Pueblo chico, infierno grande
Altos de Chipión no sale de su asombro tras el escándalo por la estafa en la Mutual. Una comunidad que raramente sale de su parsimonia pueblerina, hoy tiene que lidiar con allanamientos múltiples, denuncias cruzadas y exposición mediática. Un combo de ingenuidad, ambición y traición que derivó en una estafa que cambió a la localidad para siempre.
Por Gabriel Moyano | La Voz de San Justo
ALTOS DE CHIPION (Enviados Especiales)-. Son las 12.30 y el sol ya cocina lento sobre las calles de asfalto de Altos de Chipión. Por momentos hay calma. En otros, hay movimientos que rompen la monotonía del mediodía. La gente intenta seguir con su vida diaria, pero ve a los periodistas que llegan desde afuera y no puede contener el comentario. Así transcurre un viernes poco común en el pueblo: entre la rutina y la sorpresa, entre las ganas de salir a hablar y el silencio, entre la bronca y la resignación, o la indignación y el tomárselo con humor.
Es que ya nada será lo mismo para un lugar que hasta ahora estaba acostumbrado a tener cierto reconocimiento por la trascendencia de los Burdisso y de pronto se encuentra en boca de todos por uno de los robos más escandalosos de los que se tenga memoria en la provincia.
Incomodidad. Eso le produce al vecino reconocer que el pueblo entero cayó en una estafa cuya dimensión todavía no fue medida de manera precisa. Los casos se multiplican y al parecer no se salvó nadie. Pero, sin embargo, ninguno quiere hablar frente al micrófono.
Es otra coyuntura que se encontró sin buscarla. Las ganas de expresar la bronca versus las buenas costumbres de no hablar mal del vecino. Quizás, lo que más cuesta es reconocer que el enemigo provino desde adentro, nacido y criado en las entrañas del pueblo.
Quizás también cuesta reconocer esa mezcla de ingenuidad, de ambición por un par de puntos porcentuales más de interés y de excesiva fe en el prójimo.
"Su principal arma fue la confianza que el pueblo le tenía", dice una vecina de la lujosa vivienda de dos plazas de Luchini al 442 donde en ese preciso momento hay una asistente del fiscal revisando documentación.
La Asociación Mutual Altos de Chipión fue allanada
"Yo no lo puedo creer, fui a la escuela con él, viene de una buena familia", expresa otra con más sorpresa que bronca. "Él" es Lucas Priotti (38), el gerente de la Mutual que estafó a un número indeterminado de asociados y ahorristas en un monto indeterminado de dinero que según los primeros cálculos supera los dos millones y medio de dólares. Algo así como 150 millones de pesos, para arrancar.
"No dejó títere con cabeza", dice otra vecina que también fue perjudicada. Esa confianza de la que hablan es la que le daba el puesto de gerente de la Mutual local, que en estos casos puede ser más respetado que el de cura párroco o comisario del pueblo.
También allanaron propiedades de la familia Gorgerino
Pero los allanamientos no son solo en la casa de Priotti: también revisan la sede de la Mutual y diferentes propiedades de la familia Gorgerino. Entonces aumentan las suspicacias mientras sube la temperatura en una siesta que más que primaveral ya tiene ribetes de bien estival.
Porque ya se empieza a dudar de la responsabilidad de la Mutual o por lo menos de la impericia para controlar sus propias cuentas. Su presidente tampoco afrontó los micrófonos (salvo el de TN) y ese silencio no hace más que acrecentar las sospechas.
Por otro lado, la aparición del apellido Gorgerino generó más repercusiones. Los rumores de que los fondos que Priotti conseguía fraudelantamente eran desviados hacia las arcas de las firmas del grupo familiar contrastan con la versión del abogado Baudino Romero, quien asegura que el conglomerado de empresas es otro más de los tantos damnificados, junto al municipio mismo, grandes productores o pequeños ahorristas.
Súper 5 es uno de los negocio de la familia Gorgerino que también podría estar afectado por el desfalco
El caldo ya está que hierve pasadas las 13. Un ciclista que pedalea bajo el rayo del sol le grita a los enviados de LA VOZ DE SAN JUSTO que trabajan en la zona del ferrocarril: "Ahí al lado vamos a poner un cartel grande de Priotti", señalando el lugar donde se erigen gigantografías de personalidades destacadas del deporte local como los hermanos Burdisso o Virginia Tomatis.
El portal del pueblo recuerda que es cuna de glorias deportivas como los Burdisso
Ya son las 14 y el infierno está insoportable. Sin escandalizarse por el calor, un par de paisanos disfruta una cerveza bien fría en el barcito que está sobre las vías. Con amabilidad característica del pago, uno de ellos invita un trago al fotógrafo que lo retrata y con la sabiduría de los años el otro sentencia: "Con la próxima cosecha de trigo todos se olvidan rápido de lo que pasó".
Ya casi no hay un alma en la calle y el pueblo entero se dispone a dormir la siesta con la incomodidad de sentir que la última vez que "se durmió" no le fue para nada bien.
