Ser papá, el sueño de José
Un accidente casi le trunca el deseo de formar una familia a José Lemos, pero junto a su mujer tuvieron 8 hijos. Esfuerzo, trabajo y saber defenderse en el mundo, los valores de un padre para sus hijos.
José Alberto Lemos (80) es un "súper" papá. Con su esposa Noemí formaron una familia numerosa con ocho hijos: José Luis (46), Silvana (45), Marisel (43), Carina (42), Gabriela (40), Fanny (38), Jorge (35) y Natalia (32).
En su casa de barrio Vélez Sarsfield, en Dean Funes al 1200, recibieron a LA VOZ DE SAN JUSTO, en el comedor y alrededor de la larga mesa juntó a siete de sus hijos que viven en la ciudad. Solamente faltaba Gabriela, la quinta de la larga lista, que se encuentra en Francia pero participó de la entrevista a través de una videollamada.
Para este sanfrancisqueño hoy es una fecha muy especial, porque celebra haber cumplido con creces el deseo que siempre tuvo: ser padre. "Los miro a todos ellos y me siento orgulloso porque es mi sueño hecho realidad", afirmó el jefe de esta familia.
"Un médico me dijo que tras un accidente laboral no iba a poder tener hijos y fíjate como resultaron las cosas", dijo risueño José, que fue antenista.
Por la pandemia del coronavirus hacía mucho tiempo que los Lemos no estaban todos reunidos pero este domingo se festejará en familia para celebrar la vida.
Defenderse juntos
"Creo que la culpa de todo esto la tuve yo, ¿no?", dice a modo de broma José mientras mira a sus hijos.
Uno de los valores que Lemos les enseñó fue aprender a defenderse en la vida pero siempre juntos. Para Silvana, "lo más importante es eso, nos enseñó a defendernos ante cualquier circunstancia".
"Soy madre de dos y no sé cómo hacer, pero ellos nos mantenían bien vestidos, alimentados y siempre unidos, sin pedir ayuda de nadie. Cuando no teníamos para comer, nos decían que de alguna manera iban a conseguir el dinero para darnos un plato de comida", agregó la hija.
"Yo también lavaba pañales", comentó Lemos con la picardía y el buen humor que lo caracterizan, dando a entender que ayudaba en la crianza. "Cuando mamá subía la soga con los pañales de tela colgados, tapaba el sol", recordó Marisel, la tercera de este clan.
Los Lemos son muy unidos y eso se nota en el ambiente, así como en las miradas cómplices que hacen unos con otros. "A pesar que somos un montón, no tenemos problemas entre nosotros. Nos llevamos muy bien y nos divertimos juntos", expresó José Luis, el mayor de los hijos.
Una familia numerosa
Los hijos de Lemos tienen además los suyos. En total, José tiene 12 nietos y dos bisnietos. "Siempre quise tener muchos hijos, tener descendientes", admitió a este diario.
Para este padre y abuelo, lo más importante son las reuniones familiares y ahora en esta época de aislamiento las extraña mucho. "Nosotros somos de juntarnos siempre, de hacer muchas cosas entre todos. Al principio veníamos a casa, pero ahora vamos de Fanny que tiene el patio más grande".
Para mantener semejante familia, Lemos se retrotrajo a cómo eran sus días para llevar el sustento al hogar: "Por las mañanas, trabajaba en los colectivos urbanos. Cuando terminaba mi turno, me dicaba al arreglo de las antenas de televisión y de noche, me iba a poner música en un bar que ya desapareció. Salía a las seis de la mañana de mi casa y volvía a las doce de la noche", relató.
Lemos también arenó y plastificó fachadas de casas. Para él, el trabajo lo era todo para poder darle de comer a sus hijos. "Hice horarios extras para que no les faltara nada".
En los tiempos difíciles, hubo algunas noches en que no había para comer y esta familia no se olvida de esa situación. "Me acuerdo que mamá y papá nos decían que no tenían hambre, pero nosotros nos dábamos cuenta que lo hacían para dejarnos más a nosotros", recordó emocionada Carina.
A pesar que son muchos hijos, Lemos afirmó que se la rebuscaba para darles lo mejor y hoy ellos se lo reconocen. "Nunca nos faltó nada. Siempre tuvimos regalos para el Día del Niño, para Navidad o los cumpleaños", añadió Fanny.
Hasta el cielo
El oficio de Lemos es torrista antenista. Él es de los pocos que se animaba a esa actividad pero por su edad y salud, tuvo que dejar. "El 15 de noviembre de 2018, estaba muy alto en una torre, mirando el horizonte y controlando que todo esté bien. En ese momento me di cuenta que ya tenía 79 años y no podía seguir haciéndolo aunque era lo que me gustaba", manifestó.
Marisel, su hija, acotó: "Cuando éramos chicos sentíamos el orgullo de decir que todas las torres que se veían desde la calle las había puesto nuestro papá".
La salud de Lemos tuvo algunos momentos difíciles. Sufrió un ACV y eso le dificulta su habla pero ahí está, disfrutando de su familia y compartiendo momentos con su gran tribu.
"Tenerlo a papá con nosotros es muy especial, principalmente por todo el esfuerzo que él hizo por la familia, para que podamos llegar donde quisimos. Queremos seguir celebrando más días del padre a su lado. Somos muchos, la gente nos conoce por siempre estar unidos", destacó José Luis.
A sus ochenta años, reflexiona: "Nací con una vuelta de cordón umbilical y casi muero, pero sobreviví. Ya más grande, sin los chicos, me caí de una torre y el médico que me atendió me dijo que no vuelva a saltar, correr y que no iba a poder tener hijos. Creo que en algo se equivocó".