, la pandemia no solo es una oportunidad para acrecentar su tarea solidaria sino también un desafío para los voluntarios.
Todos los miembros de la comisión directiva tienen más de 60 años y por ende, están comprendidos en el grupo de riesgo, por lo que deben quedarse en sus casas, aunque no pueden hacerlo quietos.
La "nueva realidad" tiene como protagonistas a las nuevas generaciones que motivadas por el compromiso social de los mayores, "tomaron la posta" y pusieron sus manos en acción.
Clasificarlas donaciones de ropa y asistencia en el área de ortopedia, es parte de la tarea que realizan de manera presencial en la sede de calles España y Cabrera.
Matías Tomatis, contador público; Sofía Panero, trabajadora social; Nahuel Mugas, estudiante de Abogacía; y Cristian Tissera, empleado bancario, son el motor actual de la entidad que nació en 1978.
Sin dudas, no fue sencillo para los directivos de Amigos del Bien tomar la decisión de delegar tareas en los jóvenes pero comprendieron que era estrictamente necesario para seguir funcionando y brindar ayuda en este contexto inédito.
Una vez que advirtieron que no existe "teletrabajo" cuando la urgencia manda y la necesidad aprieta, apelaron a la valiosa reserva de vocación solidaria expresada en estos voluntarios jóvenes que no dudaron ni por un segundo en tomar la responsabilidad para la que fueron convocados.
Delegar para seguir. Nahuel Mugas y Osvaldo Fonti
De la pantalla a la acción
La emergencia sanitaria está gestando una crisis social de magnitud con impredecibles, aún, consecuencias.
El presidente de Amigos del Bien, Osvaldo Fonti, comprendió entonces la importancia de echar mano al recurso humano joven de la entidad para garantizar la continuidad de las actividades programadas para esta época del año.
"Estos jóvenes estaban colaborando con un aporte tecnológico en el área de comunicaciones y redes sociales de la institución y de pronto tuvieron que responder a nuestra convocatoria y hacerse cargo de tareas que, de otro modo, no podían seguir prestándose", comentó.
"Ellos son nuestra continuidad", aseguró Fonti quien dijo que son "muy afortunados" por contarlos entre sus integrantes, sobre todo porque "falta gente joven que se involucre en las instituciones".
Mirarse en el espejo de la experiencia
"Nosotros somos un grupo de jóvenes que trabajamos para el crecimiento de la institución", dijo Nahuel Mugas, quien se vinculó con Amigos del Bien mediante una pasantía.
Entre sus objetivos se encuentran "impulsar cambios para incrementar proyectos, campañas y eventos".
"Desde un primer momento Amigos del Bien me abrió sus puertas y pude descubrir todas sus actividades. Con el tiempo comencé a trabajar en el área de Ortopedia y luego pasé por los diferentes sectores de la entidad, tomando contacto con muchas necesidades de personas que vienen a diario", siguió.
Haciendo uso de los recursos tecnológicos a través de videollamadas y conferencias por la plataforma Zoom, los jóvenes se reúnen para combinar propuestas que "permitan llevar adelante proyectos".
Osvaldo Fonti
Las ideas que surgen son analizadas por la comisión directiva y desde allí, una vez que se logra su aprobación "se ponen en marcha a partir del consenso".
Mugas valoró "el apoyo incondicional" de la comisión directiva al trabajo que lleva adelante el grupo juvenil que integra. "Para nosotros es muy importante porque significa que cada paso que damos podemos consultarlo y basarnos en su experiencia. Siempre contamos con el apoyo de este grupo de personas que conoce a la perfección la tarea que se lleva a cabo acá".
Cristian Tissera es un joven trabajador bancario, licenciado en Administración oriundo de Mendoza, quien llegó a Amigos del Bien una vez que arribó a nuestra ciudad y la conoció por las redes sociales.
"Me interesé por participar. Al llegar conocí a los chicos que ya estaban haciendo algunas cosas y juntos nos pusimos a trabajar para dar a conocer a la comunidad, en especial a los jóvenes, cuál es la tarea que desempeña Amigos del Bien", narró.
Sofía Panero ingresó hace menos de un mes a la ONG y se dio cuenta que ingresaba a un mundo que estaba muy ligado a su profesión.
