Salud, una puerta a la inclusión laboral de Janet
Lo que para la mayoría son metas habituales en su día a día, para las personas con síndrome de Down se convierte en auténticos retos para superar. Y lo que hace algunos años era inalcanzable para las personas con esta condición hoy es un sueño cumplido. Janet Leurino, que trabaja en un centro de salud de nuestra ciudad.
Por Isabel Fernández
Ingresar al mercado laboral cambia la
vida de cualquier persona, es sinónimo de independencia y dignidad,
también para quienes nacieron con Síndrome de Down.
Janet Leurino, de 26 años, tiene esta condición genética pero nada le impidió crecer, estudiar y trabajar en lo que le gusta que es colaborar con la atención de pacientes en un centro de salud de nuestra ciudad.
Para eso, se capacitó en una institución privada y ayuda en las tareas de distintas áreas tanto administrativas como de atención de quienes acuden al lugar.
Janet es una joven con mucha autonomía. Nació en Colonia Prosperidad donde está su familia, pero actualmente vive en San Francisco con su hermana Valentina. Cumple con sus responsabilidades, se relaciona con la gente, viaja y se siente plena con su primer trabajo que realiza todos los lunes y jueves por la tarde, el Centro de Kinesiología y Estética - Lic. Mónica Shar, que funciona en el Sport Automóvil Club.
"Se puede trabajar y hay que querer hacerlo"
En el consultorio, la camilla espera el ingreso de otro paciente, mientras tanto Janet organiza los carnés de cada uno. Con una sonrisa luminosa, de esas que transmiten paz, contó su historia a LA VOZ DE SAN JUSTO y confió que su sueño es tener su propio lugar para atender en su pueblo.
"Hice un curso y me recibí. Siempre quise trabajar, Mónica es mi mejor profe, me enseñó muchas cosas, a nadar y también me ayudó cuando era chica", contó.
"Creo que se puede trabajar y hay que querer hacerlo -afirmó Janet-. Estoy feliz de poder trabajar de lo que me gusta y que me den la oportunidad, voy a hacerlo siempre. Mi sueño es trabajar en un lugar propio en mi pueblo".
Agregó que colaborar con las profesionales le "encanta" porque quiere ayudar a los pacientes. "Colaboro con los profesionales cuando hacen los masajes, converso con los pacientes. En el curso aprendí muchas cosas que son importantes para cuidar la salud".
"Creo que se puede trabajar y hay que querer hacerlo. Estoy feliz de poder trabajar de lo que me gusta y que me den la oportunidad, voy a hacerlo siempre".
Dar la oportunidad
A Janet no solamente la une la relación laboral a la licenciada en Kinesiología y Fisioterapia Mónica Shar, sino también un vínculo fuerte que comenzó a forjarse cuando era una bebé y necesitaba estimulación temprana; más tarde, cuando tenía 3 años, con la rehabilitación por una fractura de fémur que sufrió en un accidente y luego con su atención hasta que cumplió 15 años.
Después de eso no se vieron por mucho tiempo, hasta que un nuevo encuentro volvió a unirlas, pero ya en una relación laboral. Primero comenzó haciendo tareas de limpieza en el centro de estética hasta que un día se paró en medio de la sala y dijo: "yo quiero ayudar con el trabajo que hacen ustedes", recordó Shar.
Con el apoyo de todos, se capacitó y su colaboración en todas las áreas es muy valorada por las profesionales del centro que destacan la importancia de la inclusión laboral de las personas con discapacidad.
"Creo que Janet puede aportar mucho más en el trabajo, por eso es importante asesorarse bien y abrirle las puertas a estas personas en el ámbito laboral. Quienes tienen Síndrome de Down son personas muy afectivas y a repetición pueden llegar a un objetivo de excelencia", aseguró la kinesióloga.
Desde que llegó, "nos reímos el triple, nos divertimos mucho, siempre tiene buen humor y con una sonrisa. Creo que hay que dar la oportunidad, más que el lugar que le estamos dando es lo que recibimos de ella, porque es muy valioso todo lo que nos da, mejora el clima laboral".
"Janet ayuda en las tareas que hacemos en el centro, también en las actividades que se realizan en el agua, con los chicos que tienen diferentes discapacidades. Es importante la oportunidad que se le da en el Sport Automóvil Club, logró una integración total en todas las áreas", finalizó Shar.
Janet junto a Mónica "su mejor profe" colaborando en la tarea diaria (Manuel Ruiz)
Un compromiso de todos
Estudios afirman que contratar a personas con síndrome de Down mejora el clima laboral. A la empresa le aporta empatía, visión sobre el trabajo en equipo y resolución de problemas. Además de derrumbar prejuicios y miedos, generando motivación.
Por otro lado, en la persona con discapacidad provoca un impacto emocional importante en cuanto a autoestima, superación, motivación, inclusión. Los beneficios terminan siendo mutuos y se alimentan entre sí.
Los primeros pasos en el trabajo siempre son acompañados por el apoyo profesional no solo al trabajador sino también al entorno laboral. En el caso de Janet Leurino, la acompaña el equipo interdisciplinario del Centro Educativo Terapéutico Sentidos.
La directora de Sentidos, Carolina Tórtolo, afirmó a LA VOZ DE SAN JUSTO que todavía en muchos casos "hay desconocimiento y miedos en torno a la contratación de personas con discapacidad. La contratación es escasa, salvo que sea a través de instituciones mediante planes de inserción laboral como el Programa Primer Paso (PPP) o entrenamiento laboral".
Al respecto remarcó que para que la persona con discapacidad sea visualizada desde sus potencialidades y habilidades, "debe existir un compromiso que todos, familias e instituciones, la comunidad en general. Se debe tomar conciencia sobre este tema y eliminar los temores. Todos somos sujetos de derechos y merecemos una oportunidad de superarnos".
Tórtolo comentó que de acuerdo a su experiencia,"la inclusión de una persona con discapacidad mejoró el vínculo entre empleados y especialmente la flexibilidad en la resolución de problemas cotidianos".
En la mayoría de los casos "se observa más cumplimiento por parte el beneficiario en los horarios y tareas que la empresa indica. Por otro lado al lograr una remuneración por ingresar al mundo laboral, la persona puede tomar decisiones básicas en cuanto a gustos e intereses. La familia desempeña un rol fundamental en acompañar estos procesos".
La Ley 22.431 del Sistema de Protección Integral de las Personas Discapacitadas indica en el artículo 8 que las empresas privadas que brindan servicios a organismos públicos deben cumplir con un cupo del 4% de contrataciones inclusivas.
La titular de Sentidos, comentó que el centro actualmente cuenta con tres jóvenes que trabajan en distintos espacios que fueron evaluados y seleccionados según sus intereses y habilidades. Janet Leurino en el centro de la licenciada Shar, Daniel en panadería y cafetería Tentazione y Lucía en panadería Las Cañitas.
"Se trabaja en la capacitación en oficio con los demás alumnos siempre respetando sus tiempos e intereres", agregó.