Una idea para crear un centro de tratamiento de residuos en el Parque Industrial
Es parte del trabajo final de una arquitecta sanfrancisqueña para reconvertir los residuos sólidos que se generan en la ciudad en materia prima que regrese al circuito industrial.
Bajo la denominación "AH! Arquitectura de Huella", la arquitecta local Sofía Francucci (24) propone implementar un Plan Estratégico de Saneamiento Residual para con el fin de recuperar los residuos sólidos urbanos que se generan en la ciudad. El proyecto fue presentado como tesis de grado de la carrera de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) junto al cordobés Franco Fara, ambos recientemente graduados.
El plan contempla una serie de acciones tendientes a la recuperación de los residuos teniendo como principales líneas de acción la intervención en espacios públicos ( a través de contenedores de basura) , la instalación de un centro de tratamiento de los residuos en el Parque Industrial de San Francisco (que convierta la basura en materia prima para ser reutilizada) y el aprovechamiento del basural como fuente de recursos para la elaboración de energía o biogás.
Consultada por LA VOZ DE SAN JUSTO, la profesional local explicó que "el proyecto surge a partir de la identificación de diversas problemáticas en zonas urbanas, entre ellas, el tratamiento de los residuos, teniendo en cuenta que todo puede reutilizarse. Así, trabajamos sobre tres ejes a tratar en las zonas urbanas, más precisamente para la ciudad de San Francisco".
"En primer lugar, los espacios públicos como centros de acopio temporales de residuos sólidos secos (vidrio, papel, cartón, plástico, pilas, etc). Como segundo punto, las zonas industriales (el parque industrial, en nuestro caso) como punto intermedio de tratamiento de esos recursos para convertirlos en materia prima que regrese al circuito de la industria", precisó la flamante profesional.
En tercer y último lugar, el proyecto incluye al basural actual como una propuesta de transformación a largo plazo, "para que en ese espacio, en lugar de acumular residuos, se genere energía o biogás", señaló.
Seguidamente y en lo que hace a la intervención en los espacios públicos de la ciudad, Francucci señaló que "parte del proyecto implica la instalación de dispositivos modulares de recolección en lugares de encuentros como las plazas, para colaborar con la recolección domiciliaria la cual no se vería modificada sino que aportaría a evitar la disposición final de esos residuos particulares en los rellenos sanitarios. Acompañado a estos puntos de recolección se incorporaría módulos arquitectónicos destinados a la capacitación de los usuarios, y aprovechando el espacio combinarlo con las paradas de los colectivos urbanos dentro de una dársena de estacionamiento para evitar la congestión vehicular".
"En las dos intervenciones propuestas (módulos y centro de tratamiento de recursos) se combinan las actividades propias del residuo, la gestión del mismo (involucrando entes privados como públicos) y la participación ciudadana (educación para la concientización), considerando indispensable la articulación y participación de los tres actores involucrados en el proceso", manifestó la joven profesional.
Una imagen de cómo sería el módulo a
instalar en los espacios públicos, acompañados de la dársena y parada del
colectivo urbano
Visitas educativas
Finalmente, y en cuanto a la proyección del centro de tratamiento de recursos, Francucci indicó que "plateamos la incorporación de un puente educativo para permitir las visitas guiadas sin necesidad de interrumpir los procesos habituales".
"Consideramos importante la educación y concientización social a niños, jóvenes y adultos, para generar una huella ética que acompañe las intervenciones físicas y que perdure en el tiempo, generando un impacto y cambio positivo en el pensamiento social respecto al tratamiento y disposición de los residuos, priorizando el cuidado del medio ambiente", expresó.
Asimismo aseguró que "el objetivo no es solo generar una arquitectura estética, sino una arquitectura funcional, útil y trascendente, que invite al accionar social de San Francisco, y se replique en otras localidades".
"Es, quizás, utópico pensar que una zona urbana funcione como un ecosistema natural, pero me atrevo a decir que la ciudad necesita de sistemas de ecos, pequeñas intervenciones que generen ruido en otra parte", reflexionó la arquitecta.