Se cumplen 40 años de que San Francisco mira el universo “con sus propios ojos”
La curiosidad desde pequeño de Hugo Madonna (padre) por la astronomía lo llevó a que en 1978 propusiera a compañeros del Ipet 50 donde trabajaba la instalación de un observatorio que hasta la actualidad funciona en la UTN.
Por Ivana Acosta | LVSJ
El próximo martes 24 de noviembre se cumplirán 40 años de la puesta en marcha del Observatorio Astronómico que está enclavado en la terraza del edificio de la Facultad Regional San Francisco de la UTN. Aquella aventura que empezó con una reunión en 1978 donde moldearon el proyecto materializado dos años después lleva cuatro décadas de descubrimientos y satisfacciones para sus integrantes.
No cualquier comunidad tiene un observatorio, ni tampoco todos los días se cumplen 40 años de ello y es por eso que su capital educativo, cultural y de enriquecimiento social debe ser renovado con mucho mayor énfasis en este aniversario especial.
El impulsor de este espacio, fue el profesor Hugo César Madonna (padre) que presentó la propuesta a sus colegas en la Escuela del Trabajo (hoy Ipet N° 50 "Ing. Emilio F. Olmos"). Reuniones mediante y con un curso en el Instituto de Matemática, Astronomía y Física (Imaf) lograron obtener los planos para el diseño (que estuvo a su cargo porque allí daba Dibujo Técnico) de un telescopio reflector sistema Newton de 200 mm.
Gracias a esa iniciativa 4500 personas
en 1986 pudieron ver de primera mano el famoso cometa Halley que deslumbra a
todos con su paso cada 75 años (aproximadamente). Precisamente ese hecho es el
más significativo para Madonna que vio como esa idea de un aficionado a la
astronomía desde muy pequeño había contagiado a todos.
A lo largo de todo este tiempo él siempre estuvo al frente y tiene dentro del grupo la colaboración de los ingenieros Remo Benvenutto y Mauricio Casalis, además de Nicolás Rocchia.
Su deuda pendiente es complementar este observatorio con un planetario propio para la ciudad.
"Lo que tenemos pendiente, muy pendiente, es la instalación del planetario que sería el complemento ideal. No pierdo las esperanzas de que algún día se dé y se haga. Es muy necesario", resaltó.
- Se cumplen 40 años del Observatorio local, ¿Cómo fue que lo iniciaron?
En ese momento yo daba clases en la Escuela del Trabajo y con el grupo de geografía y matemática hicimos una reunión donde yo, porque a mí me gustaba la astronomía desde chico, dije que sería bueno hacer un observatorio y se entusiasmaron varios docentes. Nos reunimos y estudiamos la factibilidad de hacerlo, pero estábamos en el medio de la ciudad y de las luces, entonces pensamos que el lugar ideal era el aeroclub, sin embargo, era lejos así que pensamos en la UTN que era lo ideal porque ahí estaba la terraza y había menos luminosidad en ese momento. Se formó la Asociación Amigos de la Astronomía y nos reunimos con el decano, Reinaldo Barberis, al que le gustó mucho el proyecto.
Madonna conserva el telescopio con el que en 1986 miles de personas en la ciudad vieron al cometa Halley.
- ¿Cuál fue el siguiente paso?
Tuvimos la colaboración de la cooperadora del colegio, a cargo en ese entonces por Raúl Gioino que dijo 'vamos para adelante'. Empezamos a pedir ayuda y salimos de a poquito por la ciudad y todos donaron materiales. Yo me fui a hacer un pequeño curso que ya conocía a los talleres del Imaf donde me dieron charlas y modelos de un aparato que había conocido-. Lo restauramos en la escuela y le dimos para adelante hasta que hicimos el telescopio.
En rigor de verdad, el observatorio se abrió al público en 1980 pero los preparativos y construcción del telescopio comenzaron en 1978. La UTN permitió que en la terraza se instale el telescopio para observaciones astronómicas, con acceso libre y gratuito para el público y fundamentalmente las escuelas. Desde entonces, sin interrupción y con la dirección de Madonna, el Observatorio realiza diversas actividades de divulgación astronómica para toda la región.
- ¿Qué aparato era el restaurado y cuando se puso en marcha?
A fines de 1980 yo tenía el aparato terminado y ahí abrimos el observatorio (se inauguró el 24 de noviembre) en la terraza. En ese momento no tenía la cúpula, ni el aula, ni nada, lo hacíamos a la intemperie con lonas. El instrumento cuya idea traje para restaurar era el modelo que tenían en el Imaf en Córdoba, yo daba Dibujo Técnico e hice todo el diseño y se construyó todo en la escuela con las donaciones de materiales que recibimos, el año pasado lo devolvimos ahí, pero ya no lo usamos, solo lo instalamos arriba de la escuela donde fue su origen.
"Lo que tenemos pendiente, muy
pendiente, es la instalación del planetario que sería el complemento ideal. No
pierdo las esperanzas de que algún día se dé y se haga. Es muy necesario".
- ¿Con qué trabajan actualmente?
Ahora desde el '95 tenemos un instrumento que nos donó el área de Ciencia y Tecnología de la provincia por intermedio de la gestión de legisladores de ese entonces. En el '86 con la llegada del famoso cometa Halley hubo un gran evento y repartimos un bono de contribución, fueron 4500 personas para verlo y con eso compramos los materiales para hacer el aula y la cúpula que también la diseñé.
- ¿Generó interés el observatorio en ese momento?
Se creó principalmente para divulgación sobre todo en las escuelas de la ciudad y la región. además del público. También participaban en eventos y acontecimientos especiales como pasó con el cometa Halley o eclipses. Siempre seguí investigando para traer cosas nuevas, hace varios años nos mandan alumnos becados para colaborar en la observación que hacen divulgación, fotografías.
- ¿Qué aporta el observatorio?
No todas las localidades tienen uno, viene a llenar un vacío en este tema sobre el estudio del cosmos. Las escuelas todas tienen algo de cosmografía, pero no tienen donde ir a hacer la práctica por eso es importante el observatorio. Todo ese mundo que muestran en el cine, internet o televisión ahí lo podés ver en vivo.
Privilegiados
El grupo que es dirigido por Madonna forma parte hace dos años de un programa educativo para descubrir asteroides denominado Colaboración Internacional de Búsqueda Astronómica.
La propuesta tiene raíz en la Universidad de Hardin-Simmons, ubicada en Albilene, Texas, en Estados Unidos. La propuesta se basa en el envío de fotografías tomadas por un telescopio ubicado en Hawái.
El Observatorio analiza las fotos en una pantalla para detectar asteroides, tras lo cual lo notifican y si al chequearlo resulta ser un hallazgo único se les adjudica y le otorgan nombre. Madonna dijo que hasta el momento "han descubierto (y adjudicado) 100 asteroides" desde el observatorio local.