Sorpresivos argumentos para demanda judicial
El dirigente gremial y deportivo Hugo Moyano demandó a la productora Pol-Ka por considerar que se basaron en su historia personal para hacer la serie "El Tigre Verón". Deben existir pocos casos en los que el abogado defensor admita públicamente, tan solo comentando una obra de ficción, que su defendido ha cometido acciones que merecen ser investigadas por la Justicia.
La prensa
nacional ha publicado declaraciones del abogado del dirigente gremial y
deportivo Hugo Moyano, por las que se anunció la presentación de una demanda
civil en la Justicia contra la productora Pol-Ka, por considerar que se basaron
en la historia personal del controvertido líder de los camioneros para hacer la
serie "El Tigre Verón", que trata sobre la vida de un sindicalista.
El letrado explicó que la presentación judicial que hicieron "es similar a la que se hace en los casos de plagio". Además, sostuvo que "es evidente por el color de las banderas, por el nombre de los personajes, por las actitudes y los parecidos físicos" de sus protagonistas que la tira llamada "El Tigre Verón" tiene varias similitudes con la familia de su defendido. "Creo que la chance de ganar (el caso) es muy alta porque hay una utilización de una historia muy conocida, porque Moyano ha figurado como una de las cinco personas más conocidas de la Argentina, y además porque (la serie) tiene como objetivo mostrarlo como una persona delictiva", remarcó. Aunque más adelante calificó al recurso de inspirarse en la vida del sindicalista como "una bajeza", sorpresivamente dijo que "no vengan con que esto es ficción porque no es ficción, esto es una truchada de la realidad mostrada de modo malicioso".
La sorpresa es la primera sensación que aparece luego de estas declaraciones. El propio abogado de Hugo Moyano está señalando que una serie de televisión en la que se muestran actitudes cuasi mafiosas y violentas de un grupo de sindicalistas está basada en la vida del sindicalista y en la de su familia. De forma implícita está reconociendo que algunas de estas conductas forman parte de la cotidiana realidad del dirigente sindical. Podría aplicarse entonces aquel aforismo judicial tan añejo: "a confesión de parte...".
Es decir, por más que el letrado del titular del Sindicato de Camioneros aluda a la "mala fe", constituye toda una revelación el señalar que "ya no alcanza con las fake news, ahora se hacen también ficciones de muy mala fe, violando por un lado los derechos posiblemente patrimoniales" de su cliente. En cualquier obra artística, el espectador toma nota de aspectos de la realidad en la que vive y también identifica, aunque sea en alguna mínima porción, cuestiones de esa misma cotidianeidad. Incluso es habitual que cualquier persona se asuma reflejada en distintas situaciones que promueve la ficción. Pero es extraño que se admita públicamente esto cuando se presenta la caracterización de un actor en la piel de un sindicalista mafioso.
Los argumentos para demandar a una productora que esgrime el abogado de Hugo Moyano sorprenden. La contradicción es burda. Afirma que "lo que se pretende decir y pretende mostrar es falso". No obstante, al mismo tiempo, señala que "hacer la vida de la familia Moyano diciendo cuando empieza la serie que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... Acá la coincidencia es tan grande que es una copia".
Deben existir pocos casos en los que el abogado admita públicamente, tan solo comentando una obra de ficción, que su defendido ha cometido acciones que merecen ser investigadas por la Justicia.