Sin fiambres ni tantas botellas sobre la mesa, la caída del consumo golpea a restaurantes
Compartir el menú es una de las opciones que manejan las familias para salir a comer. Además se toman menos bebidas que antes. Los comerciantes sostienen que se torna imposible trasladar los costos a la carta.
El rubro gastronómico se ve tan dañado en la actualidad como los demás, ante una crisis de la que nadie se puede escapar. Encima, cuando el bolsillo aprieta lo primero que se cortan son las salidas. Por eso, en comedores y restoranes de la ciudad ya no solo hablan de lo difícil que es abrir en la semana, sino que ahora cuesta que la gente entre días clave como viernes, sábado y domingo.
Inflación, tarifazos, presión fiscal son conceptos que salieron de los libros de economía para meterse en la carta de menús de estos lugares durante este año.
A través de un relevamiento realizado por LA VOZ DE SAN JUSTO en restaurantes y comedores, en donde fueron consultados diez de estos locales de diferentes sectores de la ciudad, sobresale un dato en particular: los clientes modificaron sus hábitos de consumo, amoldándose a este nuevo contexto económico.
De los consultados, el 90% afirmó que bajó el consumo en los últimos meses con respecto a la cantidad de cubiertos, coincidiendo el 30% de los comerciantes en que las ventas cayeron entre un 50 y un 60%.Además manifestaron que, si bien esperan que en diciembre las ventas suban por las reuniones de fin de año, consideran que será algo momentáneo.
No tan abundante
Del relevamiento realizado por este diario se desprenden datos significativos en torno a los cambios de hábito de los comensales. Uno de ellos tiene que ver con los platos secundarios, ya sea el primer plato, fiambres o postres. El 100% de los comerciantes consultados manifestaron que es el primer recorte que realiza el cliente y, actualmente, es poco frecuente que sean solicitados.
Otra consulta apuntaba a las modificaciones que se habían producido en torno a los platos. El 66,6% apuntó que son compartidos y el 33,3% que se piden las comidas más baratas de la carta. Cabe aclarar que en este ítem, los comerciantes podían escoger múltiples opciones.
Otro impacto significativo, afirman, se sostiene en el consumo de bebida. Un 60% contó que se pide menos y solo un 20% que no se modificó.
"Antes se bebían dos o tres cervezas por mesa, ahora es una sola, se termina y no piden más nada", coincidieron los entrevistados.
Las deseadas promociones
Todos los comerciantes entrevistados, aunque en diferentes términos, algunos a diario y otros algún día en particular, afirmaron que realizan promociones especiales con el fin de "vender más".
Lo observan como la posibilidad más latente de extender sus ventas. El 70% dijo que éstas dan resultados, el 30 restante expresó que no. Estas promociones generalmente se tratan de descuentos o promociones 2 por 1 en pizzas y lomos.
Por último, ante la consulta de este medio, los propietarios de los restaurantes relevados, en 9 de cada 10 explicaron que no pueden aumentar los precios de la carta en proporción a la inflación existente, por lo que asumen costos y con ello la ganancia disminuye.
En este contexto, el aumento del gas -vital en muchos de los comercios entrevistados-, del agua, de la materia prima y, en algunos casos, del alquiler, complica de sobremanera al rubro.