Sapei sobre Vicentin: “Las comparaciones con Venezuela son poco serias”
El ex concejal y actual vicepresidente del Banco Credicoop destacó que se trata de un salvataje de una empresa "que no está en una situación floreciente".
Las distintas posturas frente a la intervención de Vicentin contribuyen al debate sobre el futuro de la firma agroexportadora. Los análisis se multiplican, incluso en nuestra ciudad y región, donde la empresa tiene una deuda de más de $ 200 millones. Solo en San Francisco, tiene pasivos por más de $75 millones por servicios con al menos 22 empresas y particulares.
LA VOZ DE SAN JUSTO consultó a Ricardo Sapei, vicepresidente del Banco Credicoop Cooperativo Limitado, quien planteó su postura sobre el controvertido tema.
"Hay que poner esto en un contexto. Se trata del salvataje de una empresa que no está en una situación floreciente. Está presentada en concurso de acreedores, con una deuda declarada cercana a los 100.000 millones de pesos, con patrimonio neto negativo, y todo en un período en el que sus operaciones crecieron y en un mercado altamente rentable. Este combo resulta difícil de entender. Podría entenderse en el mejor de los casos como producto de una muy mala administración. Pero tiene, además, demandas por su atención crediticia cuestionable por parte del Banco de la Nación Argentina, a quien le debe $ 18.500 millones (que pagaremos todos los argentinos), tiene demanda en Vicentín Paraguay por evasión y lavado de dinero, por una empresa que con sólo una oficina con siete empleados era la segunda exportadora de soja de Paraguay, y se le suma otras investigaciones por diversas cuestiones que pueden constituir delitos. Si bien les cabe el principio de inocencia, es necesario que estos procesos culminen para determinar que pasó", se explayó Sapei.
"Una empresa que se concursa, habitualmente, lo hace para lograr quitas y esperas en el pago de su deuda, es decir sanear su situación económico-financiera a costa de sus acreedores", agregó.
Ante la consulta de quiénes son aquí los grandes perjudicados, Sapei aseguró que "los trabajadores, más de cien cooperativas acreedoras, miles de pequeños y medianos productores que le vendieron sus cosechas, el estado nacional (bancos oficiales y Afip)".
Sobre el panorama que vislumbra, señaló: "El proceso concursal, si no deviene en acuerdo logrando las mayorías que exige la ley, probablemente finalice en un desguace de la empresa o lisa y llanamente en su extranjerización".
Por eso, "creo que el objetivo a defender es el saneamiento y normalización de la empresa (no de sus dueños) y la expropiación es un medio, aunque puede haber otros".
Pese a sostener que es necesaria la intervención del Estado, el ex concejal de Mejor San Francisco entiende que "la cuestión puede tener alternativas para manejar. Desde nuestro sector del movimiento cooperativo sostenemos que hay opciones superadoras del manejo exclusivamente estatal, con una sociedad mixta, dando participación a los productores, a las cooperativas, a los trabajadores, es decir, sectores con intereses diferentes que necesariamente serían celosos controladores de la gestión".
Hace a la soberanía alimentaria
Al consultarle qué ventajas tiene para el país contar con una empresa de estas características bajo dominio del Estado, Sapei explicó que "el mercado agroexportador se encuentra altamente concentrado. El 48% lo manejan 4 empresas extranjeras. Más del 90% está en manos de diez empresas. Y Vicentín es uno de esos actores con el 9 % de participación. Entonces, extranjerizar ese 9%, complica el escenario. Que pueda intervenir es Estado en ese sector hace por un lado a cuestiones de soberanía alimentaria, término que se bastardeó malamente durante estos días, porque no sólo es producir alimentos que superen las necesidades alimentarias de los argentinos, sino fundamentalmente que sirvan para solucionar esas necesidades alimentarias de todos los argentinos. Otro aspecto es tener una empresa testigo a los fines de determinar los precios de transferencia y dotar de herramientas para evitar los mecanismos de triangulación de operaciones que generan evasión fiscal y fuga de divisas".
Por otra parte, el economista no cree que sea una "bofetada" para Alberto Fernández la decisión del juez de la convocatoria de reponer en funciones al directorio de la empresa y nombrar a los interventores del Gobierno como simples veedores. "No un revés en absoluto, porque la medida va en el marco de lo dispuesto en la presentación que ha hecho la Dirección de Personas Jurídicas de Santa Fe".
Sobre los "banderazos" que se replicaron en distintas partes del país, Sapei opinó: "Vivimos en democracia y todos tienen legítimo derecho de expresar lo que piensan".
Además consideró "poco serias" las comparaciones con Venezuela.
Ante la pregunta si este escenario puede desalentar el ánimo de posibles inversores que piensen que la Argentina no es un mercado confiable, expresó: "Se nos dijo que pagando a los buitres iban a llover inversiones. Cobraron los buitres y no llegó ninguna inversión productiva. Sólo vinieron inversiones especulativas que rápidamente se fueron cuando dejaron de ganar enormes fortunas. Hoy, con este problema, el comité de Bancos acreedores extranjeros inició una demanda en Estados Unidos (en el mes de febrero) contra Vicentín, vinculada con la venta de su participación en Renova, a la empresa Glencore, por U$S 120 millones, pocos días antes de anunciar su estrés financiero y que, según los denunciantes, se esfumó. ¿No es esto lo que desalienta a los inversores?