A partir de dar los primeros pasos, comenzó a pensar en proyectos que se podían llevar adelante y así fue como surgió la idea de concretar la campaña de invierno entre el 20 de junio y el 20 de julio.
"Los chicos me contaron que querían hacer esta campaña y en mi caso tenía experiencia en algo así. Para eso armé un proyecto que ya fue presentado con el objetivo de recolectar ropa de abrigo como frazadas, pulóveres y bufandas que se repartirá entre merenderos y geriátricos de San Francisco y la zona", se explyó la trabajadora social.
Solidaridad y voluntariado. El rol de Amigos del Bien en tiempos de pandemia
Llegar a más personas
Otro de los integrantes del grupo de jóvenes es Daniel Verdún quien comenzó a colaborar en la institución a mediados de febrero. Con conocimientos en publicidad, se encarga de la realización de videos y diseños para las redes.
"Buscamos poder llegar a más personas a través de estas nuevas tecnologías que nos brinda Internet y de esta manera poder alcanzar nuevos espacios, para poder concretar nuestras campañas, eventos y proyectos para poder solidarizarnos con la gente y hacer crecer a la institución con nuestros aportes", señaló.
Como jóvenes expresaron su deseo de "resignificar ante la comunidad la tarea DE Amigos del Bien para ponerla nuevamente en la consideración de mucha gente que no conoce en profundidad de qué se trata todo esto".
Legado familiar
Matías Tomatis conoce la institución "desde hace mucho tiempo" ya que sus padres también fueron voluntarios. Una vez que culminó sus estudios universitarios un amigo lo invitó a sumarse para trabajar y lo hizo en el área de Ortopedia.
"La institución necesitaba gente joven y me encontré con un trato agradable con todos, me siento muy a gusto", confesó.
Los jóvenes reconocieron que la irrupción de la pandemia "aceleró mucho" su labor donde debieron asumir roles para los cuales pensaban que aún faltaba tiempo.
Trabajo que no para
Amigos del Bien tiene una activa participación en las redes sociales: en Instagram, como Amigos del Bien; en Facebook, como Amigos del Bien - Sfco. Y en los próximos días se podrá acceder a la renovada página web de la institución en el dominio www.amigosdelbien.com.ar
En su sede, Amigos del Bien atiende al público los días martes y viernes de 16 a 18. Brinda prestaciones vinculadas con los servicios de Farmacia, Ortopedia y ropero comunitario.
En cada jornada llegan hasta allí unas 15 personas para retirar medicamentos, acompañado por su correspondiente receta.
A esto se le suma una decena de personas que acuden cada día de atención para solicitar elementos de ortopedia mientras que por el momento no se está brindando el servicio de ropero comunitario por la limitación de personal.
Amplían la infraestructura
Pese a la crisis, Amigos del Bien continúa redoblando los esfuerzos para hacer rendir sus recursos.
Por ello, mientras el producido de las cuotas de socios tiene como destino final financiar la asistencia social, los fondos surgidos por el alquiler del salón de fiestas de avenida del Libertador (S) 246 y del inmueble donde funciona el Concejo Deliberante de nuestra ciudad -Libertad 1757- les permitió obtener los recursos para ampliar las instalaciones de la sede de la entidad que presentan un avanzado porcentaje de ejecución aunque por el momento desconocen cuándo podrán inaugurar la obra.
En este espacio de 150 metros cuadrados, se pondrán en marcha nuevos talleres que se incorporarán en la medida que se presenten las necesidades del momento. A ello se sumarán el taller de computación y de la memoria que actualmente se realizan en la institución.
Una misión que trascendió la amistad
Amigos del Bien nació circunstancialmente en 1978, cuando Benigno Marín y Demetrio Álvarez tenían un amigo en común que se encontraba en la indigencia. Ellos, conscientes de esta situación y en gesto solidario, decidieron abocarse a la humilde y noble tarea de prestarle ayuda con carácter permanente, mediante una colaboración mensual de cada uno de ellos.
Este gesto fue motivo suficiente para que este tipo de ayuda que estaba brindando se extendiera a un mayor número de personas, colaborando en los posibles con los más necesitados.
Por lo acontecido a través de este amigo e inspirados por este hecho comienza a tomar forma la institución que hoy, en medio de la pandemia, se fortalece con la incorporación de estos jóvenes, mostrando que la solidaridad en Amigos del Bien tiene aún mucho camino por recorrer.