De nuestra redacción ISLA: El trabajo del movimiento
mutualista está enraizado en los pueblos la región y entrelaza la vida
cotidiana configurando redes de apoyo muy valiosas. El durísimo impacto que ha
tenido lo ocurrido en Altos de Chipión tendrá consecuencias muy negativas para
el desenvolvimiento de las actividades del mutualismo en el futuro cercano. Ha generado conmoción en toda
la región, e incluso ha tenido repercusión nacional, el millonario desfalco que
supuestamente cometió un gerente de la Mutual de Altos de Chipión. Los detalles
de las maniobras han comenzado a surgir y, al mismo tiempo, han comenzado a
verse consecuencias muy negativas en esa población al menos. Tanto, que el
propio intendente municipal ha sostenido que se ha cortado la cadena de pagos
en virtud de la imposibilidad de muchos vecinos de hacerse con el dinero que
habían depositado en esa entidad. Será la Justicia la que
determinará las responsabilidades, aunque parece ser que en este caso están -por el momento- bastante claras. Dar
con los autores del ilícito y juzgarlos como corresponde es el primer imperativo
para que se devuelva la legalidad. Pero este hecho ha sido un durísimo golpe
para la credibilidad de un sistema mutualista y de economía solidaria que desde
hace décadas caracteriza el funcionamiento de entidades -generalmente
vinculadas a clubes- dedicadas a prestar servicios que, de otra forma, no
podrían existir en comunidades pequeñas o medianas. Por cierto, no es la primera
vez que suceden situaciones tan dañinas como la que hoy vive Altos de Chipión y
varias localidades cercanas. Han existido antecedentes de funcionarios de
mutuales que no cumplieron con su deber y se apartaron de la ley. La región
conoce sobradamente algunos de estos casos que, sin dudas, terminan por
desacreditar los principios nobles del
movimiento mutualista. La vida en muchos pueblos del
este cordobés y del oeste santafesino no puede prescindir de la presencia de
los movimientos sociales, mutuales y cooperativos, los que cumplen un rol
fundamental generando vínculos y redes de solidaridad en la población. Las mutuales son empresas sociales que prestan
servicios y son sostenidas por el aporte de sus asociados, y administradas y
gobernadas por sus asociados. Desde hace décadas en nuestro país tienen gran
importancia en el campo de la salud y los servicios sociales. Además, son una
red de apoyo económico para las pequeñas y medianas empresas y son capaces de
proporcionar servicios donde otros consideran poco rentable hacerlo. En cualquier localidad de esta
región se encuentran evidencias de esta labor en pos del desarrollo de la
comunidad. El trabajo del movimiento mutualista está enraizado en estos pueblos
y entrelaza la vida cotidiana configurando redes de apoyo que son muy valiosas
para personas y entidades que comparten un mismo espacio geográfico. El durísimo impacto que ha
tenido lo ocurrido en Altos de Chipión -como ha sucedido en otras localidades-
tendrá consecuencias muy negativas para el desenvolvimiento de las actividades
del mutualismo en el futuro cercano. Pero, afirmando el reclamo de que deben
establecerse las responsabilidades del caso, investigarse todos sus detalles y
sancionar a los culpables, es preciso también sostener que se hace
imprescindible recrear y no abandonar un principio esencial de la vida en
cualquier comunidad: el de la ayuda mutua participativa, democrática, equitativa
y solidaria. Cayfa, el antecedente TITULO En 2008 en el extremo sureste del
departamento San Justo, otra mutual de un pequeño pueblo también fue noticia a
nivel nacional. La mutual Cayfa, perteneciente al Club Atlético y Filodramático
de Alicia, admitió que le era imposible devolver el dinero que habían
depositado numerosos particulares y empresas, se estimó que la suma implicada
estaba entre 60 millones y 80 millones de pesos. Fue la primera mutual argentina investigada
por lavado de dinero, por la Unidad de Información Financiera de la Nación. Este episodio provocó una fuerte conmoción
en toda la zona. La mutual había aspirado dinero en otras seis localidades de
la misma región agrícola, donde tenía sucursales: Las Varillas, Pozo del Molle,
Sacanta, Las Varas, Calchín y Luque. Se calcula que la suma perdida por los
depositantes fue de alrededor de 100 millones de pesos. Este año se conoció que la Justicia federal
de Bell Ville decidió la elevación a juicio del caso de la mutual Cayfa. Según
informó una fuente cercana a los denunciantes, el juicio será realizado en
alguno de los tribunales orales federales de la ciudad de Córdoba, y confió que
las audiencias puedan tener lugar antes de fin de año. Por esta causa se encuentra detenido Jorge
Omar Rodaro, exgerente general de la mutual, quien se encuentra alojado en el
penal de Villa María. Además, Roberto Mossano, el presidente de la mutual quien
permaneció prófugo durante seis años y capturado en 2017, está cumpliendo
prisión domiciliaria, por razones de salud. El abogado que representa a más de mil
afectados, Rosendo Montero, en
declaraciones a Cadena 3 afirmó:
"Los delitos que se les imputan son administración fraudulenta y lavado de
dinero". Son 11 las personas procesadas por el caso
y otras 17 terminaron sobreseídas. "Tenemos cifradas esperanzas de que se
produzca el resarcimiento en favor de la gente, porque la demanda en contra del
Estado nacional va a prosperar, lo mismo que contra los autores materiales del
hecho", indicó el letrado. En ese sentido, explicó: "Lo que se le
achaca al Estado nacional es la falta de control, eran prácticamente mesas de
dinero". Se cree que los fondos que manejaba la
mutual eran dineros en negro, que sus dueños mantenían fuera del radar de la
Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y del Banco Central. La
mutual les pagaba intereses mayores a los que podían obtener en los bancos. Siempre se sospechó que la mutual contó con
la complicidad de funcionarios del Instituto Nacional de Asociativismo y
Economía Social de la Nación (Inaes), que en aquel tiempo estaba bajo el mando
de la exministra de Desarrollo Social y actual gobernadora de la provincia de
Santa Cruz, Alicia Kirchner. Un duro golpe a la economía solidaria