Venció al cáncer de mama y salió celebrar un nuevo comienzo en su vida
En un auto adornado con globos rosas, un cartel que decía "Mi última quimio, vencí al cáncer", Claudia Funes festejó por las calles de la ciudad el haber podido superar la enfermedad. Remarcando la tarea de los médicos y el apoyo de la familia, recordó la importancia de los controles y de no bajar los brazos.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Para Claudia Funes hoy es un día especial en su vida y está llena de felicidad. Después de dos años, recibió la última sesión de quimioterapia que le indicó que venció finalmente al cáncer de mama que le diagnosticaron hace dos años.
Cuando salió del servicio de Oncología del Hospital "J. B. Iturraspe", tocó la campana que anuncia a todos que finalizó el tratamiento con éxito, y allí la estaban esperando sus hermanas Lorena y Marianella en un auto adornado con globos rosas con el que salieron a recorrer triunfantes las calles de la ciudad.
Con 46 años, Claudia celebra este nuevo comienzo en su vida, junto a su hija Tatiana de 8, el pilar que la sostuvo y la impulsó a seguir adelante durante todo el tratamiento, y el apoyo incondicional de su familia: su papá Mario, sus hermanos Diego, Lorena, Marcos, Marianella y sus sobrinos Felipe, Milagros, Mía Belén, Facundo, Bruno, Mateo y Lautaro.
El auto estacionó frente a LA VOZ DE SAN JUSTO y Claudia bajó emocionada. Adornada con una vincha rosa y sosteniendo un cartel tipo marco de foto que decía: "Mi última quimio, vencí el cáncer" dijo a todo el mundo que superó la enfermedad.
Entre abrazos y felicitaciones, de quienes la veían pasar, Claudia contó su historia sin olvidar dejar un mensaje para todas las mujeres y también para quienes reciben el mismo diagnóstico. "Estoy muy feliz. Hay que hacerse los controles, hacer todo lo que dice el médico. Si el diagnóstico llega, no hay que darse por vencidos y seguir adelante, tomarlo de manera positiva".
Claudia junto a sus hermanas que la sorpendieron con el auto adornado para salir a celebrar (Foto: Fernando Sosa)
Como la mayoría de las mujeres, notó la presencia de un bulto en una de sus mamas cuando se estaba bañando y ahí empezó la odisea, el diagnóstico, la confirmación que era maligno, las interminables sesiones de quimio y rayos, notar cómo impactaba en su cuerpo el tratamiento: perdió el pelo, se le manchó la piel y hasta se le cayeron las uñas.
Pero ella nunca bajó los brazos, junto a los médicos del Hospital y el apoyo de su familia, enfrentó el tratamiento con la fe de que iba a salir adelante. Ahora tras la última quimio tendrá que hacerse controles y tomar una medicación por diez años.
"Es muy gratificante saber que pude vencer una enfermedad que no sabía si iba a poder superar -dijo Claudia feliz-. Cuando escuchamos cáncer nos asustamos mucho, pero siempre hay que pensar en positivo y luchar, no es fácil porque el tratamiento es fuerte, el cuerpo cambia mucho, pero no hay que dejar de pensar en que hay que vencerlo, hay que ser fuerte y pensar que no somos los únicos, que hay otras personas que también se enfrentan al cáncer".
"Luché por mi hija"
Recordó que cuando llegó el diagnóstico "se me vino el mundo abajo, pero yo luche por mi hija, soy una mamá sola y mi nena siempre entendió lo que pasaba y me dio la fuerza, fue mi compañía, mi pilar. El tratamiento fue duro, tuve consecuencias en mi cuerpo, pero entendí que eso era bueno y necesario para poder vencerlo. También tuve el apoyo de toda mi familia, incluso el año pasado en medio del tratamiento perdí a mi mamá, pero no me dejaron caer porque tenía que seguir adelante".
Claudia trabaja cuidando a una señora mayor y también en una panadería, durante el tratamiento nunca dejó de hacerlo e incluso recibió el apoyo de quienes la emplean. "Siempre seguí trabajando y en el trabajo me apoyaron, la abuela que cuido, Vilma, también me alentaba a seguir adelante, la gente con sus mensajes de buena onda, fueron muy importantes", remarcó.