Un paso importante en la investigación del supuesto milagro ocurrido en la ciudad
San Francisco vivió el testimonio de fede una joven que va camino a la santidad, la beata Chiara Luce. Su mamá se reunió con la sanfrancisqueña que por medio de su intersección sobrevivió a un ACV cuando era niña.
En el proceso en el que la Iglesia Católica trata de determinar si ocurrió un milagro en nuestra ciudad que podría declarar santa a Chiara Luce, quien fuera beatificada en 2010, visitó nuestra ciudad María Teresa Badano, mamá de la beata y conoció a María Azul Cornaglia, la joven que habría salvado su vida por medio de su intercesión.
El emotivo encuentro se dio en la Iglesia Catedral y más de 800 fieles fueron testigo.
Badano llegó junto a la mejor amiga de Chiara, Chicca Coriasco, y su arribo a la ciudad se logró tras la gestión del Movimiento Focolar al cual pertenece toda la familia de la beata.
María Teresa Badano, madre de la beata Chiara Luce, visitó la ciudad
El vicario general de la diócesis San Francisco, Gustavo Zaninetti, definió el encuentro como "muy importante y al estilo de las cosas de Dios, con mucha sencillez y normalidad".
"En este encuentro se reunieron más de 800 personas. Fue muy importante lo que se vivió allí por parte de los estudiantes que concurren a colegios católicos de la ciudad así como también por los adultos que nos acompañaron y que integraban diversas agrupaciones de distintas ciudades que llegaron atraídos por esta presencia", siguió el sacerdote.
María Teresa Badano (centro) junto a la mamá de Azul, Susana Olivero (izquierda)
Zaninetti rescató "la sencillez y la transparencia que transmitieron en su visita. La propia María Teresa Badano dijo en un momento que en este encuentro ellas nos donaron a Chiara con ese relato".
Rescató además "el silencio respetuoso" con el cual el auditorio, compuesto en su mayoría por adolescentes, siguió cada una de las alternativas de lo que se estaba transmitiendo como testimonio de vida.
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La chica del milagro
María Azul Cornaglia era una pequeña pizpireta, como cualquier niña de 5 años que transita una infancia feliz. Sufrió un accidente cerebrovascular, una enfermedad silenciosa que pareciera que nunca golpearía a un niño. El pronóstico no era muy alentador. Sin embargo, "no hay nada imposible para Dios", pensó su familia, que se aferró a una esperanza que nació en la comunidad que empezó a rezarle a la beata Chiara "Luce" Badano. Azul se recuperó y el ACV no dejó rastro.
A ocho años del sorpresivo fenómeno, la Iglesia Católica trata de determinar si se trató de un milagro por intercesión de la adolescente italiana que falleció a los 18 años a causa del cáncer y fue beatificada en 2010 por el papa Benedicto XVI, por su testimonio de profundo amor y caridad en medio del dolor de su enfermedad.
Actualmente "Luce" (luz) se encuentra en proceso de ser pronunciada santa y uno de los posibles milagros que s ele atribuyen sucedió en la familia sanfrancisqueña creyente, que desde la recuperación de su hija hizo de la fe un faro.
Tras el encuentro entre la madre de Chiara y Azul, la chica del milagro, ahora sigue un riguroso proceso de investigación y análisis de documentación que terminará en el Vaticano.