Recomiendan extremar prevención ante casos de leishmaniasis canina
Recomiendan extremar prevención ante casos de leishmaniasis canina
En lo que va del
2022 se detectaron 10 perros con infección transmitida por flebótomos. Para
prevenirla es necesario reducir la proliferación de estos insectos, evitar sus
picaduras y realizar controles veterinarios a los animales.
En lo que va del
2022 se detectaron 10 perros con infección transmitida por flebótomos. Para
prevenirla es necesario reducir la proliferación de estos insectos, evitar sus
picaduras y realizar controles veterinarios a los animales.
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Recomiendan evitar la picadura de flebótomos
El Ministerio de
Salud de Córdoba informa sobre la confirmación de diez nuevos casos de
leishmaniasis canina, nueve en la ciudad de Córdoba y uno de Parque Síquiman.
Dichos casos, que en su mayoría fueron detectados mediante las acciones de
vigilancia y de control de foco que realiza el Área de Epidemiología, se suman
a otros seis registrados entre 2019 y 2021 en las mismas localidades, lo que
suma un total de 16 casos confirmados en la provincia de Córdoba.
La leishmaniasis
visceral es una enfermedad causada por un parásito denominado Leishmania
infantum, que se transmite por la picadura de un pequeño insecto llamado
flebótomo.
Hasta el año
2018, los monitoreos entomológicos realizados anualmente por el Área de
Epidemiología no registraron presencia de estos vectores en nuestra provincia.
Sin embargo, a partir del año 2019, en Parque Síquiman y en la ciudad de
Córdoba, comenzaron a confirmarse casos de la infección en perros que no tenían
antecedentes de viaje a lugares donde está presente esta enfermedad.
Esta situación
llevó a que personal de la División de Zoonosis provincial efectuara controles
de foco en dichas áreas -que implican un muestreo serológico canino y
recomendaciones de medidas de ordenamiento ambiental y de prevención- y a que,
en marzo de 2021, temporada favorable para colocar las trampas de flebótomos,
se realizara un nuevo monitoreo entomológico. En esta oportunidad, se pudo
identificar por primera vez la presencia de este insecto como potencial
transmisor de la leishmaniasis en nuestra provincia.
Cabe aclarar que
por el momento no se han registrado casos en personas. "Es importante dirigir
los esfuerzos a las acciones de vigilancia y control canino -como las que
venimos llevando adelante- además del ordenamiento ambiental y la alerta
temprana al sistema de salud ante cualquier caso", indicó la jefa de
Epidemiología, Laura López, y explicó que "por ello, es fundamental que tanto
los equipos de salud humana y animal, así como la comunidad en general, tengan
presente los modos de transmisión de esta infección, sus síntomas y las maneras
de prevenirla".
En este marco, el
Ministerio de Salud de Córdoba se encuentra trabajando de manera articulada con
referentes de los equipos de salud locales, con autoridades y equipos técnicos
de la Cartera Sanitaria Nacional, de la Municipalidad de Córdoba y de Parque
Síquiman, así como también con habitantes de estas localidades y otras
instituciones implicadas en la temática.
Por otra parte,
para la confirmación parasitológica, las muestras se envían al Instituto
Nacional de Parasitología "Dr. Mario Fatala Chabén" y, para los monitoreos
entomológicos, se trabaja juntamente con el Instituto Nacional de Medicina
Tropical, situado en Puerto Iguazú, Misiones, bajo la dirección del referente
nacional en la temática, doctor Oscar Daniel Salomón.
Sobre la
infección y los síntomas de alarma
La leishmaniasis
visceral es una enfermedad parasitaria que afecta tanto a animales como a
personas. El parásito se transmite por la picadura de flebótomos, conocidos
comúnmente en otras regiones o provincias con los nombres de torito, plumilla o
carachai.
En las personas
es grave, en particular en niños y niñas. Si el tratamiento adecuado no se
proporciona a tiempo, puede ocasionar la muerte.
Los perros actúan
como reservorios del parásito y, por lo tanto, son los transmisores de estos
microorganismos a los flebótomos. Un perro infectado no tiene cura y, aunque no
presente síntomas, puede transmitir el Leishmania infantum durante toda su
vida.
La enfermedad en
los seres humanos se produce cuando un flebótomo se alimenta de la sangre de un
perro infectado con el parásito y luego pica a una persona. No se transmite de
persona a persona ni por el contacto directo con los animales.
En los perros, la
infección ocurre por la picadura de un flebótomo infectado, pero también por
vía sexual y vía trasplacentaria (de madre a crías durante la gestación).
Los principales
síntomas en los perros son: decaimiento, pérdida de apetito y de pelo,
descamación, especialmente alrededor de los ojos y en el hocico; crecimiento
exagerado de las uñas; úlceras en la piel y hemorragia nasal.
En las personas,
la infección se presenta con fiebre prolongada, aumento del tamaño del abdomen,
pérdida de apetito y de peso, tos seca, diarrea y vómitos, anemia (palidez de
piel y/o mucosas) e ictericia (coloración amarilla de piel y/o mucosas).
Ante la presencia
de estos síntomas, es necesario consultar inmediatamente en el centro de salud
u hospital más cercano. En el caso de las mascotas, concurrir a un control
veterinario.
Medidas de
prevención
Las acciones para
evitar la propagación de la enfermedad se centran en tres ejes principales:
·
Reducir
el desarrollo de flebótomos, evitando acumular hojas, heces de animales, basura
u otros residuos cerca de la casa, así como también manteniendo el patio
ordenado y desmalezado.
·
Cuidar
la salud de los perros: impedir que circulen solos en la calle; esterilizarlos
cuando no se planifique que tengan cría; colocarles collares o pipetas
repelentes de insectos y consultar al veterinario periódicamente.
