Seis de cada 10 jóvenes subsisten con empleos precarios o changas
Un estudio reciente en nuestra ciudad desnudó la informalidad en el empleo juvenil. Muy pocos están escolarizados. Las diferencias también se acentúan en el acceso a la conectividad: el 10 % no tiene conexión a Internet en su hogar. El 17 % habita una vivienda de un solo dormitorio.
"¿Y qué vamos a hacer ahora?", fue la pregunta que circuló el 20 de marzo entre vecinos de distintos barrios populares de nuestra ciudad, trabajadores informales y cuentapropistas, cuyos pocos ingresos se vieron aún más disminuidos por la cuarentena.
El 63 % de los jóvenes entre 15 y 30 años están comprendidos dentro de la economía informal ya que subsisten haciendo changas o realizando tareas esporádicas y precarias, según el resultado del último relevamiento llevado a cabo por Cáritas entre 200 familias de nuestra ciudad a las que asiste con alimentos.
"La informalidad laboral es una constante entre los jóvenes de sectores más vulnerables", aseguraron a LA VOZ DE SAN JUSTO los impulsores del estudio que tuvo como objetivo evaluar la situación social de quienes recibieron módulos alimentarios en el marco de la campaña que realizan Cáritas Diocesana y Red Solidaria con el apoyo de la municipalidad de San Francisco.
En la Argentina, la mitad de los trabajadores son informales. A todos ellos, una medida de aislamiento generalizada les provoca un gran temor porque dependen de ingresos diarios: la mayoría vive el día a día. No tienen la espalda económica para detener su trabajo por 15 días o más. La incertidumbre que están viviendo los inquieta y asusta.
Los barrios con más necesidad alimentaria
Se sondearon 200 viviendas ubicadas distintos barrios a las que llegaron incluso antes de la pandemia. El estudio pudo establecer además que barrio Parque demandó el 19 % de la asistencia alimentaria; barrio La Milka, el 17 %; San Cayetano, el 16 %; Roque Sáenz Peña, el 16 % y Bouchard, el 15 %.
"Con este relevamiento queríamos tener una idea acerca de cómo se encontraba la gente a la que estábamos asistiendo con el alimento", manifestó el director de Cáritas, Emilio Amé.
El 30 % de os receptores de la ayuda son chicos menores a 15 años mientras que el 45 % está comprendido entre los 18 y los 30.
Sólo el 37 % de la población económica activa logró acceder a un empleo pleno de derechos.
Situación habitacional
Además, se estableció que el 23 % de los niños y jóvenes encuestados comparten el dormitorio con sus padres mientras que casi el 17 % habita una vivienda de un solo dormitorio.
También sobre la infraestructura habitacional se conoció que todas las viviendas relevadas tienen luz eléctrica; el 98 %, agua potable y el 90 %, un baño.
Brecha digital
Como casi todo el mundo, nuestro país se vio forzado a suspender el ciclo lectivo, a cerrar las escuelas y emprender un camino de educar a la distancia. Los datos arrojados en este punto por el relevamiento de Cáritas ponen en jaque esa posibilidad y evidencian la desigualdad.
"El 10 % de los niños en edad escolar no tienen conexión a Internet. Eso significa que esa cantidad de chicos está quedando fuera del sistema educativo porque no tiene Internet en la casa", dijo Amé. En tanto, Cáritas se encarga de que accedan a los contenidos.
Ante esto, "nosotros venimos acompañando esa realidad, a los chicos que acuden al comedor La Virgencita. A ellos les imprimimos las tareas y acompañamos para que las hagan de manera que no se queden sin recibir asistencia escolar".
Amé: "La informalidad laboral es una constante entre los jóvenes de sectores más vulnerables"
Por otra parte, "los niños que están en edad de concurrir a la escuela primaria lo hacen en su gran mayoría, pero esta situación cambia en el secundario donde no hay casi jóvenes que estén escolarizados", señaló.
Por último, Amé rescató que "estamos relativamente bien" si se lo compara con otros sectores de la Argentina donde hay una mayor pobreza estructural.