Una muerte inexplicable: Tobías, el padre que este domingo no pudo bautizar a su hija
La familia del adolescente asesinado a sangre fría el jueves en el mismo barrio donde vivía, implora justicia, que el caso no quede impune.
"Si lo liberan, va a volver a matar, porque ya lo lleva adentro". Con esta frase, desde el dolor más desgarrador, la familia de Tobías Stayolo, asesinado de un disparo en la nuca en barrio Sarmiento de nuestra ciudad, imploró justicia, que la muerte del adolescente de 16 años, que deja a una beba de siete meses sin padre, no quede impune.
Por el caso, otro menor, L. T. (17) fue detenido y esperará la condena hasta la mayoría de edad en el complejo Esperanza.
En la vivienda de calle Almirante Brown al 200, en el mismo barrio donde lo mataron, nada será igual sin Tobías. Allí quedan los preparativos sin terminar del festejo de bautismo de su hija que iba a celebrarse hoy domingo.
Emilio, el papá y Rosa, la abuela de la víctima, acceden a hablar con LA VOZ DE SAN JUSTO. La novia (19) del joven fallecido, también estaba en la vivienda, pero prefiere no hurgar en una herida que costará mucho cicatrizar. Solo aclara que ella no fue novia del presunto homicida, rechazando de raíz la versión que indicaba que la enemistad de Tobías con su asesino venía por ese lado.
"No sé de donde salió eso, ella hacía un año que estaba con mi nieto. Estaban haciendo el cursillo para bautizarla este domingo", contó Rosa.
Dos familias destruidas
El padre del supuesto autor del crimen llamó a Emilio "para pedirme perdón. Yo entiendo el momento por el que ellos están atravesando. Me dijo como que su hijo arruinó la familia nuestra y la de ellos. Me dijo que él le dio todo lo que necesitaba y él les pagó de este modo", relató el hombre, con los ojos llenos de lágrimas y tratando de entender una muerte inexplicable.
La novia y familiares de la víctima en la escena del crimen
"Lo único que deseo es se haga justicia y que no salga más", expresó con impotencia. El detenido tiene 17 años, por lo que es imputable para la ley; la Justicia de Menores lo imputó de "homicidio calificado por alevosía y por el uso de arma de fuego".
"Era un buen chico"
"Mi hijo era un chico bueno, en el velatorio así quedó reflejado por la gran cantidad de amigos que lo fueron a despedir. Tenía un corazón grande y siempre un sonrisa", describió Emilio a Tobías.
La víctima y el victimario se conocían. "Eran compañeros en el Colegio Superior San Martín, estaban cursando distintos años. Él (por el acusado) supo venir a mi casa, después no sé qué pasó entre ellos".
Además, el padre negó que Tobías utilizara aras de fuego. "Nunca lo vi con un arma, eso lo descarto, jamás estuvo armado. Él era un buen chico, era compañero y siempre daba todo por sus amigos".
Sobre las horas previas al fatal desenlace, Tobías "estuvo toda la mañana en casa, cuidando de su hermano más chico porque yo tenían que hacer trámites en el centro y después salió con su hija", recordó el papá.
Tobías Stayolo era padre de una beba de siete meses
Asimismo, Emilio dijo que su hijo no tenía ningún vínculo con las drogas, refutando las versiones sobre cierta adicción. "Tobías jamás consumió estupefacientes. Siempre estaba con una sonrisa, junto a los amigos, él repartía su tiempo entre la escuela, los amigos y el cuidado de su beba".
El llanto ahoga las palabras de Emilio, por eso es la abuela del adolescente la que continúa hablando. "Nosotros no vamos hacer nada, somos una familia pacífica, ahora se tiene que encargar la Justicia para que este joven no vuelva a matar, está en su esencia matar. Tiene que haber justicia", rogó.
Denuncian ataques previos
La mujer confirmó que el sindicado como asesino de Tobías ya hubiera intentado atacarlo anteriormente. "Unos 20 días antes del crimen, pasó por la casa de unas primas nuestras y el efectuó dos disparos contra el portón del garaje, sin importarle que había dos criaturas. En esa ocasión, los disparos dañaron una moto que estaba estacionada en el lugar". Tras ello, la familia radicó la denuncia policial.
Además, negó que en la noche tras el homicidio hayan intentado hacer justicia por mano propia dirigiéndose al domicilio del asesino. "Somos gente de trabajo, somos pacíficos", aseguró Rosa.
L. T (17) fue detenido por el crimen de Tobías (Facebook)
Horas después del hecho, otro joven fue demorado, quien en la tarde de ese fatídico jueves acompañaba a Tobías en la motocicleta y aparentemente, huyó dejándolo solo frente al agresor frente a la escuela Julio Argentino Roca, en la esquina de calle Florencio Sánchez y bulevar Sáenz Peña.
En cuanto a este chico, Emilio indicó que "vino en algunas ocasiones a casa, yo conocía al padre, a sus tíos que son muy buena gente".