Suspendieron al 90 % del personal en Lear
Una vez más, los trabajadores de Lear se ven afectados por suspensiones a partir de una profunda paralización en la actividad automotriz. Solo un pequeño grupo se encuentra realizando tareas menores en la planta radicada en el Parque Industrial y desde Smata no saben hasta cuándo se prolongará esta situación.
La empresa automotriz Lear, asentada en el Parque Industrial San Francisco, mantiene suspendido el 90 por ciento de su planta de trabajadores desde hace una semana.
El esquema de nuevas suspensiones se reinició desde septiembre y continúa sin que se pueda divisar una mejora en lo inmediato producto de la profundización de la crisis por la que atraviesa el sector automotriz, que pega de lleno en la productividad de las empresas autopartistas como la firma de nuestra ciudad.
Actualmente, Lear posee una planta de personal de 260 trabajadores, por lo cual la suspensión comprende a unos 230 operarios.
Desde Smata Córdoba confirmaron esta medida y además aseguraron que la suspensión es por "la jornada completa" mientras que no se atrevieron a asegurar por el tiempo en que se desarrollará.
"Las suspensiones se llevan a cabo de manera permanente" dentro de la empresa, indicó el representante del interior de Smata Córdoba, José Campellone quien dijo que la decisión de interrumpir la actividad laboral en el personal "se lleva a cabo de manera paralela al ritmo que desarrolla la fábrica".
No se sabe hasta cuándo durará la inactividad
La incertidumbre sobre el panorama laboral de los trabajadores impide conocer hasta cuándo se van a prolongar las suspensiones.
Desde Smata Córdoba Campellone explicó que "todo depende de la producción. Estamos trabajando semana a semana. De acuerdo al panorama que tenga la empresa son las medidas que luego se toman".
El dirigente de Smata relacionó la situación por la que atraviesa la empresa con "la crisis económica del país y su directa consecuencia con la crisis del sector automotriz".
No obstante ello se mostró confiado en que a partir de noviembre haya "posibilidades de más trabajo" aunque no brindó mayores precisiones sobre esto porque "hasta que esto no se concrete tampoco nosotros podemos decir que esto vaya a ser así".
Suspensiones reiteradas
Cabe recordar que en mayo del corriente año, unos 20 trabajadores se acogieron a un régimen de retiro voluntario establecido por la empresa con el objetivo de reducir personal. Aquellos que se retiraron recibieron la indemnización de ley más dos salarios.
Esta medida surgió con posterioridad a un proceso de suspensión que se llevó a cabo en febrero y que afectó a 90 trabajadores.
Desde ese momento, en Smata, al igual que en este momento, aseguraron que en la empresa "se trabaja día a día".
Durante 2018 la empresa llegó a desprenderse de 70 trabajadores eventuales, reduciendo de manera considerable su planta de personal.
Expectativa que se fue diluyendo con la crisis
Cabe señalar que Lear llegó a San Francisco en un marco de gran expectativa, a partir de lo cual consiguió un notorio paquete de medidas de incentivo fiscal por parte de la provincia mientras que el municipio aportó el terreno en el Parque Industrial para que construyan el galpón donde desarrollar la producción.
El anuncio de la radicación de Lear en nuestra ciudad se produjo en julio de 2017. En aquella oportunidad se estimaba la creación de unos 700 puestos de trabajo.
Además la provincia otorgó beneficios tributarios y subsidios al empleo. El proyecto incluía el incremento y cambios de las líneas productivas de la planta de asientos de la empresa en Ferreyra y la puesta en funcionamiento de una nueva planta de mazos de cables en la ciudad de San Francisco.
Para acompañar este proceso de inversión, la Provincia eximió del pago de los impuestos Inmobiliario, Ingresos Brutos y Sellos por el período de 10 años. También se otorgó un subsidio por cada nuevo puesto de trabajo que se creaba en la planta de San Francisco y se otorgó un subsidio equivalente al 25% de la demanda y consumo de la energía eléctrica por un año, a partir del inicio de la producción.
Además se otorgaron los beneficios de la Promoción Industrial de la Provincia a todos aquellos proveedores que participen de los programas de producción de la empresa y se puso a su disposición los programas de apoyo a la formación de recursos humanos y a la certificación de calidad.
La municipalidad de San Francisco, por su parte, también otorgó beneficios tributarios y facilitó las instalaciones del Superdomo municipal para la capacitación y selección del personal.
Lo cierto es que mientras que en julio de 2017 había una expectativa por la creación de nuevas fuentes de trabajo para la ciudad y la región, a poco más de dos años el panorama es totalmente incierto, con despidos, retiros voluntarios y suspensiones motivados por la profundización de la crisis en el sector automotriz que no tiene, por el momento, un horizonte de mejora en el futuro inmediato.