·
Evitar
las picaduras de flebótomos. Para ello, es necesario aplicar las medidas para
evitar la picadura de mosquitos, es decir, utilizar repelentes y ropa
protectora (remeras y pantalones largos); colocar telas mosquiteras en puertas
y ventanas y cubrir los cochecitos y cunas con tules.
El Ministerio de
Salud de Córdoba informa sobre la confirmación de diez nuevos casos de
leishmaniasis canina, nueve en la ciudad de Córdoba y uno de Parque Síquiman.
Dichos casos, que en su mayoría fueron detectados mediante las acciones de
vigilancia y de control de foco que realiza el Área de Epidemiología, se suman
a otros seis registrados entre 2019 y 2021 en las mismas localidades, lo que
suma un total de 16 casos confirmados en la provincia de Córdoba.
La leishmaniasis
visceral es una enfermedad causada por un parásito denominado Leishmania
infantum, que se transmite por la picadura de un pequeño insecto llamado
flebótomo.
Hasta el año
2018, los monitoreos entomológicos realizados anualmente por el Área de
Epidemiología no registraron presencia de estos vectores en nuestra provincia.
Sin embargo, a partir del año 2019, en Parque Síquiman y en la ciudad de
Córdoba, comenzaron a confirmarse casos de la infección en perros que no tenían
antecedentes de viaje a lugares donde está presente esta enfermedad.
Esta situación
llevó a que personal de la División de Zoonosis provincial efectuara controles
de foco en dichas áreas -que implican un muestreo serológico canino y
recomendaciones de medidas de ordenamiento ambiental y de prevención- y a que,
en marzo de 2021, temporada favorable para colocar las trampas de flebótomos,
se realizara un nuevo monitoreo entomológico. En esta oportunidad, se pudo
identificar por primera vez la presencia de este insecto como potencial
transmisor de la leishmaniasis en nuestra provincia.
Cabe aclarar que
por el momento no se han registrado casos en personas. "Es importante dirigir
los esfuerzos a las acciones de vigilancia y control canino -como las que
venimos llevando adelante- además del ordenamiento ambiental y la alerta
temprana al sistema de salud ante cualquier caso", indicó la jefa de
Epidemiología, Laura López, y explicó que "por ello, es fundamental que tanto
los equipos de salud humana y animal, así como la comunidad en general, tengan
presente los modos de transmisión de esta infección, sus síntomas y las maneras
de prevenirla".
En este marco, el
Ministerio de Salud de Córdoba se encuentra trabajando de manera articulada con
referentes de los equipos de salud locales, con autoridades y equipos técnicos
de la Cartera Sanitaria Nacional, de la Municipalidad de Córdoba y de Parque
Síquiman, así como también con habitantes de estas localidades y otras
instituciones implicadas en la temática.
Por otra parte,
para la confirmación parasitológica, las muestras se envían al Instituto
Nacional de Parasitología "Dr. Mario Fatala Chabén" y, para los monitoreos
entomológicos, se trabaja juntamente con el Instituto Nacional de Medicina
Tropical, situado en Puerto Iguazú, Misiones, bajo la dirección del referente
nacional en la temática, doctor Oscar Daniel Salomón.
Sobre la
infección y los síntomas de alarma
La leishmaniasis
visceral es una enfermedad parasitaria que afecta tanto a animales como a
personas. El parásito se transmite por la picadura de flebótomos, conocidos
comúnmente en otras regiones o provincias con los nombres de torito, plumilla o
carachai.
En las personas
es grave, en particular en niños y niñas. Si el tratamiento adecuado no se
proporciona a tiempo, puede ocasionar la muerte.
Los perros actúan
como reservorios del parásito y, por lo tanto, son los transmisores de estos
microorganismos a los flebótomos. Un perro infectado no tiene cura y, aunque no
presente síntomas, puede transmitir el Leishmania infantum durante toda su
vida.
La enfermedad en
los seres humanos se produce cuando un flebótomo se alimenta de la sangre de un
perro infectado con el parásito y luego pica a una persona. No se transmite de
persona a persona ni por el contacto directo con los animales.
En los perros, la
infección ocurre por la picadura de un flebótomo infectado, pero también por
vía sexual y vía trasplacentaria (de madre a crías durante la gestación).
Los principales
síntomas en los perros son: decaimiento, pérdida de apetito y de pelo,
descamación, especialmente alrededor de los ojos y en el hocico; crecimiento
exagerado de las uñas; úlceras en la piel y hemorragia nasal.
En las personas,
la infección se presenta con fiebre prolongada, aumento del tamaño del abdomen,
pérdida de apetito y de peso, tos seca, diarrea y vómitos, anemia (palidez de
piel y/o mucosas) e ictericia (coloración amarilla de piel y/o mucosas).
Ante la presencia
de estos síntomas, es necesario consultar inmediatamente en el centro de salud
u hospital más cercano. En el caso de las mascotas, concurrir a un control
veterinario.
Medidas de
prevención
Las acciones para
evitar la propagación de la enfermedad se centran en tres ejes principales:
·
Reducir
el desarrollo de flebótomos, evitando acumular hojas, heces de animales, basura
u otros residuos cerca de la casa, así como también manteniendo el patio
ordenado y desmalezado.
·
Cuidar
la salud de los perros: impedir que circulen solos en la calle; esterilizarlos
cuando no se planifique que tengan cría; colocarles collares o pipetas
repelentes de insectos y consultar al veterinario periódicamente.
·
Evitar
las picaduras de flebótomos. Para ello, es necesario aplicar las medidas para
evitar la picadura de mosquitos, es decir, utilizar repelentes y ropa
protectora (remeras y pantalones largos); colocar telas mosquiteras en puertas
y ventanas y cubrir los cochecitos y cunas con tules.